Alaska es una tierra de aventureros y pioneros, si estais buscando el sabor de las aventuras típicas americanas aquí podreís encontrarlo ya que mucho de su territorio es completamente salvaje.

En esta tierra gélida se mezclas tribus indias con los descendientes americanos que llegaron antaño a esa zona, básicamente cazadores.

Hay varios lugares que no hay que perderse en Alaska, además de sus bosques que no se parecen a ninguno que podamos enciontrar en cualquier otra parte del mundo porque son inmensos, no hay que perderse Anchorange, donde podemos visitar tabernas de auténticos cowboys, Talkeetna, uno de los sitios en los que podemos volar en aviones Cesna. En Delani N.P. lo obligado es el safari para observar a los osos y el senderismo.

La carretera Mc Carthy, también conocida como la carretera del fin del mundo, es otra de esas experiencias que se deben vivir. La carretera antaño era la vía de un ferrocarril, cuyos travesaños han sido levantados y rellenos con gravilla, el camino va desde Chitina, la última ciudad del mundo civilizado, como se la conoce…y que está constituida por un par de casas de madera, hasta Kennicot.

A lo largo de este camino durante unos 100 kilómetros podemos encontrarnos con los clavos y restos de las antiguas vías que salen a la superficie durante el deshielo…por ello hay que llevar varias ruedas de repuesto. De hecho, a lo largo de un viaje de casi 6 horas veremos que hay varios coches abandonados por este motivo,y pudimos recoger unos 14 clavos de unos 15 cm. así que las posibilidades de pinchar son muchas. Pero el viaje merece la pena, porque es hacer un trayecto como antiguamente, con todos sus incidentes,adentrarnos en las hermosas montañas Wrangell, cruzar los ríos y los puentes para cruzarlos, que da pavor tener que hacerlo con un coche.

Al llegar al final sólo encontraremos una zona de acampada y un parking. Para visitar la villa de McCarthy hay que ir a pie, cerca esta la mina Kennicot. La mina de McCarthy era de oro y ahora sólo está abierta por motivos turísticos. Si vamos a pasar unos días en allí acampando hay que saber que el lugar no cuenta con ningún servicio de ningún tipo: no hay agua corriente, no hay electricidad, ni baños públicos, se acampa a la intemperie y se vive la experiencia más cercana a la naturaleza que hay. En la villa de Mc Carthy si que hay un pequeño hotel adaptado para los turistas y sus necesidades, eso sí con las restricciones típicas del lugar que estamos visitando, por ejemplo…hay duchas, pero sólo se pueden usar al atardecer y cada uno debe llevar su propia toalla.

En la taberna encontraremos bebida y pizza, a precios desorbitados, pero atrapados en estas latitudes,¿qué se puede esperar?

La ciudad fantasma de Kennicot y su mina, es otro de los lugares poco conocidos fuera de Estados Unidos y que no hay que perderse en una visita a Alaska. No hay que olvidar que Alaska fue la tierra de los buscadores de oro. Hoy en día algunas de estas minas están cerradas. Adentrandonos en las montañas Wrangell, nos encontramos con la mina Kennicot y la ciudad fantasma con el mismo nombre…antaño, la montaña en la que se encuentra estaba repleta de cobre lo que dio origen al nacimiento de este pueblo y a la villa de Mc Carthy cuya carretera hemos mencionado antes y que debe su fama a ser la única vía que comunicaba el mundo civilizado con la población y cuyo ferrocarril se utilizaba para el transporte del cobre. La ciudad quedó abandonada en 1938, cuando sus gentes cansadas del aislamiento decidieron dejar el lugar y se dejó de trabajar también con el cobre.
Visitar esta ciudad fantasma es como hacer un viaje en el tiempo, la mitad de los edificios y de las casas muestran claros signos de decadencia, la otra mitad va siendo restaurada lentamente, a las casas está permitida la entrada, no así a la antigua mina ya que es bastante peligroso y para visitarla hay que contratar a guías expertos.

Este era el hogar de los mineros que trabajaban allí, hoy aún se pueden ver los restos y escombros de la mina de cobre, unos grandes pilares de roca que no se deben confundir con otras enormes que pertenecen al cercano Glacial Root.

En Kenai, podemos observar ballenas, delfines,leones marinos… y los glaciares en un viaje en barco o viajar en aeroplano. La Península de Kenai es muy conocida por su fauna marina y los glaciares que desembocan en el oceano,los barcos a una distancia prudencial de los glaciares pueden permitirnos ver una imagen espectacular, y es la fractura de algun trozo del glaciar, el sonido de choque y la imagen de este al caer al agua convirtiendose en un iceberg, y el movimiento de este una vez se ha desprendido es simplemente increible, es uno de los lugares más visitados por este motivo,los amantes de la naturaleza disfrutarán aquí de lo lindo.

En Seward el punto fuerte es la visita es el Monte Marathon, y la posibilidad de poder acampar en cualquier punto en el país de los osos, o de hacer rutas por el monte con la bicileta, todo ello debería ser reclamo suficiente para visitar este estado.