Si eres un enamorado de Egipto y siempre has deseado ver las pirámides de cerca, recorrer el Nilo en barca y dejarte seducir por una civilización con miles de años de antigüedad, hazte con un buen protector solar y unas gafas de sol, porque a continuación te vamos a descubrir las joyas que esconde El Cairo y que harán que según termines de leer, lo primero que hagas sea reservar un billete de avión a la capital del reino de los faraones.
La Necrópolis de Guiza
Lo primero que cualquier visitante de El Cairo quiere descubrir son sus pirámides, ¿cómo no? Observar por sus propios ojos la majestuosa esfinge de Guiza y las inmensas pirámides de Keops, Kefren y Micerinos es el sueño de muchos viajeros. Desde sus alturas más de 4000 años de antigüedad nos contemplan sin perder si un ápice de su misterio y belleza. La necrópolis de Guiza se encuentra a tan solo 20 km de El Cairo con lo que no te costará mucho encontrar autobuses y excursiones con un guía especializado en la materia que te lleven hasta allí y te revelen los secretos que ocultan estas moles de piedra.
Foto de navva_92 (CC BY-ND 2.0)
Museo Egipcio de El Cairo
A salvo de ladrones y saqueadores de tumbas y maravillosamente expuestas y conservadas, las mayores joyas del Egipto de los faraones pueden ser observadas en el museo egipcio de El Cairo. Aquí encontrarás cientos de sarcófagos, momias, y esfinges, pero entre tanta reliquia te encontrarás cara a cara con la máscara de oro del faraón Tutankamon, su trono, la estatua del rey Kefrén o la del farón Tutmosis III. Por muchas de estas joyas arqueológicas parece que no han pasado los años y en mucho casos parece imposible que tengan miles de años de antigüedad.
Foto de -Merce- (CC BY-SA 2.0)
De compras por Jan el-Jalili
Jan el-Jalili es el antiguo zoco de la ciudad de El Cairo y un bazar fascinante donde encontrar las más exóticas mercancías. No uses el mapa y simplemente, piérdete entre sus estrellas callejuelas, déjate guiar por lo que te digan tus sentidos y compra esa pieza especial que te quieres llevar a casa. ¡Y sobre todo, regatea! Colores vibrantes, olores desconocidos y todo tipo de puestos de comida donde saborear verdaderas delicias como los dulces típicos «Umm ali«. A base de hojaldre y frutos secos, son un postre digno de un faraón.
Foto de anapeps (CC BY-ND 2.0)
Una visita a la Mezquita de Muhammad Alí
La mezquita de Muhammad Alí, también conocida como la mezquita de alabastro es una parada obligatoria en El Cairo y desde ella, al estar en un alto, se pueden disfrutar de las mejores vistas de toda la ciudad. ¡Tendrás una maravillosa panorámica de las pirámides! Pero si su fachada y su ubicación ya son de por sí impresionantes, su interior no lo es menos. Las cúpulas doradas cubiertas de estrellas de su interior, y la bellísima sala de oración invitan a la oración y al recogimiento. Tal vez te venga un poco de silencio para descansar de la ajetreada vida de la capital egipcia.
Foto de antecesor (CC BY-SA 2.0)
Un paseo por el Nilo
Y por supuesto, no hay mejor forma para descubrir la verdadera esencia de El Cairo que recorrer las aguas del Nilo. Inmenso, con un caudal impresionante y tan lleno de vida como hace miles de años, son numerosas las agencias especializadas en tours por el río que te llevarán de excursión por sus aguas para que hagas unas fotografías impresionantes y si es de noche todavía mejor. Porque al anochecer todo el Nilo se ilumina con las luces de las embarcaciones y los establecimientos que quedan a ambas orillas, creando una atmósfera tan mágica como única.
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