Echmiadzin, también llamada en otros lugares Ejmiatsin, se considera la ciudad más santa de Armenia, puesto que en ella reside el catholicós, es decir, la autoridad máxima de la iglesia cristiana de Armenia, superior incluso al patriarca. En realidad, Echmiadzin es un nombre familiar para referirse a la cuarta mayor ciudad de Armenia, Vagharshapat, que se ubica al oeste del país, a unos 20 km de la frontera con Turquía y a unos 45 de Iğdır, la ciudad turca más cercana. Desde Ereván, la capital de Armenia y principal vía de acceso al país a través del Aeropuerto Internacional de Zvartnots, el viajero tiene unos 20 km por carretera hasta la localidad santa. La ciudad se asienta sobre una orografía bastante abrupta que se corresponde con la geografía del altiplano armenio, una de las prolongaciones del Cáucaso que hace cima en el monte Ararat, de 5.165 metros de altura.
Parece que los armenios no han logrado ponerse de acuerdo con el nombre de la ciudad desde tiempos remotos. En su propio honor, el rey Vagharsh de Armenia, que vivió durante el difícil siglo II d.C., le cambió a la localidad su denominación original de Vardkesavan por el topónimo oficial que tiene hoy: Vagharshapat. Por otro lado, los bizantinos, en cuyos dominios se incluía Armenia hasta el siglo VII, le asignaron en sus geografías el nombre de Valashabad. Como quiera que sea, a pesar de que la denominación oficial es esa, la población de Armenia siempre se han referido y siempre se referirá a la ciudad santa de los armenios con el nombre de Echmiadzin o Ejmiatsin. Amén.
Como «santa» que es, Echmiadzin está repleta de iglesias. Eso solamente como «santa». Como «ciudad santa», alberga iglesias de enorme valor histórico y patrimonial y con una carga simbólica inmensa. La que disfruta de mayor protagonismo es la catedral de Echmiadzin, cuyo nombre oficial completo es Catedral Matriz de la Santa Echmiadzin. Es una de las catedrales más antiguas del mundo, ya que fue edificada entre los años 301 y 303 por el santo patrón de Armenia y primer catholicós del país, San Gregorio El Iluminador. Cuenta la leyenda que San Gregorio vio bajar del cielo un martillo de oro que golpeó la tierra en el lugar en que debía ser construida la catedral y allí se construyó una primera basílica con bóveda de madera y sin forma de cruz. Hacia el 480, un gobernador local ordenó dar a la catedral la planta cruciforme que tiene hoy en día. En el 618, otro gobernador mandó sustituir la cúpula de madera por una de piedra. La estructura de la iglesia que podemos contemplar hoy en día se corresponde con la resultante de esa última modificación, aunque con diferentes cambios producto del mantenimiento llevado a cabo a lo largo de los siglos.
Podemos considerar a la catedral de Echmiadzin como una de los templos más impresionantes del mundo desde las perspectivas de su simbolismo, su exclusividad y su representatividad en el arte y la arquitectura armenios.
Echmiadzin, la Roma de los Armenios
Echmiadzin es como la Roma de los Armenios por dos motivos. Primero, porque su catedral es la sede principal de la Iglesia Apostólica Armenia y el símbolo de todos cristianos armenios (precisamente, alberga en su interior tres reliquias de enorme valor, suponiendo que sean auténticas: la Lanza de la Pasión, la mano de San Gregorio y algunas maderas del Arca de Noé). Segundo, porque Echmiadzin es también el lugar de residencia del Patriarca Supremo y del Catholicós de Todos los Armenios. Estos altos representantes tienen su residencia en los edificios de los alrededores de la catedral, también de interesante valor turístico. Algunos de ellos son las Residencias Pontificias y el Seminario Teológico de Gevorkian y la Cancillería o Divanatun, que es donde hace su vida cotidiana el catholicós. Junto a estos edificios y en las proximidades de ellos se acumulan los jachkar, unas cruces de piedra típicas de la tradición cristiana armenia que están registradas hoy en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco bajo la denominación de «El arte de las cruces de piedra armenias».
Por supuesto, la ciudad de Echmiadzin alberga otros templos importantes y de un enorme simbolismo para el imaginario cristiano armenio. Además de la catedral matriz, la iglesia de Santa Rípsima —Hripsime— es una de las más representativas y antiguas de Armenia —fue erigida en el año 618—, aunque con el tiempo ha ido recibiendo modificaciones, pero siempre conservando gran parte de su aspecto original. Además de la iglesia de Santa Rípsima, también son destacables la iglesia de Santa Gayane y la iglesia de Choghakat, que se construyeron en el año 630 y 1694 respectivamente y que ilustramos en las fotografías inferiores.
Estas tres iglesias son los mayores exponentes de la peculiar arquitectura religiosa desarrollada por el pintoresco cristianismo armenio, que gracias a su aislamiento y personalidad ha desarrollado a lo largo de la historia elementos tan únicos como valiosos que la distinguen totalmente de los cultos ortodoxos orientales, por un lado, y de los católicos occidentales, por otro.
El Sitio Arqueológico de Zvartnots
A unos 16 km al este de Echmiadzin se encuentra el Sitio Arqueológico de Zvartnots, que está compuesto por las impresionantes ruinas de la catedral de Zvartnots. Este templo dedicado a San Gregorio el Iluminador, el fundador de la iglesia armenia, parece haberse construido hacia mediados del siglo VII y permaneció en pie al menos hasta el siglo X, momento en el que se pierde la pista de su evolución. Hace algo más de un siglo se excavaron los restos que se pueden contemplar hoy en día.
Se trata de una extraña iglesia cuya estructura externa tiene la forma de un polígono de 32 lados que en la distancia parece circular. El interior, sin embargo, tiene una planta en forma de cruz griega y está decorado con algunos mosaicos de gran valor histórico. La iglesia de Zvartnots son extremadamente útiles a la hora de estudiar de qué forma surgieron y evolucionaron en Armenia las características iglesias-mercados de planta cruciforme. Por desgracia, parece que los devastadores terremotos de Dvin, que tuvieron lugar en los años 863 y 893, fueron los responsables de la destrucción de este magnífico templo que mandó construir en el siglo VII el catholicós Nerses III. No en vano, a Nerses III le ha dado la Historia el sobrenombre de «Shinogh», es decir, Nerses III El Constructor.
Desde el año 2000, la Catedral e Iglesias de Echmiadzin y el Sitio Arqueológico de Zvartnots forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco bajo una misma denominación.
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