Un eclipse solar es un espectáculo de la naturaleza poco habitual y que, cuando ocurre, atrae a mucha gente, fanáticos o no de este tipo de sucesos. El próximo eclipse tendrá lugar el día 20 de marzo (viernes) y a muchos seguramente os pillará disfrutando del Puente de San José. Pero tanto si estáis trabajando o de vacaciones y queréis disfrutar de este fenómeno, aquí van algunas pautas.

Foto de chipdatajeffb (CC BY 2.0)

Coincidiendo con la despedida del invierno y la llegada de la primavera, el próximo eclipse que tendremos la oportunidad de disfrutar en España tendrá lugar el día 20 de marzo, viernes, por la mañana. Cada año se producen una media de dos eclipses en todo el mundo, pero muchas veces no repercuten porque no se pueden ver desde nuestro país. El último eclipse en España se produjo en 2005.

Antes de ver posibles destinos para ver este eclipse, analicemos el fenómeno en sí mismo.

¿Qué es un eclipse de sol? Se trata de un fenómeno natural que ocurre cuando, desde la Tierra y nuestra perspectiva, la Luna pasa delante del Sol y lo oculta. Según nos encontremos localizados, los eclipses pueden ser totales, anulares o parciales.

¿Dónde podemos verlo?

El Eclipse solar será total visible en las Islas Feroe, localizadas en el Atlántico Norte y las Svalbard  en el Océano Glacial Ártico. Ambos son destinos lejanos, pero tenemos una buena noticia, el eclipse también será visible en Europa, Norte de África y parte de Asia, aunque con menor intensidad. En España, podemos disfrutarlo en distintas partes de la geografía. Comenzará por las Islas Canarias, aproximadamente a las 7.45 horas de la mañana, llegará a la península poco antes de las 9.00 horas en Cádiz y en Girona a las 9.13 horas. Esta es una buena oportunidad para ver el eclipse ya que el siguiente tendrá lugar 21 de agosto de 2017.

Foto de Cristóbal Alvarado Minic (CC BY 2.0)

Si en este puente de San José estáis pensando en realizar una escapada, recorrer la provincia de Segovia es una excelente opción para aprovechar estos días.
La arquitectura medieval de muchos de sus pueblos, sus castillos de cuento y su gastronomía tan tradicional como contundente os enamorarán. Porque Segovia es mucho más que su famoso acueducto.

Cuéllar y su castillo medieval

La villa de Cuéllar cuenta con la distinción de Conjunto Histórico gracias al marcado carácter medieval y mudéjar de su patrimonio arquitectónico. En él destaca su castillo medieval con su triple recinto amurallado, uno de los más importantes y mejor conservados de Castilla León. También destacan una amplia variedad de monasterios, iglesias  y edificios históricos abiertos a los visitantes durante todo el año.
Dentro de las festividades de la ciudad, cabe señalar sus famosos Encierros de Cuéllar, declarados de Interés Turístico Nacional y considerados los más antiguos de España, ya que datan del siglo XIII.

Foto de José Javier Martin Espartosa (CC BY-NC-SA 2.0)

Ayllón, un pueblo congelado en el tiempo

Ayllón es un pueblo congelado en el tiempo y sus calles reflejan los múltiples pueblos que un día habitaron la villa: celtíberos, romanos, godos, judíos y cristianos. Todos dejaron su impronta en Ayllón lo que convierte a este pueblo Segoviano en un destino obligatorio para los amantes de la historia. Además los fines de semana el ayuntamiento ofrece visitas teatralizadas por el municipio para dar a conocer la riqueza cultural del mismo. Tienen una duración de una hora y cuarenta minutos y se admiten 55 visitantes por pase ¿os apuntáis?

Foto de fernando garcia redondo (CC BY 2.0)

Pedraza y su festival de las velas

La villa medieval de Pedraza se encuentra amurallada y está tan maravillosamente conservada que fue declarada Conjunto Histórico en 1951.
Pedraza es famosa, además de por su arquitectura, porque durante el primer y segundo sábado de julio el alumbrado de sus calles se apaga y cada rincón, ventana, plaza, patio y jardín se adorna con miles de velas. La ciudad se queda a oscuras iluminada únicamente por el titilar de las pequeñas llamas en un espectáculo lleno de magia y recogimiento que acoge a miles de visitantes cada año

Foto de B.Boris (CC BY-NC-SA 2.0)

Maderuelo, un pueblo en lo alto de una roca

Maderuelo es una villa monumental amurallada ubicada sobre un espolón rocoso en lo alto de una colina que domina en altura el río Riaza en su descenso hacia el Duero.
El espacio del que dispone Maderuelo es tan escaso que el trazado de sus calles y plazas es estrecho y sinuoso, adaptándose a la roca y dando lugar a una arquitectura única que lucha por no caer al vacío. Maderuelo limita con la demarcación de la D.O. de Ribera del Duero, así que si podéis, aprovechad la ocasión para disfrutar en este hermoso pueblo de los mejores vinos de la región.

Foto de ikerpe (CC BY-NC-ND 2.0)

Segovia, Patrimonio de la Humanidad

No podemos terminar este recorrido medieval sin hablar de Segovia cuyo casco antiguo y acueducto fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La oferta cultural que ofrece la ciudad es casi inabarcable. Pero como perla del medievo destaca el Alcázar. De estilo gótico-mudejar y edificado en el siglo XV fue una de las residencias más frecuentadas por los Reyes de Castilla y de él partió una jovencísima Isabel de Castilla para ser coronada reina de Castilla en la plaza mayor Segoviana.

Foto de jl.cernadas (CC BY 2.0)

Japón, con la llegada de la primavera se viste de gala. El «Hanami» es la tradición japonesa de observar y contemplar la belleza de las flores, más concretamente la belleza del «Sakura» o flor de cerezo que embriaga muchos de los rincones de las ciudades del país nipón. La cultura japonesa rinde un especial homenaje a las flores, y son muchos los japoneses (y visitantes) que salen a las calles, parques y jardines en primavera a observar el florecimiento de las flores de los almendros, cerezos y otras plantas.

La temporada de florecimiento en Japón se centra en los meses de marzo y abril. Dependiendo de las condiciones climáticas, podemos disfrutar de esta preciosa época desde finales de marzo a principios de abril. En Japón, la primera zona que disfruta de este acontecimiento son las Islas de Okinawa en marzo y la última, la zona de la isla de Hokkaido a mediados de abril.

Foto de Stormsewer (CC BY-SA 2.0)

«Sakura» cerezos en flor

Llamada «Flor de nubes de color de rosa», esta flor provoca un auténtico espectáculo en Japón. Es tanta la expectación que en los medios de comunicación se anuncia su predicción (sakurazensen) y los japoneses lo marcan en el calendario para no perderse tan importante evento. Los japoneses de preparan a conciencia y los visitantes acuden en masa en esta época del año tan solo para disfrutar del Japón más festivo y colorido. Es muy común ver a familias enteras, grupos de amigos y grupos de trabajadores reunidos en los parques haciendo picnic, celebrando la llegada de la primavera con las típicas comidas japonesas de la época Korokke (croquetas), Kushiage, Tempura y Tonkatsu.

Los árboles del cerezo que permanecen prácticamente desnudos en invierno, y forrados de hojas en verano y otoño, florecen en primavera dando lugar a uno de los espectáculos más importantes y con más significado de la cultura japonesa. La imagen de los pétalos de esta flor caídos en primavera simboliza la belleza efímera de la naturaleza y el renacimiento de la vida, evocando a un nuevo comienzo. La rapidez con la que la flor se marchita (no dura más de 10 días) simboliza el vivir el momento como en un eterno presente.

Foto de Stefou! (CC BY 2.0)

Cuando la celebración se produce por las noches se llama Yozakura (cerezos de noche) y es una fiesta muy arraigada en todo Japón.

Foto de Yakinik (CC BY 2.0)

¿Dónde de puede ver el «Hanami» en Japón?

Numerosos lugares a lo largo de toda la geografía japonesa ofrecen al visitante la posibilidad de contemplar este acontecimiento, pero son muy famosos parques y localizaciones como el Parque Ueno en Tokio, Parque Maruyama en Kioto, Castillo de Osaka, Parque Nara y Castillo Tsuyama.

¿Quieres vivir esta experiencia de primera mano?

Gante es una de las ciudades más populares de Bélgica y sin duda una de las más animadas. Esto es debido a su ambiente universitario ya que de sus 250.000 habitantes, 45.000 son estudiantes.
Al igual que la famosa ciudad de Brujas, esta ciudad también está surcada por una red de canales navegables y posee un precioso casco urbano medieval muy bien conservado que hará las delicias de todos los viajeros.
Así que si tenéis tiempo de visitar esta bonita ciudad Belga, estos son los cinco lugares que no podéis dejar de visitar.

Catedral de San Bavón

La catedral de San Bavón o Sint-Baafskathedral está muy cerca del campanario Belfort y es mundialmente famosa por ser el lugar en el que fue bautizado Carlos I de España.
Este templo tardó en construirse tres siglos y además de pinturas de Rubens guarda en su interior el retablo La adoración del cordero místico, obra maestra de los hermanos Van Eyck. Aunque para poder acceder a dicho retablo hay que pagar, la entrada de acceso incluye una audio guía. Merece la pena verlo porque es uno de los más importantes ejemplos de pintura medieval de Europa Occidental.

Foto de Daniel Hernández P (CC BY-NC 2.0)

Castillo de Gante

El castillo de Gante, también conocido como Gravensteen se encuentra en pleno centro de la ciudad. Es el único castillo medieval de Flandes que conserva su sistema de defensa casi intacto ya que prácticamente está rodeado de agua lo que hace que su arquitectura sea peculiar y fácilmente identificable. Este castillo fue la antigua residencia de los condes de Flandes y hasta el siglo XVII fue utilizado como prisión. El acceso es público durante todo el año y hoy en día es una visita obligada si se quiere conocer la historia medieval de Gante. Su interior alberga un museo de instrumentos de tortura que os pondrán los pelos de punta.

Foto de Anvica (CC BY-NC-ND 2.0)

Campanario de Belfort

Belfort es la torre del campanario de Gante y se encuentra en frente de la Catedral de San Bavón. Esta torre fue construida en 1313 y su altura y belleza os dejarán sin palabras. Belfort es desde 1999 uno de los 32 campanarios que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de Bélgica, y alberga en su interior un museo de campanas, entre las que se encuentra la mítica campana Roland, con su famoso dragón pintado en oro.
Si estáis dispuestos a poner a prueba vuestras piernas podéis subir sus 336 escalones.
La recompensa merecerá la pena porque disfrutaréis de unas maravillosas vistas de la ciudad.

Foto de Sitomon (CC BY-SA 2.0)

Puente de San Miguel

Si os gustan las panorámicas de 360 grados, este puente es el lugar ideal para obtener las mejores imágenes de toda la ciudad. Desde este puente se pueden fotografiar la torre de Belfort, la iglesia de San Nicolás y la catedral de San Bavón perfectamente alineadas. ¡Parece que posaran! Desde aquí también se pueden observar los muelles de Graslei y Korenlei, la iglesia de San Miguel y la universidad de Gante.
No importa a donde dirijas tu objetivo, ¡las fotografías quedarán perfectas!

Foto de Valtor (CC BY-NC-SA 2.0)

Citadelpark

A las afueras de Gante se encuentra este parque que alberga un espectacular jardín botánico y dos de los museos más famosos de la ciudad: el SMAK (Museo de Arte Contemporáneo) y el MSK (Museo de Bellas Artes). El SMAK alberga exposiciones de arte experimental y el MSK una amplia muestra de pintura y escultura con obras de Géricault, El Bosco o Kokoschka.
Foto de Wolfhowl (CC BY-NC 2.0)

Comenzamos esta nueva serie haciendo un repaso por los mejores barrios Chinatown del mundo. Muchos son conocidos, otros no tanto, pero todos guardan las costumbres, cultura y gastronomía China a rajatabla. Pueblo aventurero pero muy arraigado a sus costumbres, han exportado su forma de vida a multitud de países en todo el mundo, pero siempre manteniendo su esencia. Darse un paseo por estos barrio es adentrarse en el país asiático por horas aunque estemos a miles de kilómetros de distancia. Comienza nuestra aventura por la cultura china.

 Chinatown San Francisco ( Estados Unidos)

San Francisco tiene el privilegio de contar con la comunidad china más extensa fuera del país chino. Ejemplo de adaptación y convivencia, este barrio ofrece al visitante una inmersión profunda en esta cultura milenaria. Es, a su vez, el barrio chino más antiguo de Norte América (fundado en 1840) y ofrece al turista una amplia variedad de tiendas, restaurantes y espectáculos que hacen que sea una de las atracciones turísticas más importantes de la ciudad. En la plaza Portsmouth se puede ver a gente practicando Tai Chi y a ancianos jugando ajedrez chino.

Foto de SMcGarnigle (CC BY 2.0)

ChinaTown Vancouver (Canadá)

Muestra de un amplio contaste cultural y étnico de todas las comunidades residentes en el, el barrio chino de Vancouver (fundado en 1885) es considerado un punto clave del turismo de la ciudad hoy día, y pieza indispensable del crecimiento de la propia ciudad al principios del siglo XX. Hoy día, el turista puede sentir la frenética actividad de sus calles y comercios, vivir la vibrante cultura y sentir los vivos colores que aparecen en los comercios y en los artículos que allí se venden. Alguna de sus principales atracciones son el jardín chino del Dr. Sun Yat-Sen, el Sam Kee Building (posiblemente, el  edificio comercial más estrecho del mundo) o el Centro Cultural Chino.

Foto de Caitriana (CC BY-SA 2.0)

ChinaTown Nueva York ( Estados Unidos)

Es quizás el barrio chino más conocido del mundo y una visita obligada si estás en Nueva York de visita. Se recomienda su visita por las mañanas, a la hora de máxima actividad comercial para adentrarse en sus calles y sentir la vida del barrio con una área aproximada de 1,5 kilómetros de Norte a Sur y de 3 kilómetros de Este a Oeste dentro de la isla de Manhattan. Los turistas pueden pasear, comer en numerosos restaurantes (muchos de ellos con opción a menús muy económicos, comprar en las tiendas (conocidas por sus imitaciones casi perfectas de bolsos, y otros artículos) y sentirse en china en el centro de Nueva York.

Foto de Fran García (CC BY-SA 2.0)

ChinaTown Lima (Perú)

Este barrio chino fue creado por la afluencia de inmigrantes procedentes de las provincias de Cantón y Sichuán. Rico en cultura y contrastes, destacamos alguna zonas como El Arco Chino donada por la colonia china, inaugurada el 12 de noviembre de 1971 por el alcalde Eduardo «Chachi» Dibós. Este monumento es quizás la parte más característica del barrio, y en  su parte superior se puede apreciar la frase en caracteres chinos: «bajo el mismo cielo, todos lo hombres son hermanos».

Foto de David Berkowitz (CC BY 2.0)

Ahora que la bicicleta cada vez cobra más protagonismo en nuestras calles.
¿No os apetece conocer mundo visitando aquellas ciudades de latinoamérica mejor preparadas para circular en este medio de transporte tan ecológico?
A continuación os proponemos algunas con las que no podréis de dejar de pedalear.

Santiago de Chile (Chile)

Santiago de Chile es una ciudad que por sus características naturales se convierte en una ciudad ideal para los ciclistas: se encuentra en un valle, su clima es suave y poco lluvioso. El sueño de todo amante de la bicicleta con sus más de 550 kilómetros de sendas ciclistas urbanas.
La ciudad ofrece tours guiados con los que se puede conocer la casa del premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, el barrio Patronato, el Mercado Central o el Museo Nacional de Bellas Artes. Los parques y barrios más hermosos del centro urbano y Providencia son otros lugares de obligada visita.

Foto de Claudio Olivares Medina (CC BY-NC-ND 2.0)

México D.F. (México)

México D.F. fomenta entre sus ciudadanos el uso de la bicicleta y en algunas calles durante los fines de semana solo pueden circular este tipo de vehículos.
En los puntos turísticos de la ciudad se ofrecen calendarios con los recorridos establecidos para los domingos con rutas a través del Centro Histórico de la capital mexicana.
Guadalajara es otra ciudad mexicana que en los últimos años también ha apostado por el turismo sobre dos ruedas.

Foto de C.Figueroa.9 (CC BY-NC-SA 2.0)

Curitiba (Brasil)

Curitiba, al igual que Santiago de Chile, cuenta con unas condiciones naturales óptimas para desplazarse en bicicleta, hasta el punto que el 70% de su población se mueve a diario con este medio. Curitiba dispone de rutas para descubrir la ciudad pedaleando, recorriendo el Paseo Público y atravesando el Parque Barigui, las Plazas de España y Japón y la Fuente de Jerusalén. Para ciclistas experimentados existe la posibilidad de descender la Serra da Graciosa hasta Morretes. Sus paísajes son espectaculares pero puede que vuestra bicicleta no termine el recorrido de una sola pieza.

Foto de hp_cwb (CC BY-NC 2.0)

Bogotá (Colombia)

Bogotá es sin duda, una de las mejores ciudades de latinoamérica para descubrir con bicicleta pues cuenta con más de 121 kilómetros de rutas ciclistas que se conectan y enlazan entre si. Además desde hace 37 años los domingos son oficialmente el día “libre de autos” lo que anima a la gente a salir a la calle y estas se llenan de caminantes, skaters, patinadores y como no, entusiastas de las bicicletas.

Foto de RonaldHV (CC BY-NC-SA 2.0)

Buenos Aires (Argentina)

La capital argentina está experimentando una auténtica fiebre por la cultura ciclista y cada vez se pueden encontrar más carriles bicis con los que circular y descubrir la ciudad. Buenos Aires es una ciudad enorme pero a dos ruedas se pueden visitar sus rincones más característicos de forma rápida y cómoda, como por ejemplo los bosques de Palermo, repletos de ciclistas a cualquier hora del día y el Rosedal.

Foto de Marcello Roselli (CC BY-ND 2.0)

España en imágenes: Sevilla en 5 fotos

Haciendo caso del dicho popular “una imagen vale más que mil palabras”, nosotros seguimos con nuestra serie “España en Imágenes” donde desglosamos ciudades de nuestra geografía a golpe de 5 instantáneas. Sevilla será nuestro destino. Ciudad que, con la Semana Santa a la vuelta de la esquina se convierte en un atractivo turístico por excelencia. ¿Cuáles son sus puntos claves? Aquí te los mostramos.

Barrio de Santa Cruz

Esta zona de Sevilla es uno de los barrios más característicos y pintorescos de Sevilla. Localizado cerca del barrio de San Bartolomé, corresponde con una parte de la antigua judería medieval, otra zona a su vez, de las zonas más bonitas de Sevilla. Invitamos al turista a pasear por sus calles y tomar una de las tapas más características de la zona “La Pringá” en una de sus tascas y descubrir alguna de las típicas casa-patio sevillanas, que conservan todo el encanto y tipismo del barrio, repleto de plantas y flores. ¡Todo el encanto de Sevilla en sus calles!

Foto de OlgaBerrios (CC BY 2.0)

Plaza de España

Testigo de paseos y rodajes de cine (Fue escenario de algunas escenas de Star Wars y recientemente de la serie “Juego de tronos”) esta plaza fue construida como edificio principal de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929. Como dato curioso, en sus bancos aparecen representadas todas las provincias de España en azulejos, y es muy común ver a turistas españoles haciéndose fotos en frente de su comunidad. ¡Una plaza de cine y foto!

Foto de Francisco Colinet (CC BY 2.0)

Puente de Triana

El puente de Isabel II, es conocido popularmente como puente de Triana ya que une la ciudad con el barrio de Triana cruzando el río Guadalquivir. Son típicos los paseos de los sevillanos por su puente y las riveras de ambos lados del río, tomando sus aperitivos en las terrazas de la zona. Toda su estructura es de piedra y hierro, y es una de las postales más características de la ciudad.

Foto de Kalysee (CC BY-ND 2.0)

 La Catedral de Sevilla

Esta impresionante catedral fue declarada Patrimonio de la Humanidad, junto al Real Alcázar y el Archivo de Indias por la UNESCO en 1987. Construida en el espacio que dejó la demolición de la antigua Mezquita Aljama, de la cual se conserva La Giralda y el Patio de los Naranjos. Recomendamos tanto tu visita exterior como interior, ya que posee una de las fachadas más importantes de las catedrales de España y un interior con joyas como la Custodia de plata de Juan de Arfe o el Rosetón de los Cuatro evangelistas por Vicente Menardo datado en 1557.

Como curiosidad, la Catedral de Sevilla es la es la catedral gótica cristiana con mayor superficie del mundo por lo que recomendamos dedicarle, al menos, medio día a su visita.

Foto de Catedrales e iglesias (CC BY 2.0)

La Giralda de Sevilla

La Giralda de Sevilla es el campanario de la Catedral de Santa María, siendo sus dos tercios inferiores, el alminar de la antigua mezquita Aljama y el tercio superior la construcción sobrepuesta en la época cristina para albergar las campanas. En su parte más alta, la Giralda tiene una bola sobre la que descansa una estatua llamada “giraldillo” que hace funciones de veleta y que le da el nombre a la torre, también conocida como “La Torre del Oro”.

Foto de Fra.ps (CC BY-ND 2.0)

Estas son algunas de los principales atractivos de Sevilla, pero sabemos que hay mucho más. ¿Cuál es tu listado de “imprescindibles» de Sevilla?

Sintra es una pequeña villa portuguesa, Patrimonio de la Humanidad  y antigua residencia vacacional de los reyes lusos en un entorno natural y con unos palacios como nunca antes habéis visto. Y a tan solo 30 kilómetros de Lisboa. Las calles empinadas de la ciudad os obligarán a usar vuestras piernas, pero el encanto de cada uno de sus rincones hace de esta ciudad un destino obligatorio cuando decidáis visitar Portugal.

El Palacio da Pena es el monumento más característico de Sintra por méritos propios y domina la ciudad desde las alturas. En su fachada se alternan distintos colores: amarillo, gris, rojo y blanco. Todos ellos mezclados con motivos mudéjares, torres góticas y mobiliario barrroco. Tan extravagante como espectacular, no deja indiferente a nadie.
Para los menores de 6 años la entrada es gratuita y los adultos solo pagan 11,50€.
Para acceder a él os recomendamos coger el autobús 434. Solo cuesta 5€ ida y vuelta y se puede tomar en la puerta de la Oficina de turismo de la ciudad.

Foto de querin.rene (CC BY-NC-ND 2.0)

Tras visitar el Palacio da Pena, no os olvidéis de pasear por los Jardines de la Quinta da Regaleira. Enormes extensiones de bosque salpicadas por pasadizos, oscuras y sinuosas galerías, fuentes, cascadas y puentes por los que olvidarse del mundo.
La entrada a este magnífico jardín cuesta 5€ e incluye un mapa para no perderse durante el paseo, porque su intrincado diseño pondrá a prueba vuestra orientación.

Foto de Andos-pics (CC BY-NC-SA 2.0)

El Castelo dos Mouros ofrece gracias a su altura unas estupendas vistas panorámicas de toda la ciudad y del océano Atlántico. Se trata de un enclave defensivo junto al Palacio da Pena, erigido por los árabes en el siglo VIII que también puede ser visitado. Los menores de 17 años solo pagan 5€.
Se pueden recorrer sus murallas y almenas, ver la antigua capilla consagrada a San Pedro y entrar en la Torre Real que todavía sigue en pie. Eso sí, para acceder a ella primero hay que subir quinientos escalones, aunque las impresionantes vistas de toda la zona compensarán el esfuerzo.

Foto de with pc crached (CC BY-NC-ND 2.0)

Cuando decidáis descender de nuevo al pueblo, el siguiente punto a visitar es el Palacio Nacional de Sintra o Palácio da Vila. En su día fue un palacio real y hoy es propiedad del Estado portugués que lo utiliza con fines turísticos y culturales. En su arquitectura destacan dos enormes chimeneas cónicas gemelas que hacen que este palacio no pase inadvertido al visitante.

Foto de Christine4nier (CC BY-NC 2.0)

Y para terminar la jornada nada mejor que deleitaros con los dulces típicos de la zona. Sintra deslumbra también por su repostería, cuyas joyas son las famosas queijadas y los travesseiros, famosos en toda la región. Hechos de hojaldre, rellenos de almendra y dulce de huevo y espolvoreados de azúcar, están deliciosos sobretodo si los acompañáis de un estupendo café portugués.

Foto de Tadeu Pereira (CC BY-NC-SA 2.0)

Ahora que se acerca la ceremonia de entrega de los famosos Premios de la Academia de Cine Americana, ¿os apetece una vuelta por la ciudad de Los Ángeles?
Si te consideras un verdadero cinéfilo no podrás resistirte a decir aquello de: “Silencio, se rueda…¡y acción!”

El famoso Hollywood Boulevard alberga el Paseo de la Fama o Paseo de las Estrellas. Entre la Calle Gower y la Avenida de Brea, el suelo está plagado de grandes baldosas donde se suceden las estrellas con los nombres de artistas del mundo del teatro, la televisión, la radio, la música y por supuesto actores y directores de cine. Además, a lo largo de todo el paseo, encontraréis personas disfrazadas de personajes de películas famosas que caminan entre los turistas con la intención de ganarse una propina por ceder su imagen y hacerse una foto con ellos.

Foto de Caribb (CC BY-NC-ND 2.0)

El Teatro Dolby, antiguamente conocido como Teatro Kodak, es uno de los principales iconos de Hollywood Boulevard. En este lugar, cada año se celebra la entrega de los Óscar y es el punto central del Paseo de la Fama. El ambiente que rodea el teatro recuerda a un parque temático donde el cine es el gran protagonista.
El Teatro Dolby se puede visitar desde las diez y media de la mañana hasta las cuatro de la tarde (septiembre y mayo solo hasta las dos y media de la tarde) y cada media hora hay un tour guiado para poder conocer sus instalaciones. El precio de la entrada es de 15$ para adultos y 10$ para niños y además se puede llegar al lugar en metro gracias a la parada Hollywood/ Highland Station.

Foto de deltaMike (CC BY-NC-SA 2.0)

Otro de los puntos emblemáticos de Los Ángeles que hay que visitar es el Teatro Chino Grauman, muy cerca del Teatro Dolby. Lo primero que llama la atención de este edificio es su fachada que imita una pagoda china, así que es muy difícil que pase inadvertido para el visitante.
A los pies de este teatro se encuentran impresas en cemento las huellas de pies y manos de muchos artistas y es habitual ir a la caza de la huella de vuestro actor favorito.

Foto de mninha (CC BY-NC-SA 2.0)

Después de mirar tanto al suelo buscando celebridades, ¿qué tal si elevamos la vista al cielo? El mejor lugar para hacerlo es el Observatorio Griffith. Se trata de un observatorio astronómico situado en la zona sur de la colina del Parque Griffith donde está anclado el famoso cartel de Hollywood. Tendréis unas inmejorables vistas panorámicas de la ciudad con el Océano Pacífico de fondo.

Foto de Paula Hirama (CC BY-SA 2.0)

Y para terminar este mítico recorrido, no nos podemos olvidar de los legendarios Estudios Universal, creadores de grandes éxitos como «El Golpe» o «Tiburón».
En los Estudios Universal podréis disfrutar de un parque de atracciones temático de todas las famosas películas producidas por dichos estudios. También es posible contratar un tour turístico por los históricos decorados originales de la productora.

Allí donde confluyen los ríos Saona y Ródano se alza la tercera ciudad más importante de Francia: Lyon. Es uno de los destinos con más personalidad del sureste del país y, al mismo tiempo, heredero de una gran historia que hunde sus raíces en los tiempos de los celtas y la Galia romana. En la actualidad, las guías de viajes de todo el mundo la describen como una ciudad eminentemente gastronómica, con numerosos restaurantes de fama internacional, y con una potente industria textil basada en la manufactura de la seda. Para conocer Lyon, la opción más habitual es viajar en un vuelo directo hasta el aeropuerto de Saint-Exupéry de Lyon –a unos 25 km de la ciudad–, que sirve por ejemplo Air France. Una vez allí, hay una conexión en metro ligero llamada Rhônexpress que llega hasta la estación de tren de Lyon Part-Dieu (unos 25 euros) y un servicio barato de autobús (Slínea 46, unos 2 euros). Otra opción es volar en una compañía low–cost hasta Génova (Suiza) y desde allí tomar un tren por unos 25 euros hasta las estaciones de Perrache o Part-Dieu.

Ubicación de Lyon (Google maps). Clic para ir al mapa.

Foto: Magnus Manske, Wikimedia Commons (CC BY-SA 1.0).

Según diferentes fuentes históricas, sabemos que la ciudad de Lyon fue fundada por los celtas en la actual colina de Fourvière con el nombre de Lugodunon, pero fue tras la refundación romana de 43 a.C. como Lugdunum cuando se consiguió que la ciudad gozara de tanta prosperidad –era el paso natural hacia el norte de Italia– que hasta llegó a ser capital de las Tres Galias romanas. Con los avatares de los últimos siglos del Imperio Romano, Lyon perdería importancia y pujanza hasta que la recupera en el Renacimiento gracias a la cercanía de Italia. La Revolución Francesa trajo destrucción por el largo asedio de las tropas revolucionarias, pero sería Napoleón quien ordenaría la reconstrucción de la ciudad a principios del siglo XIX. Toda esa historia ha dejado un gran legado patrimonial que la Unesco reconoció en el año 1998 al incluir el Sitio histórico de Lyon en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Foto: Mathieudu68, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Foto: Ampere, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Una de las partes más interesantes de la ciudad es la colina Fourvière, donde están los restos más antiguos: el teatro romano de Lyon y algunos antiguos recintos. Allí también se encuentra la basílica de Notre-Dame de Fourvière. Además de esta plaza, bajando por la colina llegamos al interesante Viejo Lyon (Vieux Lyon), que es el barrio medieval y renacentista. Es una delicia pasear por sus calles y disfrutar de los estupendos edificios que todavía se conservan: sin lugar a dudas, los amantes de la historia justificarán su viaje a Lyon visitando esta zona del casco viejo. Con el crecimiento de la ciudad, el verdadero centro se ha desplazado realmente a la zona de Presqu’île, que realmente es un completo testimonio del desarrollo industrial de la ciudad.

Además de los puntos dichos anteriormente, quien quiera viajar a Lyon deberá tener en cuenta otra importante visita: La Croix-Rousse, un barrio marcado profundamente por la antigua industria de la seda que tan importante fue en tiempos del Renacimiento y en la Edad Media. Pero, más allá de los monumentos y las caminatas por las calles de la ciudad, Lyon es una delicia por su increíble gastronomía. En ella se educaron y crecieron chefs de la talla de Paul Bocuse y Eugénie Brazier algo que ha permitido que se forje en ella la llamada Haute Cuisine (Alta Cocina). Para muchos, Lyon es la capital mundial de la gastronomía, pero la calidad de sus platos, incluso los más tradicionales, se puede degustar en los famosos Bouchons, que se concentran en las calles de Vieux-Lyon y en la Rue Mercière. En definitiva, un viaje de lo más completo. ¿Te animas a conocer Lyon?