Casi sin darnos cuenta se ha terminado el mes de Enero y nos hemos metido de cabeza en febrero, el mes más romanticón del calendario. Con San Valentín a la vuelta de la esquina, ¿no te apetece programar una escapada a Venecia? A continuación te vamos a dar unas cuantas razones para que te animes a hacer una escapada a esta romántica ciudad italiana.

La Plaza de San Marcos

El corazón de Venecia no puede faltar en tu visita a la ciudad y más ahora que también se acercan los carnavales. Aquí encontrarás edificios tan representativos como la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal o el Campanille. Pero si te quieres hacer una foto en el lugar, date prisa antes de que suba la marea o «acqua alta» porque a no ser que lleves unas buenas botas de agua te calarás hasta las rodillas.

Foto de Rafael Robles L.(CC BY 2.0)

El Gran Canal

¿Puede haber algo más romántico que deslizarse en góndola por los cuatro kilómetros de el Gran Canal de Venecia? Imagínate que hermosos atardeceres podrás observar al tiempo que pasas bajo el Puente Rialto, el Puente de la Academia o el Puente de los Descalzos.

Foto de Miguel Moraleda (CC BY-ND 2.0)

Santa María della Salute

El perfil de esta iglesia es uno de los más conocidos de Venecia. Le levantó para celebrar el fin de la peste en la ciudad y su cúpula es uno de los símbolos más característicos de la ciudad y puede ser vista desde diversos puntos de la misma. ¿Te imaginas celebrar una boda en un lugar tan espectacular?

Foto de Arian Zwegers (CC BY 2.0)

El Palacio Ducal

Venecia es una ciudad de cuento y no hay cuento que se precie que no tenga un palacio. En este caso, se trata del Palacio Ducal, centro de poder de la ciudad y que alberga en su interior obras de Veronés, Tiziano y Tintoretto, además de una prisión de la cual escapó el mismísimo Casanova en el año 1756. ¡Deja que este magnífico edificio te conquiste!

Foto de CFuga (CC BY-SA 2.0)

El puente de los suspiros

Así de primeras, parece un nombre muy romántico para un puente, ¿verdad? Pues todo lo contrario. Porque este paso comunica el Palacio Ducal con los calabozos del mismo, y su recorrido suponía la última vista de la laguna Veneta para los reos que iban a ser condenados a muerte.

Foto de Annika_666 (CC BY-ND 2.0)