Taormina es una joya por descubrir de Sicilia y uno de los mejores destinos posibles para todos aquellos que quieran disfrutar de unas vacaciones de ensueño en el Mediterráneo. Colgada de la ladera de una montaña, esta ciudad mezcla en su paisaje torres medievales, callejuelas con las más pintorescas tiendas, playas de aguas cristalinas y hasta un antiguo anfiteatro griego con más de 2.000 años de antigüedad.
Taormina es tan bella que ha servido de escenario natural para múltiples películas y el mismísimo Francis Ford Coppola tiene aquí una casa de veraneo. ¡Vamos a dar un paseo por ella!

Anfitetro griego de Taormina

Taormina tiene muchos rincones maravillosos que visitar pero su anfiteatro griego del siglo III a.C es el símbolo de la ciudad. Rodeado de cipreses e higueras se levanta el Teatro helenístico de Taormina, diseñado tanto para representación teatrales como para luchas en la arena. Desde su punto más alto se pueden disfrutar de unas maravillosas vistas del Mediterráneo, de la ciudad de Siracusa, las costas de Calabria y de la humeante chimenea del volcán Etna.

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¡Vámonos de compras!

Los amantes de la historia, la cultura y la naturaleza encontrarán en Taormina el lugar ideal que visitar, pero los amantes de las compras tampoco quedarán decepcionados. Para encontrar las tiendas con las mejores ofertas de la isla es necesario pasear a lo largo del Corso Umberto I, la principal vía comercial de la ciudad. Aquí se agolpan multitud de tiendas de artesanía, cerámicas, joyas, ropa y como no, los típicos souvenires. ¡Así que preparad vuestras tarjetas porque no sabréis que llevaros!

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Las playas de Taormina

Hablar de islas y Mediterráneo es hablar de playas de ensueño y Taormina tiene unas playas maravillosas para refrescarse en verano. Entre todas ellas destacan las playas de Giardini di Naxos y las de Mazzaró, a las que se llega gracias a un teleférico desde Mazzeo. Y por último pero no menos importante, la playa de Lido Spisone, que ofrece sol por el día y discotecas donde bailar por la noche.
Tampoco hay que olvidarse de visitar las playas de la Isla Bella. Se trata de una diminuta isla de la bahía de Taormina, unida a tierra firme por una lengua de tierra que solo es transitable con la marea baja. Así que cuando terminéis de tomar el sol, tenéis que daros prisa para salir de ella si no os queréis quedar aislados durante la noche cual Robinson Crusoe.

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¡Qué rico!

¿Qué tal si disfrutamos de una una buena comida bajo el sol siciliano a base de pescado, degustando el aceite de oliva de la zona con pan artesano y un buen vino? En cualquier restaurante de Taormina podréis saborear lo mejor de la cocina italiana y sus productos con denominación de origen con unos precios bastante asequibles.
Y si después de comer decidís tomar un buen café o un granizado de limón con la típica cassata siciliana sentados en las terrazas de uno de los cafés de Corso Umberto I, el día ya será inmejorable.

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El volcán Etna

Si estáis dispuestos a vivir una verdadera aventura tendréis que hacer una excursión al monte Etna, el volcán más alto y activo de Europa. Para llegar a él se puede hacer una incursión a través de la garganta del río Alcántara, para finalmente explorar los cráteres y cuevas de lava del volcán. Os quedaréis sin palabras ante este espectáculo natural.

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