El pasado 28 de junio la Unesco decidió incorporar 25 nuevos lugares al Patrimonio de la Humanidad: tres en América, cinco en África, siete en Europa, nueve en Asia y uno en Oceanía. De esta forma en 2011 el número de incorporaciones ha superado ligeramente a la media anual desde que se creara la Convención del Patrimonio Mundial (1972), media que asciende a 24 nuevos lugares por año. Todos los meses de junio y julio, este organismo decide qué sitios agrega a la lista, cuáles se eliminan a consecuencia de su grave deterioro o cuáles se consideran amenazados. Lo hace a través del Comité del Patrimonio de la Humanidad, que este año ha celebrado su 35ª reunión, en la cual también se ha decidido retirar de la lista de lugares en peligro al Santuario de Fauna de Manas –al norte de la India–. Estos son los nuevos lugares Patrimonio de la Humanidad:
Categoría de bienes naturales:
La costa de Ningaloo, en Australia:
La costa de Ningaloo, en el desconocido oeste autraliano, alberga un arrecife coralino que se extiende a lo largo de 250 km de costa. Es un lugar idóneo para practicar el submarinismo y «snorkeling» porque, además del coral, en la región viven especies marinas como el tiburón ballena, rayas, delfines, yubartas y tortugas bobas. Incluso es posible acercarse a muchas de estas especies para darles alimento. Foto de mjwinoz - Flickr.
Las islas de Ogasawara, en Japón:
Las más de 30 islas Ogasawara son de origen volcánico. Fueron descubiertas por Bernardo de la Torre en 1543 y España reclamó su soberanía hacia finales del siglo XIX, pero fueron ocupadas finalmente por Japón. Forman un peculiar paisaje en el que habitan extrañas especies, como el lobo volador, un tipo de murciélago en peligro de extinción. En este archipiélago se encuentra Iwo Jima, escenario de una feroz batalla entre Japón y EE.UU. en la II Guerra Mundial. Foto de *yasuhiro - Flickr.
El sistema de lagos del Gran Valle del Rift (Great Rift Valley), en Kenia:
El Gran Valle del Rift no es otra cosa que una enorme fractura geológica que se extiende desde Yibuti a Mozambique en el continente africano. Este valle se forma por el empuje divergente entre dos placas tectónicas y se calcula que en 10 millones de años la porción de tierra al este se habrá desgajado totalmente del resto de África al quedar inundado el valle por el océano. En estos lagos existe una enorme colonia de flamencos, además de rinocerontes negros, jirafas y pelícanos blancos. En la foto: el lago Nakuru. Foto de Wikimedia.
Categoría de bienes culturales:
Ciudad Histórica de Bridgetown y su área histórica de la guarnición (Garrison), en la isla de Barbados:
Escogida por su típica arquitectura colonial británica, Bridgetown alberga edificios de los siglos XVII, XVIII y XIX. La Unesco señala que una de las peculiaridades de la configuración urbanística de la localidad es que las calles no están dispuestas en cuadrículas, a diferencia de las colonias españolas y holandesas que jalonan estas latitudes. Arriba, el parlamento de Barbados. Foto de randystoreyphotography - Flickr.
El lago del Oeste de Hanzhu (ing.> Hangzhou), en China:
El lago de Hanzhu está situado junto al delta del río Yangtsé, el tercero más largo del mundo detrás del Amazonas y del Nilo. Este lago tiene un aire místico que ha contribuido a que exista a sus orillas multitud de templos, pagodas, jardines y algunas islas artificiales. En la foto: lago de Hanzhu, tomada por Vairoj Arunyaangkul - Flickr.
El Paisaje Cultural del Café, en Colombia:
Esta denominación hace referencia a 18 poblaciones colombianas situadas a los pies de la cordillera de los Andes, al oeste del país. Para la Unesco, constituyen «un excepcional ejemplo de paisaje cultural sostenible y productivo que es único y representativo de una tradición que se ha erigido como un fuerte símbolo de todas las plantaciones de café del mundo». Foto de U. S. Fish and Wildlife Service - Northeast Region - Flickr.
El Jardín Persa, en Irán:
Los jardines persas simbolizan dos cosas: el Edén y los cuatro elementos del zoroastrismo, que son el cielo, la tierra, el agua y las plantas. La denominación de «El Jardín Persa» de la Unesco engloba nueve jardines que se encuentran repartidos en otras tantas provincias de Irán. La influencia del jardín persa se ha extendido desde la India a Europa y la Unesco ha querido hacer un homenaje a esta milenaria concepción de la naturaleza y a la belleza de los tradicionales jardines persas.
El paisaje cultural de Konso, en Etiopía:
Con sólo 55 km² de superficie, el paisaje cultural del Konso está compuesto de terrazas delimitadas con muros de piedra y de diversos asentamientos fortificados. Esta denominación también incluye diversas estatuas antropomorfas de madera que se usaban para ritos funerarios locales.
El paisaje agrícola y cultural de Causses y Cévennes, en Francia:
El paisaje cultural mediterráneo de Causses y Cévennes es la denomación de mayor extensión entre los nuevos bienes culturales, con una superficie total de 302.319 hectáreas. La configuración comarcal de la región delata su gestación medieval mediante la creación de grandes abadías surgidas en torno al siglo XI. En Mont Lozère, por cierto, aún se practica la trashumancia. Foto de un castillo de Cévennes, de PhillipC - Flickr.
La fábrica de Fagus de Alfeld, Alemania:
Se trata de complejo industrial compuesto por 10 edificios diseñados por el arquitecto Walter Gropius. Tienen el mérito de haber establecido las directrices de la arquitectura y el diseño industrial modernos. El complejo, ubicado en la Baja Sajonia, data de 1910 y adelantó muchos de los elementos que incorporaría la escuela de la Bauhaus en su concepción del diseño vanguardista.
Los centros de poder de los lombardos en Italia (568-774):
Este templete de Clitunno es uno de los siete grupos de edificios que atestiguan el paso cultural protagonizado por el pueblo lombardo desde la era Antigua hasta la Edad Media, un momento de transición todavía bastante oscuro. El pueblo lombardo rigió Italia durante dos siglos en los que hizo de bisagra entre las influencias de la antigua Roma, la renaciente Bizancio, la espiritualidad cristiana occidental y la corriente cultural nórdica.
Hiraizumi: templos, jardines y lugares arqueológicos representativos de la Tierra Budista Pura, en Japón:
La denominación «Hiraizumi: templos, jardines y sitios arqueológicos representativos de la Tierra Budista Pura» comprende cinco lugares que datan de los siglos XI y XII, como el monte de Kinkeisan. Este conjunto de lugares representa la esencia del budismo japonés en el momento en que alcanzó un mayor desarrollo. La foto es del templo de Motsuji, Hiraizumi, tomada por chaojikazu - Flickr.
El Fuerte Jesús de Mombasa, en Kenia:
El arquitecto renacentista italiano Giovanni Battista diseñó este impresionante fuerte, que se construyó entre los años 1593 y 1596. Por entonces, Portugal se encontraba bajo la corona de Felipe II y se pretendió reforzar la ruta hacia las indias orientales haciendo más seguro el puerto de Mombasa, una de las escalas fundamentales en el viaje a la India. Según la Unesco se trata de «uno de los más impresionantes y mejor conservados ejemplos de las construcciones militares portuguesas del siglo XVI».
Los conjuntos de petroglifos de las montañas Altai, en Mongolia:
El argumento de la Unesco para incluir los tres lugares que engloba esta denominación en el Patrimonio de la Humanidad es que ilustran «el desarrollo de la cultura en Mongolia a lo largo de un periodo de 12.000 años. Las primeras imágenes reflejan un momento de la historia (11.000-6.000 a.C.) en el que el área estaba parcialmente poblada de árboles».
La catedral de León, en Nicaragua:
El arquitecto nicaragüense José de Porres Esquivel diseñó la catedral de León, que fue erigida entre el año 1747 y principios del siglo XIX. El templo representa la transición entre el arte barroco y los preceptos artísticos de la Ilustración, que estaban por entonces entrando muy lentamente en España y sus colonias.
El delta del Salum, en Senegal:
El delta del Salum comprende diversos canales de agua salada y unas 200 islas e islotes, así como tupidos manglares. Además existen más de 200 túmulos funerarios en los que se han encontrado ajuares de mucho valor arqueológico que ayudan a comprender la evolución de las culturas subsaharianas en el África atlántica.
El paisaje cultural de la sierra de Tramontana, en Mallorca (España):
El único lugar de España que se ha incluido en 2011 dentro del Patrimonio de la Humanidad es el paisaje cultural de la sierra de Tramontana, que se encuentra en la isla de Mallorca. La escasez de agua en las islas obligó a los habitantes a desarrollar diversos sistemas que han moldeado el paisaje, como por ejemplo la construcción de terrazas de cultivo.
Los lugares arqueológicos de la Isla de Meroe, en Sudán:
En la recóndita isla de Meroe, un paisaje semidesértico flanqueado por el Nilo y los ríos Atbara, se desarrolló el enigmático reino de Kush. Entre los siglos VIII y IV a.C. crearon un vasto imperio que comprendía tierras entre el Mediterráneo y el interior de África. El sitio arqueológico de la isla de Meroe engloba la ciudad real, de la que se conservan numerosos vestigios. Este lugar pertenece geográficamente a la tierra de Nubia.
Los palafitos prehistóricos alrededor de los Alpes, en Suiza, Austria, Francia, Alemania, Italia y Eslovenia:
Entre el 5.000 y el 500 a.C. en los alrededores de los Alpes existió una serie de asentamientos que preferían vivir en palafitos sobre el agua. Esta denominación engloba un total de 111 pequeños lugares, de los cuales 65 se encuentran en Suiza. Para la Unesco, estos asentamientos proporcionan interesantes datos sobre cómo funcionaban las sociedades agrarias primitivas.
Los antiguos pueblos del norte de Siria, en Siria:
Alrededor de 40 pueblos situados en el noroeste de Siria conforman esta nueva denominación. Se trata de un conjunto de localidades surgido en torno al siglo I y abandonado en el X, y constituyen un interesante grupo de muestras arquitectónicas tanto de templos paganos como de iglesias, baños públicos y en general del urbanismo que se practicaba en el Imperio Bizantino. Así mismo, representa la difícil transición entre una Roma pagana y una Roma cristiana en un territorio fronterizo del Imperio. Foto de la Unesco.
La mezquita de Selim II en Adrianópolis, en Turquía:
La mezquita de Selim II fue ordenada construir por el sultán turco Selim II y fue proyectada por el mejor arquitecto otomano del siglo XVI: Sinan. Se trata de una mezquita que en realidad constituye un complejo de diversas instalaciones, como madrazas (escuelas coránicas), un mercado, una biblioteca... Es una verdadera maravilla, también el interior, decorado con peculiares azulejos turco-arábigos.
Los lugares culturales de Al Ain, en Emiratos Árabes Unidos:
Se trata de un conjunto de sitios en los que queda patente la evolución cultural y civilizacional de los habitantes de estas tierras, que pasaron de ser meros nómadas en el desierto a ciudadanos organizados en complejas sociedades. Entre los restos más destacados se encuentran las tumbas de piedra circulares (que datan de 2.500 a.C.) y las diversas construcciones hechas de adobe, como casas, palacios, edificios públicos, complejos defensivos...
La residencia metropolitana de Bukovina y Dalmacia, en Ucrania:
Se trata de un complejo de edificios proyectado por el checo Josef Hlavka. Entre las instalaciones existe un monasterio, una iglesia de planta de cruz latina. La monumentalidad del complejo es realmente sobrecogedora.
La ciudadela de la dinastía Ho, en Vietnam:
Explica la Unesco que esta ciudadela se construyó siguiendo los principios del por entonces incipiente feng shui (siglo XIV), los cuales derivaron en la práctica en la proyección de unas armónicas y refinadas proporciones. Las construcciones que integran la ciudadela anunciaban en realidad «el nacimiento de un nuevo estilo asiático de ciudad imperial».
Categoría mixta de bienes naturales y culturales:
El Área Protegia de Wadi Rum, en Jordania:
Las 74.000 hectáreas que componen el área protegida de Wadi Rum son la única de las incorporaciones de 2011 que se cataloga como bien cultural y natural al mismo tiempo. Se trata de un peculiar paisaje desértico en el cual existen arcos naturales de piedra, algunos restos arqueológicos y petroglifos que atestiguan una presencia humana continua a lo largo de 12.000 años.
Con estas 25 nuevas incorporaciones, ya son 936 los bienes que el ser humano tiene repartidos por el mundo en concepto de Patrimonio de la Humanidad. Una cifra nada despreciable, sobre todo si entendemos que la Convención del Patrimonio Mundial, la institución de la que depende el Comité del Patrimonio de la Humanidad, todavía no ha cumplido 40 años.
Se puede consultar las directrices para elección de lugares de la Unesco en este documento en inglés. En esta otra página del servicio de prensa de la Unesco se pueden visualizar vídeos sobre varios de los nuevos bienes patrimonio del ser humano. Aquellas fotos en que no se indica su origen pertenecen a la Unesco y han sido tomadas de la página de la Unesco sobre el Patrimonio de la Humanidad y del servicio de prensa de la Unesco.
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1 respuesta hasta ahora ↓
1 Julieta // 1 de julio de 2011 a las 16:57
WOW! Esto si que es interesante!!!
Cuanto costaría un toursito solamente por las nuevas =) !!!
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