La serie de posts titulada «la naturaleza de Sudáfrica» (ver al final de la entrada) encuentra en el Parque Nacional de Table Mountain su cuarta entrada, en la que se pretende abordar las particularidades de un parque nacional costero. Su superficie, que está rodeada por Ciudad del Cabo, abarca 221 km². Desde su creación en 1998, el Parque Nacional de Table Mountain se ha convertido en el más popular y visitado de Sudáfrica, al recibir una afluencia anual de público que supera los 4 millones de visitantes. El beneficio económico que proporciona el parque a Sudáfrica se cifra en 374,6 millones de rands –dato de 2009.
En este entorno natural se ubica el celebérrimo cabo de Buena Esperanza, que así bautizaron los portugueses –en concreto el rey Juan II– al advertir que doblándolo se podía seguir bordeando África en la entonces hipotética ruta hacia la India. Dejó así de llamarse el cabo de las Tormentas para conmemorar el exitoso primer viaje de Vasco de Gama hasta las Indias Orientales que abría por fin una ruta de comercio directo con el subcontinente. Además del cabo de Buena Esperanza, el parque alberga otro accidente geográfico notable que da nombre al mismo: la montaña Mesa o Table Mountain, una enorme meseta delimitada por paredes casi verticales que descienden hasta el mar. Las vistas, desde luego, son maravillosas, tanto hacia Ciudad del Cabo como hacia el océano. Se puede acceder a la cima a través de funicular, o bien siguiendo las rutas que conducen a ella. El billete de ida y vuelta del funicular –cableway– cuesta unos 17 euros por adulto, aunque cada año se suele subir la tarifa en torno a 5 rands –medio euro, al cambio.
Aunque los citados accidentes geográficos son, grosso modo, los principales atractivos turísticos del parque, existen algunos puntos concretos cuya visita está recomendada. Dos de los lugares más populares de la meseta de Table Mountain son Signal Hill y Lion’s Head –Cabeza de León–; desde la segunda se obtienen unas panorámicas de 360º que se han hecho famosas entre los habitantes de Ciudad del Cabo y los visitantes. Más o menos al centro de Table Mountain se encuentra Silvermine, donde se puede seguir una serie de senderos de distintos niveles de dificultad que atraviesan los paisajes típicos de fynbos.
Las playas constituyen otro de los numerosos atractivos que ofrece este parque. Una de las playas más interesantes desde el punto de vista paisajístico es Llandudno, en la vertiente atlántica del cabo de Buena Esperanza. Para aquellos que prefieren tumbarse en la playa y dejarse acariciar por el sol, las playas adecuadas son Scarborough, Noordhoek o Kommetjie. Si se prefiere practicar senderismo entre los bosques y la verde naturaleza del parque, los lugares más comunes y recomendados son Newlands Forest, Echo Valley u Ouderkraal. La fauna tiene sus exponentes raros en el parque, como por ejemplo la colonia de pingüinos africanos de Boulders Beach que se encuentra cerca de la población de Simons Town.
El lector puede encontrar más información sobre el Parque Nacional de Table Mountain a través de la página oficial South African National Parks. También se puede visitar la página oficial de Table Mountain.
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