El poder de los aristócratas europeos pudo haber sido muchas veces despótico e injusto, pero también es verdad que sus riquezas y su alto nivel educativo han hecho posible que crearan a lo largo de la historia espacios y edificios realmente bonitos y admirables. Alemania, que hasta el siglo XIX estuvo fragmentada en incontables principados, es uno de los mejores ejemplos que hay en Europa para demostrar esto. Se conservan tantos castillos y palacios en alturas, como el que sirvió de inspiración a Disney para su logo, que muchas veces se han convertido en la carta de presentación de las regiones donde se encuentran. Hoy queremos hacer viajar a nuestra imaginación hasta Alemania, a uno de los palacios más bonitos de Alemania, no solo por el edificio, sino también por sus jardines en medio de un lago: el palacio del lago Schwerin, donde dicen que hay hasta un espíritu encantado, el Petermännchen. Se encuentra al norte de Alemania, en el Ducado de Mecklemburgo-Schwerin y a la localidad se la conoce como la ciudad de los siete lagos.

Ubicación del Palacio de Schwerin (Google maps). Clic para ir al mapa.

Palacio de Schwerin-Schloss. Foto: Kolossos, Wikimedia Commons (CC BY 3.0)

La geografía de esta zona de Alemania está formada por lagos bastante grandes, pero el mayor de todos es el lago de Schwerin. No resulta extraño que en la antigüedad esta zona se considerase perfecta a la hora de defenderse de ataques de los enemigos. Se cree que ese es el motivo por el que los duques de Mecklemburgo eligieron la isla que hay en mitad del lago para erigir, allá por el 1500, el precioso palacio que ahora es una gran atracción turística de la ciudad. Desde 1990, el palacio-castillo de Schwerin es la sede del parlamento de Mecklemburgo. De todas formas, si viajas esta ciudad alemana, el palacio y los preciosos jardines del lago Schwerin no te los puedes perder. Por lo demás, la ciudad no ofrece muchos más atractivos, más allá de ser una típica ciudad del norte de Alemania en la que se puede reconocer esa esencia propia de la región. Una interesante opción para disfrutar de ella puede ser hacer un recorrido en barco por los diferentes lagos que rodean la ciudad.

Foto: Villy Fink Isaksen, Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0).

Foto: Backslash, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Foto: Harald Hoyer, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Viajar a Schwerin, en Alemania para conocer el palacio de Schwerin, que también se conoce como castillo de Schwerin, vale perfectamente la pena. ¡Se trata de uno de los mayores logros de la arquitectura historicista! Los jardines, que rebosan de color y están cruzados por amplios estanques y fuentes, invitan a pasear y pasar un rato distendido. De todas formas, lo más lógico es incluir este destino dentro de un itinerario viajero más amplio por el norte de Alemania, donde hay ciudades estupendas como la vecina Rostock, la ciudad hanseática de Lübeck o Hamburgo, que es considerada como la capital del norte. Muy cerca se encuentran también las ciudades hanseáticas de Wismar y Stralsund, también muy bonitas.

Schwerin desde el lago Pfaffenteich. Foto: Backslash, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

El «Petermännchen». Foto: Niteshift, Wikimedia Commons (CC BY 3.0).

Plaza del Mercado de Schwerin. Foto: Niteshift, W. Commons (CC BY 2.5).

El castillo-palacio de Schwerin tiene también una curiosa leyenda: el espíritu burlón Petermännchen. Se le describe como un pequeño hombrecito que porta un montón de llaves y vaga por los túneles y criptas subterráneas del castillo; a veces armado con un sable o una daga gasta bromas a los ladrones e intrusos para espantarlos. Como todo castillo-palacio que se precie, el de Schwerin también tiene su «fantasma». ¿A qué esperas para conocer este fantástico destino? Puedes encontrar más información en esta web.