San Martín (III): la ciudad de Philipsburg

26 de diciembre de 2011 por Paco Almádena · Sin comentarios · América, Isla de San Martín, Ocio, Turismo, Viajes

Aunque la ciudad que en general ofrece más posibilidades al visitante es Marigot, Philipsburg también tiene cierto atractivo. Sin ir más lejos es en este enclave donde fondean los cruceros que recorren el Caribe, parece que por la posibilidad de comprar joyas a precios bajos gracias a la exención de impuestos. Teniendo en cuenta las mismas recomendaciones que se expresaron en la anterior entrada sobre la Isla de San Martín, Philipsburg no ofrece una experiencia diferente con respecto a Marigot. Ambas son como las caras de una misma moneda, inseparables: juntas tienen el mismo valor, separadas ninguno.

Philipsburg

Aunque los holandeses alcanzaron la isla en 1631 y se instalaron en ella dos años después, no será hasta 1735 cuando el asentamiento experimente un notable desarrollo, bajo el gobernador de origen escocés John Philips. Él fue el responsable de la implantación de modernas técnicas de sembrado y cosecha en la isla y por eso se le considera el más distinguido prócer de la localidad, más aun que el fundador de la ciudad.

Al igual que Marigot, Philipsburg goza de la ventaja consumista que le ofrece un régimen fiscal que no grava al mercado minorista. Las calles más comerciales son Front Street y Back Street y han adquirido fama en los últimos años porque en ella se venden joyas y perfumes libres de impuestos. Al margen de la faceta comercial de la ciudad hay edificios históricos que tienen su belleza y simbolismo, como por ejemplo el palacio de Justicia (Courthouse), que se encuentra en Front Street. Además, la ciudad tiene dos fuertes:

  • El Fuerte Ámsterdam, que construyeron los colonos holandeses, fue tomado por las tropas españolas de Cadereyta, que reforzaron sus defensas para detener a los corsarios que actuaban contra los intereses españoles en el Caribe. Peter Stuyvesant, fundador de Nueva Ámsterdam –hoy la gran ciudad de Nueva York–, perdió una pierna en un intento de los holandeses por recuperar el fuerte.

  • El Fuerte Willem I (de Guillermo I) fue construido por los ingleses en 1801. Se llamó Fort Trigge hasta que fue reconquistado por los holandeses más tarde y finalmente abandonado en 1846. En la actualidad sólo quedan algunas trazas de paredes del fuerte.

Por otro lado está Sint-Maarten Park y Sucker Garden Salt Factory. En el primero, una especie de zoo, habitan individuos de numerosas especies de animales como loros, ocelotes y monos. La segunda es una reliquia de la industria decimonónica de la sal en la que se puede apreciar cómo era el proceso de producción desde la extracción hasta su transporte y venta.

Los objetos que alberga el Museo de Sint-Marteen, en el centro de Philipsburg, trazan un recorrido histórico de la isla, desde el momento en que estaba habitada por los indios arahuacos hasta la actualidad. El valor de este museo no pasa de lo anecdótico, aunque también se venden recuerdos relacionados con la historia de la parte holandesa de San Martín.

En resumen, Philipsburg es una visita ineludible, aunque es inseparable de Marigot. Para obtener más información y detalles sobre Philipsburg, el lector puede acudir a la página oficial de Turismo de la isla de San Martín.

Más información sobre San Martín:

→ San Martín (I): la isla caribeña que comparten dos naciones europeas

→ San Martín (II): la ciudad de Marigot

 

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