Brujas, la ciudad de la cerveza, los encajes y el chocolate

3 de marzo de 2010 por Marina · 1 Comentario · Cultura, Ocio, Sin categoría

Brujas es una encantadora ciudad de Bélgica. La ciudad se conoce por sus miles de variedades de cerveza, su pasión por el mejor chocolate y por sus influencias flamencas.

El centro de esta ciudad ha sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El centro, de estilo medieval, está lleno de casas y edificios históricos, con fachadas impresionantes y esculturas.

La ciudad destaca por las numerosas torres que decoran el panorama de la ciudad. El centro de la ciudad se compone por el Markt Square, la Plaza del Mercado, que históricamente era una plaza donde se reunían los mercaderes de todo el país para vender una gran variedad de productos. El Markt ocupa una hectárea en pleno centro de la ciudad, y aquí se encuentra el Hallen, conocido como el mercado cubierto.

Uno de los símbolos más impresionantes de la ciudad se encuentra en el Markt, y es la torre o el campanario conocido como el Belfort o el Halletoren, que data del siglo XII. Antiguamente, aquí se encontraba la tesorería y los archivos principales de la región. La torre tiene unos 366 escalones que le llevan a uno a una especie de observatorio que se encuentra a unos 83 metros de altura.

De las plazas más emblemáticas son la ya mencionada plaza Markt y la plaza ‘t Zand. Beguinage es un sitio donde se encuentran los beguinajes flamencos, o casas donde vivían las religiosas. En la Plaza Burg, donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad, también se podrán encontrar cientos de películas antiguas o históricos libros. En Dijver se encuentra uno de los mercados más importantes de la ciudad, que está lleno de antigüedades y otras joyas curiosas.

Las calles principales son la Steenstraat, la Zuidzandstraat, la Noordzandstraat y la Zilverpand, entre otras. Las calles están llenas de tiendas que se dedican a la cerámica, boutiques que venden los mejores encajes por los que la ciudad se hizo tan famosa, y encantadoras tiendas de chocolate.

Hay numerosos museos y teatros escondidos en esta ciudad. Algunos museos se dedican a las excavaciones arqueológicas, mientras que otras demuestran su colecciones de antiguos objetos de plata. Las galerías de la ciudad, entre las cuales destaca el Groeningemuseum, reúnen el arte de los pintores flamencos y de los pintores y escultores de otros países. Uno de sus museos más destacados es el Museo del Chocolate, aunque también destaca el Museo de las Cervecerías.

Entre las salas dedicadas a la música de la ciudad destacan el Concertgebouw y el De Werf. Algunos de los teatros más importantes son el Aquariustheater o el Teatro Inglés de Brujas.

De los principales monumentos y estructuras de la ciudad destaca la Onze-Lieve-Vrouwekerk, o la Iglesia de Nuestra Señora, de 122.3 metros de altura. Dentro de esta iglesia se encuentra la estatua de la Madonna de Brujas, que data del año 1504 y es una de las pocas esculturas de Miguel Ángel que salió de Italia cunado aún estaba vivo. También destaca la Basílica de la Santa Sangre, la Heilig-Bloedbasiliek, donde se encuentra una de las reliquias más antiguas de la ciudad y es una pieza central durante las procesiones de Semana Santa. La Catedral de Sint-Salvator encanta a los visitantes con su atmósfera medieval.

La ciudad consiguió convertirse en una gran potencia hace siglos, dado que estaba bien situada y destacaban sus numerosos puertos. La ciudad aun hoy conserva varios puertos como el Kruispoort, el Gentpoort, el Smedenpoort o el Ezelpoort. Sin embargo, su puerto más importante sigue siendo el Zeebrugge. Cerca de la ciudad se encuentra Sint-Michiels, una pequeña ciudad que destaca por su parque de atracciones, el Boudewijn Seapark, y por su delfinario.

Brujas es una ciudad que invita a dar paseos, dado que está llena de numerosos canales, puentes tradicionales y más elaborados y tiene muy pocos coches. Sus calles adoquinadas le llevan a uno de paseo por las estrechas calles bordeadas con casas tradicionales.

La ciudad está llena de canales y pequeños puentes repartidos por toda la ciudad. Los canales de la ciudad están llenas de barcas privadas y barcos que ofrecen excursiones. Las calles de la ciudad, conectadas entre si por puentes, están llenas de pequeñas tiendas que venden las que se han convertido en tradicionales patatas fritas del país, deliciosos gofres y cientos de distintos tipos de chocolate y cerveza.

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