Bujará, continuación del cuento oriental de Uzbekistán

14 de junio de 2013 por Paco Almádena · 1 Comentario · Asia, Patrimonio de la Humanidad, Turismo, Uzbekistán, Viajes

Hace casi dos años que no tratamos los secretos del recóndito Uzbekistán, famoso sobre todo por la ciudad de Samarkanda, aunque con muchos otros lugares de especial encanto, como Jiva, un escenario de cuento oriental del que hablamos en su momento. Hoy vamos a contar algunas cosas de otra de esas ciudades perdidas en las intrincadas repúblicas ex soviéticas del centro de Asia: Bujará, que también puede encontrarse escrita en inglés como Bukhara. Al igual que otras ciudades de Uzbekistán, como Jiva o Samarcanda, también Bujará nació y se desarrolló al calor del trasiego comercial que trajo la antigua ruta de la seda, aquella que Marco Polo describió en El libro de las maravillas. Se hizo famosa cuando en 1938 Fitzroy Maclean, un joven diplomático escocés destinado en la embajada británica de Moscú, realizó un viaje por la zona y dejó sus impresiones en el libro Eastern Approaches, de 1949. Bujará presenta un impresionante centro histórico con edificios del siglo XVI muy bien conservados que le valieron la inclusión en la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1993.

Bujará, Uzbekistán

Localización de Bujará (Google maps). Clic para ir al mapa.

Mezquita de Po-i-Kalyan, Bujará, Uzbekistán

El Gran Minarete (Minâra-i Kalân) de Bujará. Foto: Euyasik, Wikimedia Commons, (CC BY-SA 3.0).

La ciudad de Bujará se fundó bajo el dominio persa de la región, cerca del fin del siglo VI a.C. Sufrió los avatares de las invasiones árabes y de los mongoles, que la arrasaron casi por completo. Su edad de oro tuvo lugar entre los siglos XVI y XVIII, durante la existencia del Janato de Bujará, un momento de esplendor que se tradujo en la grandeza de lo que hoy es su centro histórico. Fue durante esta época cuando se construyó la mayoría de las mezquitas y las madrazas que hay en el casco viejo que le dan ese toque mágico a la ciudad que arrancó del olvido el diplomático escocés y que describió con la expresión «ciudad encantada» para concluir sus alabanzas con la afirmación de que los edificios rivalizaban con «la mejor arquitectura del Renacimiento Italiano». Cuando se aprecia el skyline de la ciudad desde alguna de sus azoteas no queda más remedio que contemporizar con las descripciones de Fitzroy Maclean y envidiarle un poco, por la fortuna de haber sido el primer redescubridor de este insólito destino.

Skyline de Bujará, Uzbekistán

Foto: Adam Jones, Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0).

Madraza de Nadir, Lyab-i Hauz, Bujará, Uzbekistán

Foto: Alaexis, Wikimedia Commons (CC BY 3.0).

Principales sitios de interés

Poco más hay que ver de Bujará a excepción de su casco histórico, que pertenece al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1993. El monumento más representativo del mismo es el complejo de Po-i-Kalan, a los pies de uno de los edificios más reconocibles de la ciudad: el Gran Minarete de Bujará. Este minarete de ladrillos con forma circular no solamente sirvió en los antiguos tiempos para llamar al rezo, sino también para lanzar al vacío por sus angostas ventanas a los peores criminales de la ciudad. La mezquita de Kalan, que también se incluye en el mismo complejo arquitectónico, acabó de construirse hacia 1514; por su parte, la madraza de Mir-i Arab, también perteneciente al Po-i-Kalan, se construyó entre 1512 y 1533. Por otro lado, hay que destacar también el castillo de Bujará, que contribuye decisivamente al despliegue de esa esencia oriental de antaño tan reconocible en los cuentos de Las 1.001 noches. De forma rectangular, el castillo tiene el sobrenombre de «El Arca» y alberga una serie de edificios que la convertían en una pequeña ciudad autónoma en la que vivían el jan o el emir de turno. Otros lugares interesantes en Bujará son el estanque de Lab-i Hauz, el barrio de Char Minor y los mausoleos de Ismail Samani y de Chashma-Ayub.

mezquita y minarete de Po-i-Kalyan, Bujará, Uzbekistán

Foto: Patrickringgenberg, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Castillo El Arca, Bujará, Uzbekistán

La puerta de entrada al Arca es del siglo XVIII. Foto: Stanislav Kozlovskiy, Wikimedia Commons (CC BY 3.0)

Aunque Bujará se encuentra, como quien dice, en medio de ninguna parte de Uzbekistán, puesto que las ciudades más cercanas son la capital del país, Taskent (a 550 km), Samarcanda (265 km) y Jiva (450 km), hay relativamente buenas vías de acceso desde la capital y desde otros destinos fuera del país. Por ejemplo, hay diferentes conexiones aéreas desde la vecina Rusia, principalmente Moscú o San Petersburgo. No obstante, Taskent es el principal nudo de comunicaciones del país y desde ella salen trenes y aviones que conducen hasta la ciudad que hemos tratado hoy en 2.0 Viajes. Desde Samarcanda también hay trenes que pasan por esta hermosa ciudad oriental.

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