Lomé es la capital y la ciudad más importante de Togo. Lomé es una ciudad de tan solo 730,000 habitantes, y está al lado del Golfo de Guinea.
La ciudad ha sufrido cambios importantes durante su pasado como la capital de un país que pasó de ser colonia de Alemania antes de la Primera Guerra Mundial a formar parte de las numerosas colonias tanto de Francia como del Imperio Británico. Sin embrago hay un gran espíritu colectivo, y los ciudadanos siempre han considerado esa tierra como «su tierra». Por eso, incluso ahora muchos ciudadanos no quieren separarse de su trozo de tierra que ha estado durante generaciones en su familia, y por las calles de la ciudad se pueden ver grandes casas con enormes piscinas y pequeñas casetas de piedra lado a lado, contrastando las diferencias sociales y el espíritu nacional.
Durante años anteriores, Lomé había sido un punto importante en el comercio entre los países más grandes del Golfo de Guinea. Más tarde, logró atraer al turismo por sus preciosas playas. Ahora la ciudad está llena de ritmo, de tiendas, y de modernas cafeterías, donde las casas más humildes están al lado de los rascacielos de los bancos y los grandes hoteles de lujo. Muchos zemidjans recorren sus calles, pequeñas motocicletas que hacen de taxi.
La ciudad atrae a muchos turistas por sus playas y por su clima. La ciudad tiene dos periodos de lluvia, uno de ellos al final de primavera, y el otro a principios del otoño. Su clima siempre es cálido, oscilando entre los 23ºC y los 30ºC durante todo el año. aunque no el calor se ve apaciguado por la brisa del océano.
El norte de la ciudad está separado del centro de la ciudad por una laguna de 30 kilómetros cuadrados. La laguna parece un preciosos oasis dentro de la ciudad.
El Gran Mercado de Lomé, el Lomé Grand Market, es un mercado tradicional de tres plantas. Muchos locales y turistas se acercan allí para disfrutar de una gran selección de productos naturales, desde pimientos rojos y limones de la región hasta el pescado seco directamente del océano. En la planta baja se encuentra Nana Benz, un sitio dedicado a la ropa y donde podrán encontrar ropas más tradicionales y de colores vivos de la región. Además, en este mercado se siguen vendiendo muchos ingredientes que se utilizan para la medicina tradicional y miles de hierbas y remedios naturales.
También destaca el Museo Nacional de Togo, que se encuentra en el Palacio de Congresos, uno de los mayores centros de convenciones de la ciudad. El museo fue fundado en el año 1975. En el museo hay varias exposiciones etnográficas y culturales, con muchas corrientes de arte distintas. Hay muchos artefactos, joyas e instrumentos musicales, objetos hechos de cerámica y colecciones de obras de arte de varios siglos de la historia del país.
La ciudad sigue llena de arquitectura colonial. Destacan las impresionantes arcas y galerías de la Catedral del Sagrado Corazón de Togo. La Catedral de Lomé es un edificio construido en el estilo gótico alemán a principios del siglo XX. Muchas otras influencias se han mezclado en esta ciudad africana a lo largo de los tiempos. La ciudad es notable por sus pequeñas casas de diferentes colores. El panorama de la ciudad es una única combinación de las tierras rojas, los enormes bulevares, las pequeñas calles, y la impresionante costa de la ciudad.
La costa es sin duda la parte más tranquila y algo más melancólica de la ciudad. Durante las horas más tempranas de la mañana cientos de pescadores locales embarcan en sus barcos para ir de pesca. Por el mediodía, la playa se llena de gente, tanto los locales y los turistas, que vienen a aprovechar las tranquilas aguas del golfo.
En esta ciudad también destaca el Palacio de la Justicia. Además, merece la pena ver el Monumento a la Independencia, que se encuentra en el corazón de la ciudad, en el centro de la capital y muy cerca del Palacio de los Congresos y del Museo Nacional de Togo.
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