Hoy se cumplen cuatro meses de la inauguración de la sección «2.0viajes viaja al pasado», una sección destinada a recopilar aquellos reportajes de 2.0 Viajes que tratan de un destino en concreto. Hasta ahora hemos rescatado cuatro colecciones de reportajes que tuvieron un cierto éxito entre los lectores de 2.0 Viajes: «Tres vértices de Centroamérica», «Regreso a la Edad Media de la Toscana», «San Martín, una isla de dos países europeos» y «La naturaleza de Sudáfrica». Hoy es el turno de «Túnez», una de las más extensas series de reportajes publicadas por esta bitácora, con cinco piezas sobre diferentes puntos turísticos del país, que contemplan tanto su aspecto natural como su patrimonio histórico-artístico. Todos ellos pertenecen al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Túnez
La serie de reportajes «Túnez» dedica dos entradas a la capital de Túnez, en concreto a su medina histórica y al Sitio Arqueológico de Cartago. Al haberse convertido tras la derrota de la ciudad púnica en una importante provincia de Roma, los restos de la presencia romana son abundantes y muy valiosos; además de las ruinas de Cartago, esta serie de reportajes también trata de algunos lugares arqueológicos romanos y púnicos que pertenecen al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, como Dougga, Kerkoune y El Djem. Kairuán, una de las más importantes ciudades santas de la esfera islámica, es otro de los destinos tratados dentro de «Túnez». La naturaleza también tuvo un hueco entre los reportajes de esta serie: el Parque Nacional de Ichkeul.
La medina de Túnez fue incorporada al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979 en reconocimiento a la gran cantidad de patrimonio histórico–artístico que atesora. Aproximadamente 700 monumentos erigidos entre el siglo XII y XVI lo justifican. Como en el resto de los destinos del norte de África, el ingrediente exótico se sustenta sobre las anquilosadas y atrasadas estructuras sociales.
Túnez (II): el Sitio Arqueológico de Cartago
En el año 1979 la Unesco no se limitó a incluir la medina de Túnez en el Patrimonio de la Humanidad. También incorporó el Sitio Arqueológico de Cartago, muy próximo a la capital de Túnez, que es un testimonio viviente de la capacidad urbanística romana y el altísimo desarrollo que alcanzó su civlización. El telón de fondo que pone el Mediterráneo a este sitio refuerza la melancolía de quien se pierde entre sus laberintos de ruinas.
Túnez (III): el Parque Nacional de Ichkeul
La brisa salada del Mediterráneo embadurna el precioso entorno natural que se extiende alrededor del lago Ichkeul, el último resto de una antigua cadena de lagos. Este lugar de Túnez carece de las infraestructuras turísticas para lograr una cierta masificación del sitio, por lo que todavía puede apreciarse en su esencia más pura. Flamencos, cigüeñas y gansos emigran de Europa a este lugar del África, donde el clima es muy benévolo.
Túnez (IV): restos de ciudades púnicas y romanas que son Patrimonio de la Humanidad*
Dougga y el anfiteatro de El Djem pertenecen al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por tratarse de ejemplos excepcionalmente conservados de la cultura romana y de su fusión con la cultura indígena de los númidas. Por su parte, Kerkoune es un sitio arqueológico único, donde se conservan numerosos restos de la cultura comercial de Cartago.
Túnez (V): la ciudad santa de Kairuán
Kairuán, nombre que procede la palabra árabe «kirwan», que significa «puesto fronterizo militar», es una de las ciudades santas más importantes del Islam. Fue fundada a finales del siglo VII. La Gran Mezquita de Kairuán incide en ese carácter de santa que tiene esta impresionante ciudad tunecina, que también conserva una de las medinas más auténticas del norte de África. Se hizo Patrimonio de la Humanidad en 1988.
En el futuro rescataremos otras series de reportajes que nuestros lectores han apreciado y que creen que reestrenarlas merece la pena.
* Fotografía de ©UNESCO/Editions Gelbart
1 respuesta hasta ahora ↓
No hay comentarios hasta ahora... el tuyo puede ser el primero.
Deja un comentario