La visita que hoy narro la hicimos al Parque Nacional Gunung Leuser, en Sumatra. Es una zona de selva tan cerrada que impide el paso del sol y estos no llegan al suelo. El Parque ocupa casi toda la zona norte de la isla, hasta las costas. Este Parque natural recibe el nombre del Monte Leuser que se encuentra dentro del mismo. Lo habitual aquí es practicar el trekking y mochila al hombro seguir el rastro de senderistas anteriores.

Este centro es el habitat natural del famoso tigre de Bengala, del rinoceronte y del elefante asiático, se encuentran en total libertad con lo que hay que ir con mucha precaución, aunque es raro avistarlos, un encuentro inesperado con ellos podría suponernos algún problema.

La ruta para recorrer este inmenso parque es de unos 4 días, no sé como será en otyras épocas del año, pero cuando fuimos era verano, y el calor allí es muy húmedo, es imposible secarte el sudor.

Allí podremos encontrar toda suerte de ejemplares botánicos: helechos gigantes, musgos, enredaderas lianas…creciendo sin control hasta le techo de la jungla, y haciendo que tengamos que trepar en algunos tramos para sortear esa espesura que bloquea el camino. Hay muchos insectos, como es de suponer, por lo que se hace indispensable un repelente.

Para lo que no tendremos repelente y si habremos de tener cuidado es con las serpientes, se aconseja llevar calzado fuerte y alto para caminar por esta zona, nunca sabemos qué podemos pisar. También suele haber bastantes sanguijuelas aquí.

Antes de entrar en el Parque conviene ir surtido de agua y mapas…en el interior del Parque hay un arroyo, pero no conviene beberse todo el agua que llevemos antes de encontrarlo, ya que la deshidratación es uno de los mayores inconvenientes que tendremos en este viaje.

Una de las cosas que podemos ver aquí con un poco de suerte son los ejemplares de Raflesia que crecen en esta zona…es la flor más grande del mundo…tiene un metro de diámetro, la encontraremos porque tiene un característico olor a putrefacción…pese a ello es uno de los raros ejemplares que no se suelen ver en ninguna otra parte del mundo.

A pesar de lo que pueda parecer, este Parque cuenta con algunas áreas de reposo, suelen ser casas de huéspedes realizadas con juncos y en la que podremos dormir y asearnos, las letrinas y demás servicios higiénicos son muy precarios, y las habitaciones son muy sencillas, tan solo una colchoneta sobre el suelo.

Pero el poder visitar este entorno tan protegido junto con la posibilidad de avistar el rastro de algún tigre, lo cual es complicado, pero nunca se deja de tener la ilusión…hace que el viaje entero y el esfuerzo de caminar cuatro días en esta espesa jungla merezca la pena. Es uno de los lugares en los cuales se puede decir sin temor a equivocarnos que cada paso es una aventura.