Quien presuma de ser viajero en este tardío siglo XXI, con frecuencia sentirá la frustración de pisar lugares ya mil veces hollados. Como consuelo, se debe saber que el tamaño del Planeta se basta a sí mismo para esconder lugares que aún presentan una estampa propia de los siglos de los pioneros, de los primeros exploradores, así como una virtud impropia del siglo de la globalización: la ausencia de una gran afluencia turística. Exactamente así es la región georgiana de Alta Svanetia, una manera de ser a la que contribuye decisivamente una orografía que se debate entre los 3.000 y los 5.000 metros sobre el nivel de mar y que entrevera, con la calma de los viejos tiempos, enormes picos como el Shjara con preciosos valles como el de Ushguli. De la capital de Georgia, Tiflis, al corazón de la Alta Svanetia, en la localidad de Mestia, hay unas 12 horas de viaje por carreteras de diferente calidad que también atraviesan la segunda ciudad más importante del país: Kutaisi. Desde España, hay vuelos diarios desde Madrid y Barcelona hasta Tiflis.
La Unesco, que siempre parece ir un pie por delante del común de los mortales, ya incluyó en 1996 la región de Alta Svanetia —en castellano debería escribirse «Alta Esvanetia»— en la lista del Patrimonio de la Humanidad, lo que consagra la identidad de un lugar en el que precisamente no se ha detenido el tiempo, sino que nunca ha llegado a transcurrir —como un agujero negro en la Tierra—. La urgencia, las premuras, los apremios aún no se han mostrado capaces de hallar el sendero escondido hacia Alta Svanetia y esa realidad se respira entre sus paisajes de paz y se va adueñando de uno y lo esclaviza sin violencia ni esfuerzo: sencillamente se adhiere de golpe y porrazo y después, inadvertidamente, se adentra hasta las aurículas. Contaminado, camuflado, mimetizado, el viajero comprende que toda resistencia es inútil y que solo le queda rendirse a ese placer georgiano llamado Alta Svanetia y que comienza en la principal localidad de la región: Mestia. En ella se resume la esencia arquitectónica de la región, con sus casas-fuerte de los siglos XI y XII y torres de defensa adosadas que cumplían la doble función del cobijo y de la defensa ante invasiones inesperadas.
Las torres de los pueblos de Alta Svanetia encuentran un paralelo europeo en la localidad italiana de San Gimignano, también célebre por sus admirables torres medievales. Sin embargo, el estado de conservación de las torres de Alta Svanetia es algo peor que el de las de San Gimignano, pero es el entorno natural lo que contribuye a crear un conjunto único y definitivamente diferenciador con respecto de otros destinos comparables. El argumento que esgrime la Unesco para defender la inclusión del Alto Svaneti en el Patrimonio de la Humanidad es que «se trata de un excepcional paisaje que ha conservado su apariencia medieval de una forma extraordinaria», lo que justifica su enorme «valor universal». Puede afirmarse que el municipio de Ushguli, que comprende cuatro pequeñas localidades asentadas en las laderas de los montes, se ciñe totalmente a las descripciones ofrecidas por la organización cultural internacional. Estas localidades se llaman Zhibiani, Chubiani, Chajashi y Murqmeli y todas contienen casas-fuerte con torres medievales en un entorno quizá más privilegiado que el de Mestia. De hecho, los paisajes y pueblos de Ushguli se consideran más emblemáticos que los de Mestia y que los del otro municipio de la región: Latali.
La pequeña localidad de Chajashi es la que conserva un mayor número de casas-fuerte con torres. Según la Unesco, aún quedan en pie 200 torres y unas 400 casas medievales. Cuentan las crónicas que las torres se levantaron durante los siglos XI y XII, un periodo convulso en la historia de Georgia y momento de la primera gran unificación del reino bajo la corona del rey David el Constructor (1089-1125), un hecho que produjo fuertes reacciones entre la población de Svanetia. Cuando se fueron sofocando las rebeliones y normalizando los ánimos nacionalistas, la región disfrutó de una época de gran prosperidad cultural y económica —con talleres metalúrgicos, canteras, tallas de madera y escuelas de pintura— que se truncó con las incursiones de los mongoles. El creciente aislamiento de la Alta Svanetia favoreció su depresión económica y despoblamiento entre los siglos XV y XVIII.
Aunque al que escribe estas líneas le cuesta aceptar la consideración de que Georgia pertenece al continente europeo (geográficamente se trata de Asia, al localizarse más allá del Bósforo y al sur de la cresta del Cáucaso), se cuenta que Ushguli es el municipio europeo ubicado a mayor altura: 2.100 metros sobre el nivel del mar.
1 respuesta hasta ahora ↓
1 Jordi (milviatges) // 31 de marzo de 2014 a las 20:33
OLE, OLE Y OLE!!!
Estuviste allí?
Como llegaste a Mestia?
Quiero visitar Armenia y Georgia en verano y seria una posibilidad. Parece que hay 5 vuelos/semana a Mestia, pero que NO se pueden comprar fuera del país y suelen tenerse que comprar con bastante anticipación, lo que dificulta el tema…
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