Olorón-Santa María es una localidad francesa que se encuentra en el departamento de los Pirineos Atlánticos, a unos 80 kilómetros de Jaca. Ambas localidades están hermanadas entre sí y conectadas directamente por la carretera transpirenaica E-7. Ambas tienen también un interesante patrimonio histórico-artístico, aunque en el caso de Oloron-Sainte-Marie (así se escribe en francés) no es demasiado espectacular, pero sí es un sitio que merece la pena visitar. Olorón es famosa sobre todo por albergar la iglesia románica más antigua de la región del Bearn francés, la iglesia de Sainte-Croix de Oloron, y ser uno de los principales puntos de parada del Camino de Santiago en el sur de Francia, entre cuyas catedrales de referencia se cuenta la otra gran iglesia de la localidad: la catedral de Sainte-Marie de Oloron. Esta ruta de viaje hasta Compostela era conocida en la Edad Media como la vía Tolosana —via Tolosane—. Pero además estos pequeños atractivos turísticos, la paz y tranquilidad que se respiran en las calles de esta pequeña localidad francesa la convierten en destino idóneo para desconectar un fin de semana o un puente breve.
La iglesia de Santa María de Olorón forma parte de la denominación «Camino de Santiago de Francia» del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1999. Esta catedral se empezó a construir en el año 1102, fecha en que el señor de la región, Gastón IV el Cruzado, volvió de las cruzadas. Parte de su estructura, en concreto la portada, es del periodo románico y el resto de ella se concluyó en estilo gótico. Otra de las iglesias de la ciudad, también declarada «monumento histórico» por el gobierno francés es la iglesia de Sainte-Croix, es decir, la iglesia de la Santa Cruz, que también data de finales del siglo XI y principios del XII, y que posee la peculiaridad de estar rematada por una cúpula bizantina. Se trata de la iglesia románica más importante y antigua de la región del Béarn, como hemos apuntado anteriormente, y conserva un interesante pórtico de factura románica.
Ambas iglesias son los lugares más importantes desde un punto de vista turístico en esta localidad francesa de unos 12.000 habitantes… Pero en cualquier caso, hay algunos otros monumentos que merece la pena ver, como la Torre de Gréde, un baluarte defensivo del estilo propio de la Edad Moderna y que se conserva en muy buen estado, o el antiguo seminario Sainte-Marie, que data del siglo XVIII. Tampoco podemos olvidar el château de Legugnon, del siglo XVI y la maison du Patrimoine. También podrá disfrutar el viajero de los atardeceres de Olorón entre el absorbente verdor y la silenciosa calma que reinan en el parc Pommé.
Por otro lado, las tranquilas y silenciosas calles de Oloron-Sainte-Marie, que conservan todo el sabor de la Francia tradicional, las casas que se levantan perpendiculares sobre el pacífico lecho del río, la escasa altura de su urbanismo son ingredientes que convierten el pequeño pueblo francés en un destino válido para perderse por un fin de semana. Además, los Pirineos están, como quien dice, a tiro de piedra y en ellos se pueden descubrir lugares naturales maravillosos, como el Parc National des Pyrénées en primavera y verano y las famosas pistas de esquí del Pirineo francés en invierno. En definitiva, Oloron-Sainte-Marie bien merece un buen fin de semana, bien merece una escapadita para desconectar de la rutina.
Para cerrar este artículo sobre Olorón, queremos mencionar también que todas las primaveras desde 1959 se celebra allí el Concurso de las ciudades y pueblos en flor (Concours des villes et villages fleuris), que consiste en una competición entre los participantes para determinar quién tiene las flores y los jardines más floridos. Para conseguir más información sobre Oloron-Sainte-Marie, el lector puede visitar la página de la oficina de turismo de Olorón: http://www.tourisme-oloron.com/.
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