Ciudades coloniales de la América hispana (IV)

24 de julio de 2013 por Paco Almádena · América, Colombia, Cuba, Ecuador, España, México, Patrimonio de la Humanidad, Perú, Turismo, Viajes

Durante las últimas tres semanas hemos realizado un recorrido por numerosos países de la América hispana a través del cual hemos podido apreciar la riqueza cultural, histórica y patrimonial que los españoles realizaron en aquellas regiones y que hoy se han convertido en relevantes atractivos turísticos y culturales. Hasta ahora, 2.0Viajes ha tratado de 20 importantes ciudades virreinales fundadas por los españoles que poblaron América durante los siglos XVI y XVII; hoy, terminamos la serie de reportajes sobre ciudades coloniales de la América hispana con otras cinco ciudades, todas ellas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco:

Arequipa (Perú)

Plaza de Armas de Arequipa, Perú

Foto: geoced, Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0).

Corría el año de 1540 cuando el explorador español Garcí Manuel de Carbajal fundó la ciudad de Arequipa, hoy la segunda más poblada del Perú. Según explica la Unesco, Arequipa fue un escenario único para el trabajo «admirable de los arquitectos y maestros de obra españoles y los albañiles criollos e indígenas», un mestizaje que se produjo desde el primer momento y que dio, entre otros frutos, uno de los ejemplos de decoración barroca más interesantes de América. El centro histórico de Arequipa es el resultado de la fusión de técnicas de construcción europeas y aborígenes, un valor que le mereció la inclusión en la selecta lista de la organización cultural internacional en el año 2000.

Camagüey (Cuba)

Centro histórico de Camagüey, Cuba

Foto: Danleo, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

La ciudad de Camagüey fue fundada en el año de 1514 con el nombre de Santa María del Puerto del Príncipe, pero sería refundada en 1528 en su actual ubicación. La Unesco la incluyó en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2008 por su peculiar planificación urbana con respecto a otras ciudades coloniales americanas. Su casco viejo se caracteriza por su trazado irregular y las técnicas de construcción traídas por los españoles. Conserva además edificios de todas las épocas, desde el neoclásico al modernista.

Ciudad de México (México)

Palacio Nacional, Zócalo, Ciudad de México, México

Foto: Cbl62, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Fundada en 1522 sobre las ruinas de Tenochtitlán, la antigua capital del Imperio Azteca, Ciudad de México conserva un patrimonio de la era virreinal que difícilmente puede equipararse con otras ciudades americanas. Tiene la mayor iglesia del continente y un gran número de palacios, entre los cuales destaca el de Hernán Cortés. En la actualidad, Ciudad de México es una de las capitales más pobladas y grandes del mundo. En 1987, la Unesco la incluyó en el Patrimonio de la Humanidad bajo la denominación de «Centro histórico de México y Xochimilco».

Santa Cruz de Mompox (Colombia)

Santa Cruz de Mompox, Colombia

Se cuenta que fue Pedro de Heredia, el mismo que fundó Cartagena de Indias, quien se ocupó de fundar Santa Cruz de Mompox en el año 1537, aunque otras crónicas afirman que se fundaría tres años después. Sea como fuere, Mompox se convirtió pronto en una importante ciudad en el esquema económico y comercial del Imperio Español y afortunadamente su casco histórico se mantiene prácticamente intacto. Según la Unesco, que la incluyó en el Patrimonio de la Humanidad en 1995, «La mayorí­a de los edificios [de Mompox] sigue cumpliendo todaví­a su función primigenia, ofreciendo así­ una imagen excepcional de lo que fue una ciudad colonial española».

Santa Ana de los Ríos de Cuenca (Ecuador)

Santa Ana de los Ríos de Cuenca, Ecuador

Foto: Theodore Scott, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

El virrey Andrés Hurtado de Mendoza ordenó al capitán Gil Ramírez en 1557 que fundara sobre las ruinas de la vieja ciudad inca de Tomebamba una nueva ciudad. Gil Ramírez cumplió las órdenes y comenzó el trazado en damero de la ciudad. Durante todo el virreinato, Cuenca fue próspera y experimentó un importante boom urbanístico durante el siglo XVIII, siglo del que se conserva el mayor número de edificios históricos. La Unesco argumentó para su inclusión en 1999 en el Patrimonio de la Humanidad que «Cuenca ilustra la exitosa implantación de los principios de la planificación urbanística del Renacimiento en las Américas».

 

A lo largo de estas cuatro semanas, hemos recogido un total de 25 ciudades virreinales que destacan por su magnífico patrimonio histórico-artístico, entre las cuales 19 pertenecen al selecto conjunto del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. No obstante, existen muchas más ciudades que se podrían destacar, algunas de las cuales se pueden ver en esta lista de ciudades coloniales del diario digital 20 Minutos. Todavía se podrían haber incluido muchas más.

Más ciudades coloniales de la América hispana:

Ciudades coloniales de la América hispana (I)

Ciudades coloniales de la América hispana (II)

Ciudades coloniales de la América hispana (III)

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Ciudades coloniales de la América hispana (III)

18 de julio de 2013 por Paco Almádena · América, Bolivia, Colombia, Cultura, España, Guatemala, Historia, México, Nicaragua, Patrimonio de la Humanidad, Turismo, Viajes

Las dos últimas entregas de 2.0 Viajes versaban sobre ciudades virreinales de la América hispana que destacan por su increíble patrimonio histórico-artístico, un rasgo que las ha convertido en interesantes destinos turísticos internacionales. El porqué de estas listas tenía que ver con celebrar el logro que supone la creación de dichas ciudades en el proceso de población de América y reconocer el mérito de aquellos hombres que hicieron de la constancia y el esfuerzo sus principales enseñas. Cuatro de las cinco ciudades virreinales que recogemos hoy son Patrimonio de la Humanidad, un reconocimiento de enorme importancia en el ámbito cultural concedido por la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a ejemplos culturales extraordinarios.

Cartagena de Indias (Colombia)

Plaza de los Coches, Cartagena de Indias, Colombia

Plaza de los Coches, Cartagena de Indias. Foto: amanderson2, Flickr (CC BY 2.0).

Fue el conquistador español Pedro de Heredia quien en 1533 fundó una de las ciudades más prósperas y ricas de todos los tiempos, pese a los saqueos y numerosos intentos de saqueo que padeció a lo largo de los años. Su importancia estratégica de Cartagena de Indias residía en el hecho de que los metales preciosos del antiguo virreinato del Perú partían de ella en barco y pasaban por Veracruz (México), La Habana (Cuba) y San Agustín (Florida, EE.UU.) en su ruta hacia la Península Ibérica. Esto llevó a los británicos a intentar tomarla por la fuerza en 1741, misión en la que fracasaron estrepitosamente gracias a las imponentes fortificaciones de la ciudad y la exitosa estrategia del eximio almirante Blas de Lezo. En la actualidad, se conserva prácticamente intacto todo el sistema defensivo, el mayor del Nuevo Mundo, así como el casco viejo de los siglos XVI y XVIII. La denominación de la Unesco «Puerto, fuertes y conjunto monumental de Cartagena» con que está inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad viene a reconocer y ensalzar el valor cultural e histórico de la increíble Cartagena de Indias.

Antigua Guatemala (Guatemala)

Antigua Guatemala, Guatemala

Antigua Guatemala. Foto: szeke, Flickr (CC BY 2.0).

Refundada como Santiago de los Caballeros de Guatemala en 1549 después de haber tenido que cambiar dos veces de ubicación por la actividad sísmica y volcánica de la región, Antigua Guatemala ostentó la capitalidad de la Capitanía General de Guatemala entre 1540 y 1773. Desde 1979 engrosa el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco con el argumento de que «Antigua llegó a poseer en menos de tres siglos un gran número de monumentos soberbios», a pesar de haber sido destruida en gran parte por el terremoto de 1773.

Oaxaca (México)

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, México

Oaxaca de Juárez, en México. Foto: RussBowling, Flickr (CC BY 2.0).

Aunque la zona estuvo habitada desde al menos el 900 a.C., la ciudad de Oaxaca (pronunciado «oajaca») se convirtió en municipio español con la llegada de Gonzalo de Sandoval, Francisco de Orozco y Pedro de Alvarado en 1522. «La ciudad de Oaxaca con su trazado en damero constituye una excelente muestra del urbanismo colonial español. La solidez y volumen de sus edificios, verdaderas obras de arte de la arquitectura, atestiguan que su construcción se adaptó a las características sísmicas de la región», explicó el Comité de la Unesco para incluir el «Centro histórico de Oaxaca y zona arqueológica de Monte Albán» en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1987. En el monte Albán se conservan numerosos vestigios de las culturas indígenas.

Sucre (Bolivia)

Sucre, capital de Bolivia

Foto: benontherun.com, Flickr (CC BY-NC-SA 2.0).

Fundada por Pedro de Anzures en 1538 con el nombre de Ciudad de la Plata de la Nueva Toledo, aunque a lo largo de la historia se ha conocido como Charcas —en el periodo prehispánico—, Chuquisaca —en época virreinal— y Sucre —cuando el Alto Perú y luego Bolivia—. El casco viejo de la capital boliviana, creado por los españoles que allí se establecieron, presenta un rico patrimonio histórico excelentemente conservado que permite descubrir la mezcla de estilos resultante de la fusión de las tradiciones locales y los estilos europeos. Además, Sucre fue durante la era virreinal un importante centro cultural gracias a la Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca. Reina el estilo neoclásico en la ciudad, aunque se conservan fabulosos ejemplos del Renacimiento, el Barroco y el estilo Barroco andino.

Granada (Nicaragua)

Granada, Nicaragua

Claustro en Granada, Nicaragua. Foto: AlphaTangoBravo / Adam Baker, Flickr (CC BY 2.0).

La ciudad de Granada fue fundada por el conquistador Hernández de Córdoba en el año 1523. Fue una de las ciudades más importantes de la Capitanía General de Guatemala junto con Antigua Guatemala gracias al impulso económico que le ofrecía su salida al Atlántico a través del río San Juan. En la actualidad conserva buena parte del patrimonio histórico artístico creado en época virreinal, a pesar de los numerosos intentos de saqueo de piratas ingleses, franceses y holandeses a lo largo de los siglos. La moneda de Nicaragua es el córdoba, en honor al fundador de Granada.

 

La próxima semana se publicará la última de las cuatro entregas de la colección Ciudades coloniales de la América hispana. Queridos lectores, ¿os la vais a perder?

Más ciudades coloniales de la América hispana:

Ciudades coloniales de la América hispana (I)

Ciudades coloniales de la América hispana (II)

Ciudades coloniales de la América hispana (IV)

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Ciudades coloniales de la América hispana (II)

11 de julio de 2013 por Paco Almádena · América, Colombia, Cuba, Cultura, España, Historia, México, Patrimonio de la Humanidad, Perú, Puerto Rico, Turismo, Viajes

Desde 1492 y hasta el primer cuarto del siglo XIX, los administradores españoles de los territorios de allende los mares cosecharon grandes logros urbanísticos durante el proceso de población de las tierras americanas. No solamente intentaron integrarse en el entorno americano y aprender de él, sino que también lo enriquecieron introduciendo elementos culturales propios de Europa que, con el rodar de los años, se fueron plasmando con sello propio en las diferentes expresiones artísticas y culturales hispanoamericanas. El fruto de todo aquel interés por suavizar el brusco choque que se produjo entre ambos mundos es visible en una gran cantidad de ciudades de la América hispana, muchas de ellas reconocidas universalmente por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

La semana pasada comenzamos una serie de artículos de ciudades virreinales de la América hispana en el que pretendíamos celebrar uno de los logros más importantes de los virreinatos americanos: la creación de cientos de ciudades que hoy presentan un patrimonio histórico-artístico único y extraordinario. Hoy, presentamos otras cinco ciudades virreinales de gran valor cultural, histórico y artístico:

San Francisco de Campeche (México)

San Francisco de Campeche, Campeche, México

Foto: malias, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Aunque el lugar fue utilizado por los españoles desde 1517, la villa de San Francisco de Campeche no se fundaría hasta 1540, cuando se instaló en ella Francisco de Montejo, que había recibido en 1526 autorización real para la conquista de Yucatán. Desde el año 1999, Campeche pertenece al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco con la denominación «Ciudad Histórica Fortificada de Campeche», pues conserva el casco antiguo y el complejo sistema de fortificaciones creado para repeler los numerosos ataques piratas que sufrió a lo largo de la historia.

La Habana (Cuba)

La Habana, en Cuba

Foto: Emmanuel Huybrechts, Flickr (CC BY 2.0).

El conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar fundó la ciudad de La Habana en el año 1519 con el nombre de San Cristóbal de La Habana. Desde su fundación, La Habana se convirtió en una de las ciudades más bulliciosas del Nuevo Mundo y su puerto probablemente soportara el mayor tráfico marítimo del continente, además de ser un importante astillero. Aún queda numeroso patrimonio histórico de la época virreinal de estilos barroco y neoclásico, entre los cuales son destacables sus fortificaciones. Desde 1982, la «Ciudad vieja de La Habana y su sistema de fortificaciones» forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Lima (Perú)

Plaza Mayor, Lima, Perú

Foto: Martin St Amant, Wikipedia (CC BY-SA 3.0).

Fue el famoso conquistador Francisco Pizarro quien fundó la ciudad de Lima un 18 de enero de 1535, en el valle del río Rímac, que proporcionaba un clima fresco con tierras fértiles y la posibilidad de construir un puerto en el Pacífico. Se bautizó como la Ciudad de los Reyes y fue el centro de poder más importante de América de Sur hasta el siglo XIX. A pesar de haber sufrido terremotos, la gran cantidad de patrimonio que se conserva de la época virreinal, empezando por el convento de San Francisco, es uno de los motivos que llevó a la Unesco a incluir el «Centro histórico de Lima» en el Patrimonio de la Humanidad allá por 1991.

San Juan (Puerto Rico)

Fortaleza, San Juan, Puerto Rico

Foto: jthoel, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Desde fechas muy tempranas de la conquista, San Juan fue un importante centro de abastecimiento. Fue el intrépido Juan Ponce de León quien fundó la ciudad en 1521 para evitar que la conquistaran los ingleses y los holandeses. Pronto se tuvieron que construir imponentes fuertes, como el de San Felipe del Morro y el de San Cristóbal para repeler los continuos e intensos ataques de piratas ingleses, franceses y holandeses. El pérfido Francis Drake fue derrotado otra vez más sin mucho esfuerzo frente al Morro en el año 1595. Actualmente, la «Fortaleza y sitio histórico nacional de San Juan de Puerto Rico» forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Villa de Leyva (Colombia)

Plaza Mayor de Villa de Leyva, Colombia

Foto: Diego Andrés Alvarez Marín, Flickr (CC BY 2.0).

La Villa de Leyva no fue una fundación tan temprana como las anteriores, aunque cuenta ya casi 441 años. Fue fundada en 1572, de la mano de Hernán Suárez de Villalobos, Miguel Sánchez, Francisco Rodríguez y Diego Montáñez; los dos primeros de la vecina Tunja, sobre la que hablamos la semana pasada. La localidad conserva muchas casas bajas, de uno o dos pisos, propias de la época colonial, y en la actualidad es sinónimo de descanso vacacional. El gobierno colombiano la ha catalogado como Patrimonio Histórico y Cultural de Colombia.

 

La próxima semana en 2.0 Viajes recogeremos otros cinco espléndidos ejemplos de ciudades coloniales de la América hispana. Esperamos que gusten tanto como los expuestos hasta ahora.

Más ciudades coloniales de la América hispana:

Ciudades coloniales de la América hispana (I)

Ciudades coloniales de la América hispana (III)

Ciudades coloniales de la América hispana (IV)

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Ciudades coloniales de la América hispana (I)

5 de julio de 2013 por Paco Almádena · América, Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Curiosidades, España, Historia, Honduras, México, Patrimonio de la Humanidad, Perú, República Dominicana, Turismo, Venezuela, Viajes

A muchísimas personas les resulta mucho más que interesante lo que fue aconteciendo en tierras americanas desde 1492, cuando el intrépido Colón vertió al mundo —por eso decimos que él descubrió América, y no los vikingos, o los vascos que pescaban bacalao en Terranova— un continente entero hasta entonces totalmente al margen del resto del Planeta. Entre todas aquellas cosas que acontecieron, la fundación de ciudades por parte de los españoles es quizá uno de los hitos más celebrables y a la vez menos celebrados de la historia americana. Sin embargo, en la actualidad dichas ciudades no sólo se han convertido en raíces principales de la identidad hispanoamericana —también de la Península Ibérica—, sino también en extraordinarios reclamos universales tanto en el ámbito turístico como en el ámbito cultural.

Por este motivo, hemos querido comenzar una serie de reportajes acerca de las ciudades virreinales hispanoamericanas —denominarlas «coloniales» miente acerca del proceso integrador realizado por España en tierras americanas y traiciona la concepción que los españoles tenían de América y sus habitantes aborígenes— que se podrían considerar más representativas y mejor conservadas desde el descubrimiento del continente hasta el siglo XIX.

Comayagua (Honduras)

Comayagua, Honduras

Foto: John Asselin, Flickr (CC BY-SA 2.0).

El capitán Alonso de Cáceres fundó en 1537 la ciudad de Comayagua, la cual conserva el mayor conjunto arquitectónico virreinal de Honduras, con ejemplos del siglo XVI aún en pie. Dicho patrimonio se cuida con la ayuda humana y económica de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia.

Cuzco (Perú)

Cuzco, Perú

Foto: Agência de Notícias do Acre, Flickr (CC-BY-2.0).

A Cuzco, antigua capital del imperio inca y una de las principales ciudades virreinales del Perú, se la conoce por su patrimonio histórico como la «Roma de América», una realidad que la Unesco reconoció en 1983 al incluirla en su selecta lista del Patrimonio de la Humanidad. La fundación española, sobre la Cuzco incaica, fue realizada en 1534 por Francisco Pizarro.

Potosí (Bolivia)

Potosí, Bolivia

Foto: Danielle Pereira, Flickr (CC BY 2.0).

Según ciertas narraciones antiguas no del todo esclarecidas, la ciudad de Potosí sería fundada en 1545 por el extremeño Juan de Villarroel junto al famoso cerro de Potosí, que se convirtió en la mayor explotación minera de plata de América y el mayor complejo industrial del mundo hasta el siglo XVIII. Mientras duró la plata, Potosí fue una ciudad opulenta y lujosa con una calidad de vida muy superior a cualquier ciudad europea de la época. En 1987, la Unesco la convirtió en Patrimonio de la Humanidad por su barrio colonial y las instalaciones mineras de Cerro Rico.

Quito (Ecuador)

Quito, Ecuador

Foto: golo, Flickr (CC BY 2.0).

En 1534, el conquistador Sebastián de Benalcázar fundó San Francisco de Quito, conocida generalmente solo por el nombre de Quito. También forma parte del Patrimonio de la Humanidad, desde el año 1978, es decir fue uno de los primeros cascos históricos que pasó a integrar la selecta lista de la Unesco. Se trata del centro urbano menos alterado de América, con muestras de primer nivel como el palacio de Carondelet, el palacio arzobispal y las numerosas iglesias de la época virreinal.

Salta (Argentina)

Ciudad de Salta, Argentina

Foto: Randal Sheppard, Flickr (CC BY-SA 2.0).

Es una de las pocas ciudades en Argentina que conservan un patrimonio virreinal importante. Hernando de Lerma fundó la ciudad en 1582 por orden del virrey Francisco Álvarez de Toledo, quien deseaba un enlace entre Buenos Aires y Lima, pasando por La Plata (actual Sucre) y, al mismo tiempo, vencer la resistencia de los indios chiriguanos.

Santiago de Cuba (Cuba)

Santiago de Cuba, Cuba

Foto: Enrique López-Tamayo Biosca, Flickr (CC BY 2.0).

Santiago de Cuba fue fundada por Diego Velázquez de Cuéllar en el año 1514, por lo que está próxima ya a cumplir su quinto centenario de vida. Se conserva una gran cantidad de edificios de la época virreinal y colonial y, aunque el casco histórico no forma parte del Patrimonio de la Humanidad, sí se incluyen en la lista el castillo de San Pedro de la Roca o castillo del Morro, los paisajes de los primeros cafetales de Cuba y el parque Baconao.

Santo Domingo (República Dominicana)

Ciudad colonial de Santo Domingo

Foto: Sonilortiz, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

La primera ciudad fundada por los europeos en América fue Santo Domingo, hoy capital de la República Dominicana. Se fundó el 5 de agosto de 1498 por iniciativa de Bartolomé Colón y en la actualidad todavía se conservan numerosos edificios virreinales, desde la catedral Primada de América (la primera catedral del Nuevo Mundo) o la fortaleza de Ozama (la primera del Nuevo Mundo), hasta la Universidad de Santo Tomás de Aquino (la primera de América, de 1538). Desde 1990, la ciudad colonial de Santo Domingo forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Tunja (Colombia)

Tunja, Colombia

Foto: Louise Wolff, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Fue fundada por Gonzalo Suárez Rendón en el año 1539 y se convirtió en una importante ciudad con una intensa actividad cultural e intelectual. Conserva muchos edificios de la época virreinal concentrados en el casco antiguo, el cual fue declarado Monumento Nacional por el gobierno colombiano en 1959.

Valencia (Venezuela)

Valencia, en Venezuela

Foto: Periergeia, Wikimedia-Commons (CC BY-SA 3.0).

Aunque tras un saqueo de piratas franceses en 1677 acabó con muchos documentos de la ciudad, entre ellos la carta de fundación, la tradición indica que Valencia del Rey (así se llamaba en época virreinal) se fundó en el año 1555. No es de los cascos históricos más cuidados de la América hispana, pero conserva en muchas calles del centro ese sabor tradicional propio de tiempos del Virreinato.

Zacatecas (México)

Zacatecas, en México

Foto: Javier Samaniego, Flickr (CC BY-SA 2.0).

Aunque no existen documentos que certifiquen una fecha exacta de fundación de Zacatecas, se considera que fue en el año 1548 cuando los españoles Juan de Tolosa, Diego de Ibarra y Cristóbal de Oñate comenzaron a construir las primeras casas junto a un poblado zacateca ubicado sobre el cerro de La Bufa. El centro histórico de Zacatecas forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1993, y presenta algunos de los ejemplos de barroco novohispano más espectaculares que existen.

 

No es la primera vez que en 2.0 Viajes tratamos acerca de algunas de las ciudades que fundaron los españoles en América y que conservan todo el encanto de aquellos años del virreinato en el que, según las crónicas de muchos viajeros europeos, existía mucha mejor calidad de vida que en ninguna otra ciudad de Occidente. Ya habíamos hablado del tema, aunque no desde la misma perspectiva, en la colección de artículos «Tres vértices de Centroamérica: Cartagena de Indias, Granada y Veracruz», por si a alguien le despierta un especial interés el particular. La próxima semana, la segunda entrega de ciudades virreinales, mal llamadas ciudades coloniales, en nuestra bitácora de viajes.

Más ciudades coloniales de la América hispana:

Ciudades coloniales de la América hispana (II)

Ciudades coloniales de la América hispana (III)

Ciudades coloniales de la América hispana (IV)

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Taskent, la capital de un Uzbekistán de leyenda

27 de junio de 2013 por Paco Almádena · Asia, Turismo, Uzbekistán, Viajes

Durante las últimas semanas, en 2.0 Viajes hemos venido publicando una serie de destinos tradicionales de Uzbekistán, un país que para la mayoría resulta lejano y exótico. Hasta ahora habíamos recogido las experiencias y los principales atractivos turísticos de tres de sus ciudades más reconocidas dentro del ámbito turístico por su historia y patrimonio histórico —las tres forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco—: Jiva, Bujará y Samarcanda. Con esta última saldamos una gran deuda que inconscientemente había contraído esta bitácora con sus lectores y sus 120 seguidores en el perfil de Facebook. Hoy hablaremos de Taskent, pues quien haya seguido con atención cada uno de los reportajes que se han ido tratando habrá descubierto que la forma más sencilla de viajar hasta dichas ciudades es en tren o avión desde la capital de Uzbekistán. A pesar de ser una ciudad con una dilatada historia, queda poco de sus antiguos tiempos a causa de los terremotos y la intensa reestructuración urbanística soviética del siglo XX; ambas circunstancias impiden que Taskent pueda compararse con las tres joyas de cuento oriental que se trataron en anteriores reportajes.

Ubicación de Taskent (Google maps). Clic para ir al mapa.

Ubicación de Taskent (Google maps). Clic para ir al mapa.

Taskent, Uzbekistán

Vista aérea de Taskent. Foto: Atilin, Wikimedia-Commons (CC BY-SA 3.0).

En siglos pasados, Taskent fue otro de los puntos más importantes de la ruta de la seda, junto con Samarcanda; sin embargo, su historia se remonta hasta el siglo III a.C., cuando su nombre era Chach o Shash, un término que vendría a significar «piedra» y que con el correr de los siglos se uniría a la voz túrquica «kent» —«ciudad»— para dar lugar al actual nombre de la capital de Uzbekistán: Taskent, es decir, la «Ciudad de Piedra». Como sucedió con otras ciudades de la ruta de la seda, los mongoles conquistaron y saquearon Taskent a comienzos del siglo XIII, pero serían los timúridas —es decir, Tamerlán y todos sus descendientes— quienes hicieron revivir la ciudad. Desde entonces, Taskent fue ganando importancia comercial y económica al calor del tráfico de la ruta de la seda y, a comienzos del siglo XIX, se la consideraba como la ciudad más rica de Asia central. Luego caería en manos de la Rusia zarista y posteriormente de la Rusia soviética y en 1966 sufriría un devastador terremoto que acabó con buena parte del casco histórico. Desde 1991, Taskent es la capital de un Uzbekistán independiente.

Madraza de Kukaldosh, Taskent, Uzbekistán

La madraza de Kukeldash.

Tamerlán, Taskent, Uzbekistán

El gran Tamerlán es un símbolo omnipresente de Uzbekistán. Foto: Ibrahim Rustamov, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

La destrucción provocada por el terremoto de 1966 acabó con muchas cosas del casco viejo de Taskent, pero afortunadamente se salvaron bastantes y en muchos lugares aún se conserva el encanto de la vieja ciudad. Aún se conservan muchas casas de adobe, patios y callejuelas intrincadas y estrechas. Uno de los puntos más recomendados, más auténticos, es el del bazar Chorsu. En este bazar se puede apreciar la vida cotidiana de los habitantes de Taskent, donde acuden con los coloridos vestidos tradicionales a realizar toda clase de compras. Por otro lado, como es también lógico al ser un ámbito tan importante de las sociedades islámicas, los edificios históricos que mejor se conservan son los de carácter religioso. Los más destacados son el conjunto funerario del Imán Khazret, la mezquita de Tellya Seikh, la madraza de Barrak-Khan y la madraza de Kukeldash, que es una de las escuelas coránicas más grandes y mejor conservadas de Asia central, con un enorme patio interior y una preciosa mezquita. Más recientes son otros monumentos como la madraza de Abdulkasim, del siglo XIX, y los mausoleos de Khavendi Takhur, de Kaldyrgach-bly, de Yunus Jan, de Abubakr Muhammad Kaffal Shashi y el mausoleo de Zainuddin-bobo Sheij. Uno de los edificios más visitados de la capital de Uzbekistán es la Torre de Taskent, una torre de televisión de 375 metros del altura que recibe la visita de unas 70.000 personas al año.

Por lo demás, Taskent es una ciudad a la que se le nota que tiene ganas de ser moderna en el sentido occidental, un poco alejándose de la esencia rusa y soviética que indudablemente está presente en ella. Es una ciudad en la que existen bares y cafeterías en abundancia y en la que se puede disfrutar tranquilamente de un té de media tarde o de unas copas nocturnas. En esa carrera hacia la modernidad occidental, Taskent ha creado espacios de ocio nocturno que pueden resultar muy curiosos, como los pubs irlandeses, o las discotecas de hoteles como el Didiman, o de lugares emblemáticos como la calle llamada Broadway (calle Saligokh) en donde se encuentra el Diamond Club. Solamente por no dejarlo en el tintero, el plato típico de Taskent es el plov u osh, una deliciosa mezcla de arroz, zanahorias y carnes de oveja y cabrito con especias. La ciudad tiene también algunos museos interesantes, como el Museo de Historia del Pueblo de Uzbekistán o la Galería Taskent de Arte Moderno, entre otros.

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Samarcanda, en Uzbekistán: «Encrucijada de culturas»

21 de junio de 2013 por Paco Almádena · Asia, Cultura, Curiosidades, Historia, Patrimonio de la Humanidad, Turismo, Uzbekistán, Viajes

Escudo-de-armas-de-SamarcandaCometíamos el pecado en 2.0 Viajes de no haber hablado aún de una de las ciudades más famosas e increíbles de todos los tiempos: la fabulosa Samarcanda, en Uzbekistán. La intención es saldar hoy esa deuda con todos nuestros lectores y seguidores de nuestro perfil de Facebook con un reportaje en el que se ilustra los principales rasgos de la ciudad. En realidad, la cita de 2.0 Viajes con la gran Samarkanda resultaba ineludible después de retomar la semana pasada este misterioso país de Próximo Oriente con el artículo «Bujará, continuación del cuento oriental de Uzbekistán» en el que trazábamos una línea de continuidad largamente postergada que se había iniciado en julio de 2011 con la publicación de un reportaje de otro increíble destino uzbeko: Jiva: un escenario como de cuento oriental. Para que de un plumazo el lector se haga una idea de cómo son estas tres ciudades, queremos ilustrarlo de la siguiente forma: si algún director de cine estuviera interesado en rodar una película de Las mil y una noches, Samarcanda, Bujará y Jiva serían tres localizaciones perfectas para que el espectador se sumergiera raṕidamente en el ambiente de la famosa narración anónima.

Ubicación de Samarkanda, Uzbekistán

Ubicación de Samarcanda (Google maps). Clic para ir al mapa.

Samarcanda, Uzbekistán

Restos de Afrosiab, con Samarcanda al fondo. Foto: David Stanley, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Si se realizara una pequeña encuesta acerca de qué sabe la gente acerca de Samarcanda, además de afirmar que suena a Oriente o a cuento oriental, muchos responderían que es una de las ciudades más importantes por las que discurría la ruta de la seda. Y así es. Se encuentra en una importante encrucijada de caminos entre Oriente y Occidente, y entre meridión y septentrión en la que se hacía la última escala antes de dirigirse al norte hacia Rusia, al sur hacia Persia, al oeste hacia el Cáucaso y otros destinos del Mediterráneo, o al este hacia lugares del Lejano Oriente como China y Japón. Debido a su condición de nudo de rutas comerciales, Samarcanda se definió durante mucho tiempo por su variedad cultural, dentro siempre de la preeminencia islámica. Ese rasgo la convirtió en una encrucijada de culturas, circunstancia que movió a la Unesco en 2001 a incluir la ciudad en la lista del Patrimonio de la Humanidad bajo la elocuente denominación de «Samarcanda: encrucijada de culturas».

Plaza de Registán, Samarcanda, Uzbekistán

La plaza de Registán de Samarcanda es el icono más reconocible de la ciudad. Foto: Steve Evans (babasteve), Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Mausoleos de Samarcanda, Uzbekistán

Foto: dalbera, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

La ciudad de Samarcanda se encuentra a unos 300 kilómetros al suroeste de la capital de Uzbekistán, Taskent. Para llegar a ella existen varias opciones de transporte. La más común es el avión, ya que el aeropuerto tiene conexiones con San Petersburgo, Moscú y Taskent —aunque no todos los días de la semana—. Desde Taskent también es posible viajar hasta Samarcanda en tren en un viaje que se prolonga unas tres horas pero que ofrece el atractivo de contemplar los paisajes del país. Uno de los trayectos en tren más interesantes que se pueden hacer con destino a Samarcanda es el que comienza en San Petersburgo y que atraviesa durante el recorrido las ciudades rusas de Moscú y Volgogrado —este tren realizaba esta ruta todos los viernes, aunque es posible que haya variado—.

Mausoleo de Guri Amir, Samarcanda, Uzbekistán

El mausoleo de Guri Amir . Foto: David Stanley, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Estatua de Tamerlán, Samarcanda, Uzbekistán

Estatua del gran Tamerlán en Samarcanda.

Tanta historia como patrimonio

En muchas ocasiones, las ciudades que tienen una historia muy dilatada poseen un patrimonio histórico artístico abundante y relevante. Samarcanda no es una excepción. Sus orígenes se remontan milenios atrás, cuando fue fundada en el siglo VII a.C. con el nombre de Afrasiab, un periodo del que aún se conservan numerosos restos arqueológicos en el Museo Afrasiab. Por Afrasiab pasaron personajes históricos de la talla de Alejandro Magno, aunque por aquel entonces la localidad no debía de estar demasiado desarrollada. Más adelante, entre los siglos III y XIII alcanzó un alto grado de desarrollo gracias a haberse convertido en un importante lugar de intercambios comerciales de seda procedente de China. Entonces, en 1220 fue ferozmente saqueada por los mongoles de Gengis Jan y casi deshabitada y destruida. No obstante, el periodo dorado de la gran Samarcanda todavía estaba por llegar: tuvo lugar durante los siglos XIV y XV, cuando allí residía la corte del gran Tamerlán, un gobernante poderoso y cuya fama se extendía por los cuatro rincones del Globo. Un embajador del rey Enrique III de Castilla, Ruy González de Clavijo, llegó a Samarcanda en 1404 y reunió con Tamerlán para forjar una alianza contra los turcos, pero el Jan murió sin haberse ultimado los detalles del acuerdo.

Caminar entre las plazas y calles de Uzbekistán en cierto modo plantea el dilema de la relatividad del tiempo. ¿Cómo es posible que llegues a un lugar en el que todos los arquetipos occidentales modernos están completamente ausentes? Los viajeros que se adentran en sus calles no se sienten capaz de ignorar una profunda sensación de extrañeza, una inquietante sensación de extranjero lejano y perdido, una sensación de que, de alguna forma misteriosa e inescrutable, la muerte de Tamerlán en 1405 detuvo para siempre el reloj de arena de Samarcanda. Esta sensación se hace especialmente presente cuando se pasea en torno a la plaza de Registán, palabra que significa «lugar de arena» y que concuerda con el adobe que se usó para construir sus tres madrazas (Ulugh Beg, Sherdar, Tilla-Kari). No obstante, Samarcanda es mucho más que Registán: también se puede visitar la mezquita Bibi Khanum, la necrópolis de Shah-i-Zinda o el mausoleo de Gur-e Amir. Por último, otra de las visitas más curiosas de Samarcanda es el observatorio astronómico de Ulugh Beg, nieto de Tamerlán, en el cual hay un impresionante sextante —objeto de medición astronómica— de gran tamaño.

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Bujará, continuación del cuento oriental de Uzbekistán

14 de junio de 2013 por Paco Almádena · Asia, Patrimonio de la Humanidad, Turismo, Uzbekistán, Viajes

Hace casi dos años que no tratamos los secretos del recóndito Uzbekistán, famoso sobre todo por la ciudad de Samarkanda, aunque con muchos otros lugares de especial encanto, como Jiva, un escenario de cuento oriental del que hablamos en su momento. Hoy vamos a contar algunas cosas de otra de esas ciudades perdidas en las intrincadas repúblicas ex soviéticas del centro de Asia: Bujará, que también puede encontrarse escrita en inglés como Bukhara. Al igual que otras ciudades de Uzbekistán, como Jiva o Samarcanda, también Bujará nació y se desarrolló al calor del trasiego comercial que trajo la antigua ruta de la seda, aquella que Marco Polo describió en El libro de las maravillas. Se hizo famosa cuando en 1938 Fitzroy Maclean, un joven diplomático escocés destinado en la embajada británica de Moscú, realizó un viaje por la zona y dejó sus impresiones en el libro Eastern Approaches, de 1949. Bujará presenta un impresionante centro histórico con edificios del siglo XVI muy bien conservados que le valieron la inclusión en la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1993.

Bujará, Uzbekistán

Localización de Bujará (Google maps). Clic para ir al mapa.

Mezquita de Po-i-Kalyan, Bujará, Uzbekistán

El Gran Minarete (Minâra-i Kalân) de Bujará. Foto: Euyasik, Wikimedia Commons, (CC BY-SA 3.0).

La ciudad de Bujará se fundó bajo el dominio persa de la región, cerca del fin del siglo VI a.C. Sufrió los avatares de las invasiones árabes y de los mongoles, que la arrasaron casi por completo. Su edad de oro tuvo lugar entre los siglos XVI y XVIII, durante la existencia del Janato de Bujará, un momento de esplendor que se tradujo en la grandeza de lo que hoy es su centro histórico. Fue durante esta época cuando se construyó la mayoría de las mezquitas y las madrazas que hay en el casco viejo que le dan ese toque mágico a la ciudad que arrancó del olvido el diplomático escocés y que describió con la expresión «ciudad encantada» para concluir sus alabanzas con la afirmación de que los edificios rivalizaban con «la mejor arquitectura del Renacimiento Italiano». Cuando se aprecia el skyline de la ciudad desde alguna de sus azoteas no queda más remedio que contemporizar con las descripciones de Fitzroy Maclean y envidiarle un poco, por la fortuna de haber sido el primer redescubridor de este insólito destino.

Skyline de Bujará, Uzbekistán

Foto: Adam Jones, Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0).

Madraza de Nadir, Lyab-i Hauz, Bujará, Uzbekistán

Foto: Alaexis, Wikimedia Commons (CC BY 3.0).

Principales sitios de interés

Poco más hay que ver de Bujará a excepción de su casco histórico, que pertenece al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1993. El monumento más representativo del mismo es el complejo de Po-i-Kalan, a los pies de uno de los edificios más reconocibles de la ciudad: el Gran Minarete de Bujará. Este minarete de ladrillos con forma circular no solamente sirvió en los antiguos tiempos para llamar al rezo, sino también para lanzar al vacío por sus angostas ventanas a los peores criminales de la ciudad. La mezquita de Kalan, que también se incluye en el mismo complejo arquitectónico, acabó de construirse hacia 1514; por su parte, la madraza de Mir-i Arab, también perteneciente al Po-i-Kalan, se construyó entre 1512 y 1533. Por otro lado, hay que destacar también el castillo de Bujará, que contribuye decisivamente al despliegue de esa esencia oriental de antaño tan reconocible en los cuentos de Las 1.001 noches. De forma rectangular, el castillo tiene el sobrenombre de «El Arca» y alberga una serie de edificios que la convertían en una pequeña ciudad autónoma en la que vivían el jan o el emir de turno. Otros lugares interesantes en Bujará son el estanque de Lab-i Hauz, el barrio de Char Minor y los mausoleos de Ismail Samani y de Chashma-Ayub.

mezquita y minarete de Po-i-Kalyan, Bujará, Uzbekistán

Foto: Patrickringgenberg, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Castillo El Arca, Bujará, Uzbekistán

La puerta de entrada al Arca es del siglo XVIII. Foto: Stanislav Kozlovskiy, Wikimedia Commons (CC BY 3.0)

Aunque Bujará se encuentra, como quien dice, en medio de ninguna parte de Uzbekistán, puesto que las ciudades más cercanas son la capital del país, Taskent (a 550 km), Samarcanda (265 km) y Jiva (450 km), hay relativamente buenas vías de acceso desde la capital y desde otros destinos fuera del país. Por ejemplo, hay diferentes conexiones aéreas desde la vecina Rusia, principalmente Moscú o San Petersburgo. No obstante, Taskent es el principal nudo de comunicaciones del país y desde ella salen trenes y aviones que conducen hasta la ciudad que hemos tratado hoy en 2.0 Viajes. Desde Samarcanda también hay trenes que pasan por esta hermosa ciudad oriental.

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España se consolida como el segundo país del mundo por Reservas de la Biosfera de la Unesco

7 de junio de 2013 por Paco Almádena · América, Asia, España, Europa, Naturaleza, Turismo

Lago de Sobrado dos Monxes, A Coruña, Galicia, España

El lago de Sobrado dos Monxes forma parte de Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, una de las tres nuevas Reservas de la Biosfera de la Unesco en España. Foto: José Antonio Gil Martínez, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Entre los días 27 y 30 de mayo se reunió en París el Consejo Internacional de la Unesco que coordina el Programa del Hombre y la Biosfera para decidir qué nuevos lugares pasarán a formar parte de la Red de Reservas de la Biosfera de la Unesco. En total incluyeron doce nuevos sitios destacados por la gestión de recursos naturales terrestres, marinos y costeros en los que los expertos podrán estudiar nuevas fórmulas de desarrollo sostenible en distintos ecosistemas del Planeta. España, gracias a tres nuevas incorporaciones, se consolida como el segundo país del mundo por Reservas de la Biosfera de la Unesco, después de haber logrado dicha posición en 2012.

Los lugares españoles incorporados a la selecta lista fueron las Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo (Galicia), el Real Sitio de San Ildefonso-El Espinar (Segovia) y las Terres de l’Ebre (Cataluña). En total, los tres ecosistemas suman 519.867 hectáreas que acogen una población de unas 394.000 personas. Además, el organismo internacional también amplió la superficie admitida de otro lugar que ya formaba parte de la Red de Reservas de la Biosfera desde 1977: Ordesa-Vinamala (Huesca). Francia también salió bastante beneficiada de la reunión mantenida en París al admitirse en la citada red otros dos lugares: Marais Audomarois, al norte de Francia, y Mont-Viso, al sureste entre los Alpes y el Mediterráneo.

Los demás países sobre los que la Unesco calificó sitios como Reservas de la Biosfera fueron Kazajistán (Alakol), Corea del Sur (Gochang), India (Gran Nicobar), Ecuador (Macizo de Cajas), Italia (Monteviso Area della Biosfera del Monviso), China (Snake Island, Laotle Mountain) y Pakistán (Bosques de Ziarat Juniper). Con las nuevas incorporaciones son ya 621 los lugares incluidos en esta selecta lista, que se reparten entre un total de 117 países.

España, segunda del mundo por Reservas de la Biosfera

Con las nuevas incorporaciones, España ya cuenta con 45 lugares naturales que forman parte de la Red de Reservas de la Biosfera de la Unesco —ver el gráfico abajo—, cifra que la consolida como el segundo país con más reservas del mundo, solo por detrás de Estados Unidos, con 47. En el ranking mundial a continuación irían México y Rusia, con 41 reservas respectivamente, y en quinto lugar se situaría China, con 32. En 2013, también China formó parte de los países que engrosaron la lista de espacios naturales de la Unesco gracias a la inclusión de la Isla Serpiente y el monte Laotle.

Los expertos de la Unesco destacaron la variedad cultural de las Mariñas Coruñesa y las Terras do Mandeo, y la inteligente explotación de los recursos naturales en la región. Por otro lado, las Terres de l’Ebre fueron elegidas por la variedad de los ecosistemas que florecen en torno al delta del Ebro, con un entorno que se desarrolla desde el interior hasta el litoral Mediterráneo. El Real Sitio de San Ildefonso-El Espinar fue elegido por tratarse de una de las zonas boscosas con un mejor equilibrio ecológico de España.

‘Ranking’ de los países con más Reservas de la Biosfera

Los veinte países con más Reservas de la Biosfera de la Unesco (2013) | Create infographics

 

Aunque todavía la Unesco no ha actualizado su base de datos pública de reservas de la biosfera, el lector interesado en ver la lista de cada país puede pinchar en el siguiente enlace.

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Cardona, un rincón del primer románico catalán

31 de mayo de 2013 por Paco Almádena · Cataluña, Cultura, España, Historia, Montaña, Naturaleza, Paradores, Rutas, Turismo, Turismo Rural, Viajes

En plena comarca barcelonesa de El Bages, la preciosa localidad de Cardona parece haberse congelado en el tiempo. La colina donde se asienta recorta contra el horizonte una forma convexa con las esquinas, tejados y chimeneas propias de la presencia humana. Como si antes de dormir Cardona se hubiese creado repentinamente y, al despertar, ahí aparece, frente a los ojos: silenciosa, sobria, inmutable. A apenas 100 kilómetros de Barcelona, Cardona es un obsequio para aquellos amantes de las escapadas de fin de semana y para los que se arrebatan ante lugares con montones de siglos de historia a sus espaldas. Porque así es Cardona, un pueblo en el corazón de Cataluña, depositario de un relevante pasado medieval que se refleja en su abundante y rico patrimonio histórico-artístico.

donde esta Cardona, Barcelona

Localización de Cardona (Google maps). Clic para ir al mapa.

Castillo de Cardona, Barcelona, España

Foto: PMRMaeyaert, Wikimedia Commons (CC BY-SA-3.0).

Según aseguran algunas fuentes, el enclave que ocupa Cardona debió ser habitado desde tiempos antiguos por los iberos. No obstante, el periodo histórico que ha dejado su huella de forma imborrable en la localidad ha sido la Edad Media. Las crónicas revelan que el castillo de Cardona fue construido hacia el año 886 por el famoso conde Wifredo el Velloso, que también repobló la vecina franja de Osona. Realmente, la fortaleza era un edificio mucho más complejo que podría definirse como castillo-iglesia-monasterio. En la actualidad se ha convertido en Parador Nacional de cuatro estrellas, en un edificio realmente envidiable que combina los estilos arquitectónicos románico y gótico, y a pesar del fuerte castigo que recibió en el asedio de 1711 a 1714.

Edificio del casco histórico de Cardona.

Edificio del casco histórico de Cardona.

Iglesia de San Vicente de Cardona, Barcelona, España

Cripta de San Vicente de Cardona. Foto: Josep Renalias, Wikimedia-Commons (CC BY-SA 3.0).

Sin duda el patrimonio histórico de Cardona es uno de sus rasgos turísticos principales. El ya citado castillo de Cardona se considera como la fortaleza medieval más importante de Cataluña. Alberga la sala Dorada y la sala dels Entresols, dos joyas del románico catalán, y la torre de la Minyona, que fue construida en el siglo XI. El castillo también contiene la iglesia románica de San Vicente de Cardona, que data del siglo XI y que se considera uno de los mejores exponentes del primer románico catalán, con una nave central de 20 metros de altura. Todo se se encuentra alrededor de la plaza de la Fira, donde se ubica el ayuntamiento. Por otro lado, a los pies de la montaña se encuentra la antigua villa amurallada, que tiene sus centros originales en las plazas de Santa Eulalia y de Mercat. El conjunto de Cardona fue declarado Bien de Interés Cultural en 1992.

Cardona, mina de Sal

Para entrar a la mina es necesario llevar protección, como un casco para no golpearnos la cabeza. Foto: Jsanchezes, W. Commons, (CC BY-SA-3.0).

Cardona, el Parque Cultural de la Montaña de Sal

La montaña de sal. Foto: Jordi D. A., Flickr (CC BY-SA 2.0). Fuente: http://www.flickr.com/people/84489055@N00.

El entorno natural tiene como rincón más destacado el Parque Cultural de la Montaña de Sal, en el cual se encuentran las antiguas instalaciones de la Mina Nieves, donde se extraían sales sódicas, potásicas y magnésicas. Se realizan visitas guiadas que permiten recorrer hasta 500 metros de galerías en las que se pueden apreciar tanto formaciones de estalactitas como estalagmitas, y también algunos de los afloramientos que quedan después de la explotación de la mina. Además del parque de la montaña de sal, también se puede visitar el cercano Parque Natural del Cadí-Moixeró.

Por otro lado, por los alrededores se pueden realizar algunas rutas, como la ruta de los contrabandistas, o el camino de los santuarios a su paso por el santuario de Pinós. Esta última ruta combina las montañas con los valles que se entremezclan en las comarcas de Cardona, Riner y Pinós. Si se desea más información sobre estas rutas, se puede acceder a esta página.

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Antalya, en Turquía: «Esto debe ser el cielo»

23 de mayo de 2013 por Paco Almádena · Asia, Historia, Montaña, Naturaleza, Playa, Turismo, Turquía, Viajes

2.0 Viajes se marcha de nuevo al sur de Turquía. La semana pasada hablamos de un importante enclave turístico de la costa de Antalya (Alanya, un Benidorm en Turquía con un gran patrimonio histórico-artístico), y en esta ocasión trataremos sobre la capital de dicha costa y la ciudad más importante de la región: la propia Antalya. Como sucede con Alanya, se trata de una ciudad eminentemente cosmopolita, pues a lo largo del año recibe millones de visitantes, procedentes principalmente de Gran Bretaña, Alemania, Rusia, Israel y la propia Turquía. Conectada con toda Europa a través de su aeropuerto, el turismo internacional ha encontrado en ella desde los años 70 un destino de ensueño en el que pasar unas agradables vacaciones de verano. Porque Antalya ofrece sobre todo dos cosas desde el prisma turístico: sol y playa por un lado y, por otro, una moderna infraestructura hotelera integrada en un casco viejo (kaleiçi) que incluso conserva algunos edificios de las épocas helenística y romana.

Google maps, ubicación de Antalya, Turquía

Localización de Antalya (Google maps). Clic para ir al mapa.

Antalya Hadrian's Gate

Puerta de Adriano de Antalya. Foto: Ingo Mehling, Wikimedia-Commons (CC BY-SA 3.0).

Por lo que se refiere a la historia de la ciudad, Antalya es una ciudad muy antigua. Fue fundada hacia el año 150 a.C. por un rey de Pérgamo llamado Átalo II (Átalo > Attaleia > Antalya), aunque enseguida pasó al control de Roma. Dicho rey ordenó a sus administradores que «encontrasen el cielo en la tierra» para fundar una ciudad con su nombre y, después de muchos viajes, cuando descubrieron la zona de Antalya, exclamaron: «¡Esto debe ser el cielo!». No se equivocaron y la ciudad fue fundada inmediatamente. De esta época, la helenística —anterior a Roma—, se ha conservado una vieja torre de defensa, la torre de Hıdırlık, que es circular y que ofrece unas bonitas vistas del puerto. De la época romana ha quedado, como una de sus estampas más conocidas de la ciudad, la puerta de Adriano. Esta puerta es un arco del triunfo que se construyó para festejar la visita de este emperador; está flanqueada por dos impresionantes torres, una de ellas de la época romana y otra de la época selyúcida —siglos XI y XIII—. La puerta de Adriano conduce directamente hacia el barrio antiguo de la ciudad, el kaleiçi, así que lo propio es internarse en él a través de ella.

Puerto de Antalya

Puerto de Antalya. Foto: Nilfanion, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

Yivli minaret

Minarete Yivli. Minare Foto: Nilfanion, Wikimedia Commons (CC BY 2.0).

El casco viejo está rodeado por las antiguas murallas de la ciudad y contiene un montón de rincones que desprenden encanto. Según la opinión de numerosos viajeros, la zona más tranquila y agradable es la que se corresponde con el distrito de Kilinçarslan, al cual se accede directamente a través de la famosa puerta de Adriano. Las calles de todo el kaleiçi son angostas y laberínticas, lo que invita a perderse en ellas sin hora de regreso mientras se elige alguno de sus estupendos restaurantes para cenar o se decide comprar algún recuerdo típico en las tiendas de souvenirs que salpican por doquier las zonas de Selçuk y Tuzcular. De paseo por el kaleiçi, monumentos concretos que merece la pena contemplar son el minarete Yivli Minare, el minarete de Kesik Minare, la torre del reloj (Saat Kulesi) y el puerto fortificado romano, Yat Limanı.

Playa de Konyaalti, en Antalya, Turaquía

Playa Konyaalti. Foto: Bozaltan, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Vistas desde el cabo Gelidonya, en Antalya, Turquía

Foto: Knut Thieme, Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0).

Aunque probablemente nadie pueda cansarse realmente de pasear y pasear por el casco viejo durante días, merece también la pena realizar otras actividades en la increíble Antalya. Para dar rienda suelta a la necesidad de esparcimiento y la pasión de la pereza, la mejor de las opciones es pasar el día en una de las apacibles playas de la ciudad. Al oeste del kaleiçi se encuentra la playa de Konyaaltı. Al sureste del casco viejo se encuentra la playa Lara, frente a la cual hay hoteles de alta categoría y más modernos que los que se encuentran en el interior del kaleiçi. Otra de las playas es Karpuzkaldıran. Además, hay algunas cataratas que caen al mar, como la catarata de Düden, al sureste de Antalya, o las de Manavgat y Kursunlu. Por último, hay dos zonas de compras cerca de la playa de Konyaaltı (Migros MMM) y de la playa Lara (TerraCity).

Cataratas de Düden, parte alta

Cataratas de Düden, antes de llegar al mar. Foto: W. Lloyd MacKenzie, Flickr (CC BY-SA 3.0). Fuente: www.flickr.com/photos/saffron_blaze/.

Cataratas de Düden en el mar

Cataratas de Düden desembocando en el Mediterráneo. Foto: W. Lloyd MacKenzie, Flickr (CC BY-SA 3.0). Fuente: www.flickr.com/photos/saffron_blaze/.

Más allá de la ciudad y sus cercanías, se pueden realizar algunas excursiones interesantes. Por ejemplo, se pueden ver las ruinas de la antigua ciudad romana de Perge, con un teatro y un antiguo hipódromo. En el mismo día también se puede visitar el teatro romano de Aspendos, que se conserva en un estado casi perfecto. Otras ruinas romanas que hay en la región son las de Side, Termessos y Demre-Myra y todas ellas son accesibles en autobús. Otras ciudades en la región que se podrían visitar en unas vacaciones relativamente largas pueden ser Alanya o Kemer.

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