Santiago de Compostela, la estrella de Occidente

8 de abril de 2011 por Paco Almádena · Sin comentarios · Cultura, Curiosidades, España, Historia, Religión, Turismo, Viajes

La ciudad gallega de Santiago de Compostela tiene unos orígenes algo inciertos, aunque, seguro, milenarios. Se sabe que donde se levanta hoy su catedral hubo algunos castros prerrománicos y luego un poblado romano del que sólo la necrópolis ha dejado vestigios. Sobre el nombre de Compostela se han formulado muchas teorías, ninguna de las cuales, sin embargo, puede aún atribuirse el apelativo de definitiva, una circunstancia que no deja de engordar la atmósfera de bruma, misterio y santidad con que Santiago hechiza al peregrino. Lo más común es pensar que «compostela» resulta de una derivación en romance de la voz «campus stellae», que viene a significar «el campo de la estrella [que señaló al obispo Teodomiro el lugar donde se hallaban los restos del apóstol Santiago]», aunque ya se cree que viene de la expresión «Compostella, id est bene composita» («Compostella, esto es bien construida»). En cualquier caso, la ciudad actual comenzaría sus días cuando a inicios del siglo IX el rey Alfonso II inauguró el Camino de Santiago (pues allí descansan los restos del apóstol), y lo consagró como lugar de peregrinación de la cristiandad.

Lo que apenas era un templo rodeado de algunas casas y empalizadas comenzó a crecer. Puede decirse, por tanto, que fueron los restos óseos del apóstol Santiago los que resucitaron y engrandecieron la ciudad. Los peregrinos de todas partes de Europa tenían como destino la famosa catedral de Santiago, que es considerada por muchos como el culmen del arte románico en España. Esta impresionante catedral se proyectó en el siglo XII, durante el mandato del Arzobispo Diego Gelmírez, y en ella trabajaron grandes arquitectos como el Maestro Mateo, autor del famoso Pórtico de la Gloria, un conjunto escultórico único en Europa. Después de ser consagrada en 1211 (un año antes de la trascendental batalla de las Navas de Tolosa), la catedral siguió agregando elementos de otros estilos arquitectónicos, como el gótico, el renacentista y el barroco. La fachada del Obradoiro, del siglo XVIII, es la imagen más simbólica de la catedral. Del estilo románico, también es buen ejemplo la colegiata de Santa María la Real del Sar; del gótico, destaca la iglesia y convento de San Domingos de Bonaval.

Catedral de Santiago de Compostela

Fachada del siglo XVIII, imagen típica la plaza del Obradoiro.

Portico de la gloria

Detalle del Pórtico de la Gloria del Maestro Mateo, del siglo XII.

Pero la plaza del Obradoiro, donde se encuentra la catedral, no sólo alberga esta maravilla arquitectónica. A la izquierda de ella (al sur) se encuentra el lujoso Hostal de los Reyes Católicos (1501), que pertenece a la Red de Paradores Nacionales. En la misma plaza también se encuentra el señorial Pazo de Raxoi (antiguo obispo de la ciudad) y el Pazo de Gelmírez. En otras partes de la ciudad se pueden visitar los pazos de Fondevilla y de Vaamonde, o la curiosa casa gótica o casa del Rey don Pedro, que data del siglo XIV. De este mismo centenario data el convento de Belvís. Del siglo XVI se encuentran algunos ejemplos muy interesantes como el mencionado Hostal de los Reyes Católicos o el colegio de Fonseca. Es reseñable también el Antiguo Hospital e Iglesia de San Roque, que dispone de un impresionante retablo.

Retablo de San Roque

El retablo de San Roque ha sido recientemente restaurado.

Casco antiguo de Compostela

El casco antiguo de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad (1985).

Acerca del periodo barroco del siglo XVII destacan los conventos de Santa Clara y del Colegio de la Compañía de María o de la Enseñanza y los conventos e iglesias de Santo Agostiño y de las Madres Mercedarias. No obstante, la construcción más relevante es, posiblemente, el monumental Convento e Iglesia de San Francisco, cuyos claustro y fachada resultan asombrosos. Este convento-iglesia se comenzó a construir con motivo de la visita de San Francisco de Asís a la ciudad en el año 1214. Del siglo XVIII encontramos la iglesia de San Fructuoso, de cuidado estilo churrigueresco, y la impresionante casa de Cabido, frente a la puerta de Platerías.

Iglesia y Convento de San Francisco

Iglesia de San Francisco pertenece al estilo barroco.

Casa de cabido

La casa de Cabido, con una hermosa fachada del s. XVIII.

Pero no todo son edificios históricos en Santiago de Compostela. También existen muchos parques y zonas verdes, como el Parque de la Alameda, que constituye un refrescante descanso para el fatigado viajero que se aventure en los meses de verano. Por supuesto, esta ciudad, nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1985, no podía carecer de interesantes centros culturales, como el Museo de la Catedral y el Museo de Arte Sacra, junto con otros once interesantes museos. Compostela es, además, un lugar en el que se puede disfrutar de la noche, con bastantes pubs y bares que abren hasta altas horas de la madrugada.

Si se desea más documentación sobre Santiago de Compostela se puede visitar la página oficial de turismo de Santiago de Compostela.

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