La imagen que la prensa y los poderes fácticos han creado de Grecia a lo largo de esta rocambolesca crisis económica no puede borrar los logros de una vieja civilización a la que debemos tantas cosas. A pesar de la sensación general de país caótico y algo sucio, con unas ciudades modernas que, en general, no tienen demasiado valor patrimonial, las joyas que esconde Grecia son numerosas. Casi tan inaccesibles como numerosas, como demuestra el lugar al que nos vamos hoy de viaje: los monasterios de Meteora, de religión ortodoxa, ubicados en la provincia griega de Tesalia. Para mayor claridad, lo escribiremos en griego: Μετέωρα Μοναστήρια, dos vocablos cuya traducción literal vendría a significar algo así como «monasterios suspendidos del cielo», o «monasterios sobre el cielo» –advirtamos que la voz «meteora» tiene la misma raíz que meteorología, meteorito o meteórico–. Los monasterios de Meteora componen un lugar deslumbrante y extraño, entre místico y extraterrestre, que desde 1988 pertenece al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Ubicación de los monasterios de Meteora (Google maps). Clic para ir al mapa.
Los monasterios de Meteora se construyeron en las cimas de las curiosas formaciones rocosas de la región entre los siglos XIV y XVI, durante las primeras incursiones de turcos y albanos. Estas formaciones se crearon a lo largo de millones de años por la acción de terremotos y los agentes climáticos hasta adoptar el aspecto actual. Como son tan escarpados y presentan un acceso tan difícil, eran lugares que servían de refugio para los entonces perseguidos monjes ortodoxos. Si al principio así se refugiaron eremitas solitarios, más adelante se trasladaron allí comunidades de monjes que crearon los monasterios, convirtiendo la región en el segundo centro ortodoxo de Grecia, solo por detrás del monte Athos. Afortunadamente para el curioso viajero, se pueden visitar en determinadas horas del día; desafortunadamente para quienes gusten de la vida contemplativa, el turismo ha destruido la esencia contemplativa original de los monasterios.
Aunque en los tiempos de mayor esplendor los monasterios de Meteora llegaron a sumar 24 centros monacales independientes, en la actualidad solamente se pueden visitar seis de ellos –algunos fueron destruidos durante la II Guerra Mundial, otros se encuentran en mal estado o abandonados–. Los monasterios que se pueden visitar son el monasterio de Agios Nikolaus, el monasterio de Agias Varvaras Rousanou, el monasterio de Varlaam, el monasterio de Megalou Meteorou, el monasterio de Agias Triados y el monasterio de Agiou Stefanou –el único de los seis para mujeres–. Sin embargo, se trata de monasterios en los que no se puede alojar el viajero, y en los que hay que guardar unas normas mínimas de decoro como llevar pantalones cortos o faldas cortas y, en el caso de las mujeres, tampoco llevar los hombros al aire. Si estas normas se respetan, los guardianes de los monasterios y sus habitantes nos recibirán con una sonrisa de oreja a oreja.
En cuanto al alojamiento y otras necesidades, los pueblos de Kalampaka y Kastraki son las principales bases. hasta Kalampaka llegan trenes procedentes de Atenas aunque no los hay directos. También se puede llegar a la zona en autobús. En la web de Visit Meteora se pueden encontrar más detalles en este sentido.
No sabemos si por los contactos entre las casas reales de España y Arabia Saudí o por otros azares del universo, cada vez afloran más frutos comerciales entre ambos países. En este caso, puede tratarse de buenas noticias para el viajero pues no dejan de estrecharse lazos entre ambos países: el lunes pasado, la aerolínea saudí Saudia Airlines anunció la apertura del puente aéreo Madrid – Yedra (Jeddah) – Riad (Riyadh, la capital de Arabia Saudí) y fletarán vuelos cada martes, viernes y domingo. Esto significa que habrá más fluidez de tráfico de personas entre ambos destinos y puede conllevar un acceso más fácil de turistas españoles a Arabia Saudí. Con este nuevo engranaje en los transportes entre los dos países, lugares como el distrito histórico de Diriyah, que se encuentra en Riad y es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2010, están cada vez más cerca. ¡Antes de esta nueva línea aérea había que hacer escala en Milán para viajar a la península arábiga!
Ubicación de Yedra (A), Riad (B) y Ad Diriyah (C) (Google maps). Clic para ir al mapa.
Foto: Xristoph, Wikimedia Commons (GFDL, CC BY-SA 3.0).
Al igual que otros destinos como Corea del Norte, Arabia Saudí se percibe por parte de los viajeros como un lugar muy hermético y algo complicado de visitar –de hecho, las recomendaciones emitidas por el MAEC son bastante estrictas–. Pese a esta sensación de intranquilidad que tiene el público en general, la creación de puentes aéreos con la citada frecuencia es otro indicador más de los tímidos gestos aperturistas del régimen saudí. Los profesionales del periodismo de viajes podemos percibir el guiño y contribuir en la medida de lo posible a que esa tendencia cristalice más pronto, porque, como muchos otros países del mundo, Arabia Saudí esconde tesoros naturales y arquitectónicos con un enorme potencial turístico, como el vergel arquitectónico de Diriyah (la transcripción exacta del árabe es «Ad Dir’iyah»), cuya significación histórica es enorme, pues de allí procede la actual familia real de Arabia: la Casa de Saud.
Foto: Petrovic-Njegos, Wikimedia Commons (CC BY 2.5, GFDL WITH DISCLAIMERS).
Foto: ActiveSteve, Flickr (CC BY-ND 2.0).
A principios del siglo XIX, la creciente influencia política y el renovado poder militar de la Casa de Saud derivó en la conquista de las ciudades santas del islam: Medina y la Meca. La trascendencia simbólica de este hecho en la órbita islámica fue enorme y el Imperio Otomano, entonces máximo adalid de esa religión, declaró la guerra a Arabia Saudí en 1811 en colaboración con el bajá Ibrahim de Egipto. Tras ocho años de campañas, comienza el asedio de Diriyah, que se rinde a las tropas egipcias después de meses de resistencia. A continuación, el bajá Ibrahim ordena destruir la ciudad, una destrucción que aún es visible y que marca el final del primer estado saudí. Aunque en la actualidad se están llevando a cabo trabajos de reconstrucción del antiguo complejo, todavía son visibles los estragos que causó a las estructuras de la ciudad aquel durísimo sitio de 1818. En parte, también en eso reside su encanto.
Foto: Xristoph, Wikimedia Commons (GFDL, CC BY-SA 3.0).
Foto-: ActiveSteve, Flickr (CC BY-ND 2.0).
Los principales monumentos que se pueden disfrutar en una visita turística son, además de las tremendas vistas generales de las ruinas, el palacio Salwa, que era la residencia de los emires de la familia Saud y de los imanes; el palacio de Saad ben Saud, que está completamente restaurado; la Casa de Huéspedes y la Casa de Baños de At-Turaif; y la mezquita del imán Mohamed ben Saud, del siglo XVIII, que también cumplía la función de madraza. Actualmente se está implantando el Plan de Desarrollo del Distrito de At-Turaif, en virtud del cual se crearán diversos espacios de recreo y museos, así como palacios y mezquitas. Se especula que este nuevo complejo, junto con las antiguas ruinas de Diriyah, conferirá a la zona un potencial turístico enorme durante los próximos años.
Fieles a nuestro compromiso anual con los lectores de esta bitácora, traemos un año más una recopilación de los nuevos lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, esta vez los 19 elegidos en la 37ª reunión del Comité del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La semana pasada publicamos los 10 primeros lugares incorporados por la Unesco al Patrimonio de la Humanidad en 2013, y en esta ocasión se van a dar a conocer los otros nueve lugares. En 2013, el número de lugares que se han convertido en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco asciende a 981:
Las villas y los jardines de los Medici en la región de Toscana, en Italia
Foto de LupoCapra, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).
El centro ballenero vasco de Red Bay, en Canadá
Foto de NorthernLight, Wikimedia Commons (CC-BY-SA-3.0 y BILD-GFDL-NEU).
La universidad de Coimbra y de Alta y Sofia, en Portugal
Foto: Karine et Cyril, Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0).
Los curiosos tserkvas de los Cárpatos, entre Ucrania y Polonia
Foto: Ed88, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).
La reserva de El Pinacate y el Desierto de Altar, en México
A diferencia de otros años, en esta ocasión no se han incorporado bienes mixtos –que combinan características de los bienes culturales y los bienes naturales–, sino únicamente bienes puros culturales o naturales. Desafortunadamente, además, en esta edición ninguna de las candidaturas españolas para formar parte del Patrimonio de la Humanidad ha resultado elegida, por lo que habrá que esperar otro año para ver si la Unesco admite nuevas candidaturas españolas.
Desde julio de 2011, 2.0 Viajes se mantiene fiel a una de las citas con sus lectores más importantes del año. Se trata de la reunión anual del Comité del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco para determinar los lugares pasan a formar parte de la selecta lista. Este año, por motivos de agenda, no ha sido posible publicar puntualmente los lugares que la Unesco ha incluido en su 37ª reunión –celebrada, como siempre, en el mes de junio–. En esta ocasión, se han incorporado 19 nuevos lugares, de los cuales 14 son de carácter «cultural», y los 5 restantes, de carácter «natural». Con estas nuevas denominaciones de la Unesco ya son 981 los sitios que componen la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad. Por orden de selección, estos son los 10 primeros lugares incorporados en esta 37ª reunión:
El sitio arqueológico de Al Zubara, en Catar
Fuerte de Al Zubarah. Foto: Rafeek Qatar, Flickr (CC BY-SA 2.0).
La antigua ciudad griega de Quersoneso, en la región de Táurica, Ucrania
Ruinas de Quersoneso táurica, en la península de Crimea. Foto: Dmitry A. Mottl, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).
El parque Bergpark Wilhelmshöhe, en Kassel, Alemania
El paisaje cultural de las terrazas de arroz en Honghe Hani, en Yunnan, China
Foto: Jialiang Gao, peace-on-earth.org (GFDL),
Monte Fuji, lugar sagrado y fuente de inspiración artística, en Japón
El monte Fuji. Foto: T.Kiya, Flickr (CC BY 2.0).
Palacio de Golestán, en Irán
Palacio de Golestán. Foto: Fulvio’s photos, Flickr (CC BY 2.0)
Los castillos de montaña del Rajastán, en la India
El fuerte de Chittorgahr, en Rajastán. Foto: Santosh Namby, Wikimedia Commons.
El casco histórico de la ciudad de Agadés, en Níger
El minarete de Agadés es el minarete de adobe más alto del mundo. Foto: Dan Lundberg, Flickr (CC BY-SA 2.0).
Los monumentos y sitios históricos de Kaesong, en Corea del Norte
Templo en Kaesong. Foto: rapidtravelchai, Flickr (CC BY 2.0).
Puerto histórico de la ciudad de Levuka, en las Islas Fiyi
Foto: simondavies57, Flickr (CC BY-SA 2.0).
Se puede encontrar más información sobre cada uno de los sitios en esta dirección. A nosotros nos parecen todos lugares encantadores, pero quizá el que menos encanto tenga sea el puerto de Levuka, en las Islas Fiyi, que, sin embargo, constituyen por sí solas un increíble entorno natural. La próxima semana se publicarán los 9 lugares restantes declarados Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2013.
A muchos nos sorprende cómo se pueden producir fenómenos idénticos en partes del mundo sin contacto entre sí y en momentos más o menos idénticos. Pero se producen. En la teoría lingüística, este hecho se explica mediante la hipótesis poligénica de las lenguas, en el contexto del debate del origen de las lenguas entre dos posturas enfrentadas: los partidarios de la monogénesis (una lengua única que con la dispersión geográfica de los grupos humanos fue cambiando y transformándose en nuevas lenguas) y los partidarios de la poligénesis (tantas lenguas como comunidades humanas surgieron a un mismo tiempo en lugares diferentes y sin contacto). Pero el fenómeno de la poligénesis puede extrapolarse a otros ámbitos humanos como el turismo, que es lo que nos lleva a retomar una serie de reportajes titulada «Torres medievales» que habla de pueblitos con torres medievales defensivas ubicados en lugares tan distantes como Italia, Georgia y China y cuyo origen es más o menos simultáneo.
Torres medievales
La colección de reportajes «Torres medievales» reúne relatos de tres pueblos de países tan distantes e incomunicados entre sí como China, Georgia e Italia. Los tres pueblos tienen como característica principal sus curiosas y esbeltas torres, creadas durante la convulsa Edad Media con fines defensivos. Los pueblos se llaman San Gimignano, en la Toscana, Mestia, en Alta Svanetia, y Danba, en Sichuan. No parece descabellado que postulemos la polígenesis para explicar el surgimiento de estos tres conjuntos arquitectónicos tan similares en lugares tan lejanos entre sí que aún hoy, después de tantos siglos, conservan sus características torres.
A unos 60 km al suroeste de Florencia se encuentra San Gimignano, una localidad de unos 4.000 habitantes famosa por sus 14 altas torres medievales. El nombre completo de la localidad, San Gimignano delle Belle Torri, hace alusión a este hecho, aunque su patrimonio histórico-artístico no se reduce a ellas: muralla, iglesias, palacios… Desde 1990, San Gimignano es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Refugiadas a salvo, en el corazón de Georgia, las torres medievales de Alta Svanetia constituyen la prueba viviente del lento paso del tiempo de una región aún remota y alejada de los tentáculos de la globalización. Sus torres medievales y su virginal naturaleza así lo demuestran. La región de Alta Svanetia pertenece al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1996.
El gigante asiático esconde muchos más secretos y tesoros turísticos de los que se puede llegar a sospechar en un primer momento. Uno de los mejores ejemplos es Danba, apodaba «el reino de los mil castillos de piedra», por sus características torres medievales y casas-fuerte que aún se encuentran en pie y que conservan toda la esencia de la Edad Media en China. Pese a las similitudes, de las tres solo Danba no pertenece al Patrimonio de la Humanidad.
Tres pueblos en tres partes del mundo sin comunicación entre sí y con unas estructuras arquitectónicas similares, y todas para un mismo fin: la defensa ante posibles invasiones. Desde nuestro punto de vista, es un caso de poligénesis, ya que entonces las comunicaciones eran muy difíciles y más entre estos tres lugares. No obstante, en la convulsa Edad Media parece que demasiados sufrieron las penalidades de la guerra y bastantes terminaron por adoptar soluciones idénticas. Definitivamente, sí: nos decantamos por la poligénesis.
Con las temperaturas que se han tenido que soportar en España durante el último mes hay quien ha caído en la obsesión de pasar horas en el agua, e incluso de no querer saber nada de la superficie embutido en un traje de neopreno y sumergido todo el tiempo posible. En los últimos tiempos, con el auge del turismo activo, muchas personas al tiempo en que escapan del calor se han inclinado por disfrutar de deportes acuáticos tan placenteros y divertidos como el snorkeling o el submarinismo, aunque siempre con las debidas precauciones. Y decimos «con las debidas precauciones» porque hoy vamos a hablar de uno de los agujeros azules (blue hole) más peligrosos del mundo siempre que no se tenga experiencia y que no se sepa dónde están los límites de cada uno: el agujero azul de Dahab –Dahab Blue Hole– en el mar Rojo. Se cree que en sus aguas han fallecido unas 100 personas, tanto expertos buceadores como aficionados.
Hace poco más de un año, movidos por la misma fiebre por escapar del calor, hablamos de dos agujeros azules que se encuentran en el Caribe y que son bastante famosos: el Agujero Azul de Dean –Dean’s Blue Hole– (Bahamas) y el Gran Agujero Azul –Great Blue Hole– (Belice). Se trata de antiguas cuevas de origen kárstico cuyo techo se vino abajo y que, con el tiempo, se fueron inundando, conforme el agua del océano fue ganando kilómetros a los continentes tras la última glaciación. El agujero azul de Dahab, al este en la península del Sinaí (Egipto), en el golfo de Akaba, es el mismo caso que los anteriores. Como ellos, tiene un aspecto refrescante y curioso, y la gran cantidad de corales que hay en la región de Dahab suman atractivo al lugar para cientos de submarinistas y apneístas de todo el mundo. Tiene además el aliciente de que se encuentra junto a la costa, por lo que acceder a él está al alcance de la mano. El contraste es interesante, ya que el paisaje desértico, con un cierto aire a los paisajes marcianos, forma con el mar una estampa peculiar.
Ubicación del agujero azul de Dahab (Google maps). Clic para ampliar.
Foto: S. Ellermann, Wikimedia Commons (GFDL y CC BY-SA 3.0).
Uno de los atractivos del blue hole de Dahab es que a unos 52 metros de profundidad existe un pasadizo de al menos 30 metros, el Arch, que conduce de la poza de agua al mar abierto, una peculiaridad de este agujero azul que atrae a muchos buceadores deseosos de retos. Sin embargo, como indicamos al comienzo de este artículo, este sitio se ha cobrado la vida de decenas de submarinistas, de cuyo sino han quedado relatos aterradores. Quizá pueda considerarse uno de los más impactantes el de Yuri Lipski, un instructor de buceo israelí que quiso grabar su descenso hasta el Arch, pero que perdió la orientación en un momento determinado y que se precipitó hasta casi 100 metros de profundidad, donde murió. Se rescató su cámara de buceo y se pueden ver algunos extractos del durísimo vídeo en Youtube. Por tanto, que el agujero azul de Dahab cargue con el sobrenombre de «cementerio de submarinistas» puede resultar extraño: de hecho, cerca del acceso al blue hole de Dahab existe un memorial por las personas fallecidas.
Foto: Magellan, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).
Uno de los principales problemas que se encuentran los buceadores que visitan este lugar es la extraña configuración del Arch, el cual es en realidad un túnel de forma longitudinal más que un arco propiamente dicho. Muchos no dan con la abertura e intentan descender unos metros más, lo cual provoca lo que se llama narcotización por nitrógeno, que produce efectos de embriaguez y desorientación. En cualquier caso, no es necesario acudir al agujero azul de Dahab para realizar submarinismo en el mar Rojo, famoso por sus corales y arrecifes y por la interesante fauna que se puede contemplar bajo el agua. En la propia Dahab, la localidad que da nombre al blue hole, pero que se encuentra varios kilómetros al sur, se puede practicar un submarinismo más adecuado para aficionados o principiantes y para aquellos que no gusten de retos de esta naturaleza.
Solo en contadísimas ocasiones hablamos de hoteles en 2.0 Viajes, ya que es harina de otro costal. Sin embargo, hay veces que prestigiosas revistas del mundo del turismo elaboran rankings de los mejores hoteles del mundo o los hoteles con las mejores vistas… Las categorías pueden ser infinitas, aunque nosotros en esta bitácora hemos hablado en concreto de esas dos: los ocho hoteles mejores del mundo, y doce hoteles con las mejores vistas del mundo. La revista autora de ambos rankings fue la británica Condé Nast Traveler (CNT), cuya especialidad es el turismo de lujo.
En aquella ocasión en la que nos hicimos eco de los ocho hoteles que fueron los mejores del mundo en 2012, recogimos una reflexión que justificaba el hablar de establecimientos hoteleros en una bitácora puramente de viajes: «Muchas veces, el hotel por sí mismo se convierte en el motivo principal del viaje». Por tanto, aquellos lectores que enfoquen sus viajes a disfrutar de hoteles con un toque especial podrán encontrar en esta recopilación de artículos sobre alojamientos hoteleros una serie de sugerencias que les resultará interesante para afrontar el tramo final del verano:
No deja de ser curioso que, entre todos los hoteles que existen en el mundo, se puedan declarar ocho de ellos como los mejores del año. A eso se dedica la revista especializada en turismo de lujo Condé Nast Traveler. Se reparten por un montón de lugares a lo largo y ancho del globo, como Mozambique, Egipto, Portugal, India, México, Namibia, Japón y EE.UU. Si clicas en las fotos, verás su ubicación en Google maps.
Durante los últimos años, la industria turística ha focalizado esfuerzos hacia la vivencia de experiencias únicas por parte de viajeros o huéspedes de hotel. Pero el éxito en esa estrategia no solamente puede conseguirse a través de detalles y ammenities, sino también gracias a factores como el entorno de un hotel. El año pasado, CNT seleccionó los 12 hoteles con las mejores vistas del mundo.
Si has tenido la suerte de disfrutar de alguno de ellos, o tienes intención de alojarte en alguno, por nuestra parte estaremos encantados de que compartas tus sensaciones y experiencias en esta bitácora de viajes que solo en contadísimas ocasiones habla de hoteles porque eso es harina de otro costal.
Quienes a menudo sigan los pasos de esta bitácora de turismo y viajes habrán advertido hace tiempo que ocasionalmente se rescatan conjuntos de reportajes que tienen algún nexo en común. Si bien, se ha creado una marca de series de reportajes con ese requisito —2.0 Viajes viaja al pasado—, a menudo se pueden encontrar contenidos relacionados entre sí que no han sido fruto de un plan de publicación integral, como «Las venecias que no son Venecia». Hoy vamos a rescatar una serie de reportajes con un hilo en común que hemos titulado «el turismo de lo macabro», en el que se recogen destinos turísticos de carácter macabro, como osarios y catacumbas, y un tipo de turismo llamado necroturismo, que se refiere a la visita de cementerios por su valor histórico-artístico y patrimonial. Estos son los reportajes de la serie «El turismo de lo macabro»:
En los últimos años en Europa ha surgido una asociación llamada Asociación de Cementerios Singulares de Europa que ha creado la Ruta Europea de los Cementerios con la intención de que la gente tome conciencia de la relevancia histórica y cultural que los camposantos poseen en la civilización occidental. Entre el centenar de cementerios relevantes que existen en el continente, se proponen ocho por su especial interés histórico, cuatro de ellos en España.
En un pequeño pueblito de Rumanía llamado Sapanta, un artista de nombre Ioan Pătraş decidió que la muerte no debería tomarse con luto y sobriedad. Por eso, tallaba lápidas y cruces de coloridas tonalidades que dan un aire desenfadado al camposanto. Hay cerca de un millar de tumbas que tienen esta clase de decoraciones, lo que ha convertido en Sapanta en un lugar de cierto interés turístico. Una forma diferente de mirar al fenómeno de la muerte.
No hay mucha gente que sepa que en España hay un cementerio militar alemán en el que están enterrados 182 soldados alemanes que murieron durante la primera y la segunda guerra mundial y cuyos cadáveres terminaron en suelo español. Se trata del Cementerio Militar Alemán de Cuacos de Yuste (Cáceres). Se construyó en 1970, cuando decidió reunir a todos los restos en el mismo camposanto.
Entre las cosas curiosas e insólitas que ha hecho el ser humano a lo largo de su existencia, los osarios pueden considerarse un ejemplo único. Se trata de lugares donde se acumulan los restos óseos de personas enterradas en cementerios que se han quedado sin sitio y que se trasladan a iglesias para que se puedan realizar nuevos enterramientos. Aquí se recogen los siete más famosos y macabros del mundo.
En la ciudad checa de Kutná Hora se encuentra uno de los osarios más famosos del mundo: el osario de Sedlec, ubicado en la iglesia de Todos los Santos. Los restos se colocaron hacia 1870 con las formas y figuras que se ven hoy. El centro histórico de la ciudad, la iglesia de Santa Bárbara y la catedral de Nuestra Señora de Sedlec forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Las catacumbas son espacios subterráneos, distribuidos en galerías, que se destinaban al almacenamiento de restos humanos. Se piensa que las crearon los cristianos primitivos porque su religión estaba proscrita por las autoridades romanas y requerían de lugares ocultos para sus ritos. Posteriormente, se dedicaban al almacenamiento de restos. Las más importantes de Europa son las de Roma, París y Lisboa.
Créditos de las fotografías:
* Foto de HeinzLW, de Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).
** Foto de Kla, Wikimedia Commons (CC BY-SA 2.0).
*** Foto de Zarateman, Wikimedia Commons.
**** Foto de Merlin, Wikimedia Commons (CC BY 3.0).
***** Foto de Diether, Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0)
****** Foto de Vlastimil Juricek, Wikimedia Commons (CC BY-SA 30).
Hacía casi ocho meses que en 2.0 Viajes no recuperábamos viejas series de reportajes que han tenido un cierto éxito de audiencia entre lectores asiduos y esporádicos. En esta ocasión vamos a rescatar bajo la marca «2.0viajes viaja al pasado» una vez más una serie de reportajes que tiene que ver con castillos inaccesibles por su ubicación geográfica en cerros o colinas de difícil acceso, incluso para quienes desempeñen el papel de defensores.
Castillos inaccesibles:
La serie de reportajes «Castillos inaccesibles» recoge tres artículos dedicados a castillos de diferentes partes del mundo cuyo aspecto resulta imponente, no solamente por la solidez de las construcciones, sino también por la ubicación sobre la que se han erigido. Se han recogido ejemplos de castillos de África, Asia y Europa, algunos de ellos en España.
En esta colección de castillos se recogen algunos interesantes ejemplos de fortalezas europeas en países diversos como Gran Bretaña, Francia, Italia, Siria y Alemania. Se incluyen algunos castillos realmente espectaculares como el de Neuschwanstein, en Alemania, que es en el que se inspiraron los dibujantes de Disney para crear el castillo de la Bella Durmiente.
Más variada geográficamente, la segunda colección de castillos recoge ejemplos de lugares como Polonia, Japón, España, Gran Bretaña e Irán. En concreto, los dos castillos inaccesibles de Irán son en esta entrada los que presentan un aspecto más imponente. Por otro lado, el castillo japonés de Matsumoto, que aparece en la fotografía, es el más exótico de la colección, el más diferente de todos.
En la tercera colección de castillos inaccesibles se pueden apreciar a simple vista las diferencias arquitectónicas de fortalezas tan dispares como las iraníes, las indias o las etíopes. Sin duda, las fortalezas de la India son las que combinan de forma más clara rasgos artísticos y puramente defensivos. En esta entrega también se recoge un castillo ubicado en Valencia de Don Juan, España.
Créditos de las fotografías:
* Foto: Simon Ledingham (www.geograph.org.uk), en W. Commons (CC BY-SA 2.0).
** Foto: 663highland, Wikimedia Commons (GFDL – CC BY 2.5).
Cada cierto tiempo, en 2.0 Viajes realizamos recopilaciones de reportajes con un hilo conductor común que se presentan a los lectores de una forma unificada bajo la marca «2.0 Viajes viaja al pasado». Se trata de recopilar dichos artículos por el interés que han despertado entre los lectores, ya que de alguna forma son destinos que todavía disfrutan de plena vigencia o lugares curiosos que en viaje bien merecería la pena conocer. Así, se ha habado de ciudades, de parques naturales y otros puntos de interés, y hoy se recopilan dos reportajes englobados bajo el título de «Las cascadas más arrolladoras del mundo», que gustaron mucho a nuestros lectores y seguidores del perfil de Facebook de 2.0 Viajes. Además, se va a incluir en esta recopilación un post sobre los mayores acantilados del mundo, todos realmente imponentes, titulado «Acantilados infinitos».
Las cataratas más arrolladoras del mundo
El pasado mes de noviembre se publicaron dos posts en los que se recogían 17 cataratas del mundo que pueden considerarse impactantes y arrolladoras. Se encuentran en diferentes continentes y todas, excepto una, se formaron por procesos geológicos naturales. Por supuesto, no faltan cataratas tan famosas e imprescindibles como las de Iguazú, Rin, Niágara y Victoria. Ahora se publican de nuevo en este artículo recopilatorio de «2.0 Viajes viaja al pasado». Todas y cada una vienen acompañadas de una pequeña descripción explicativa en la que se puede entender por qué ha sido elegida. Por último, la lista de acantilados infinitos recoge algunos acantilados que resultan sobrecogedores por su tamaño y extensión.
Las cataratas recogidas en este episodio se encuentran en países tan variados como China, Líbano o Colombia y también una de las cataratas más famosas del mundo, también una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo: las cataratas de Iguazú. Fueron descubiertas por el explorador español Alvar Núñez Cabeza de Vaca en su viaje a Asunción por el Paraná en el año 1542.
Las cataratas más arrolladoras del mundo II ** | En la segunda entrega de «Las cataratas más arrolladoras del mundo» se encuentran tres de las más famosas y visitadas, y cada una en un continente distinto: las cataratas del Niágara, entre EE.UU. y Canadá, las cataratas del Rin, en Suiza, y las cataratas Victoria, en la frontera entre Zambia y Zimbabue. También se incluye una de las más caudalosas del mundo: las cataratas de Dettifoss, en Islandia, con 100 metros de anchura.
Aunque en esta entrada, el objetivo era recoger una serie de acantilados que destacan por su increíble extensión costera, las cataratas y los acantilados van tantas veces de la mano que también se incluyó una famosísima catarata de Venezuela, el salto del Ángel, y otra catarata del Perú: la de los acantilados de la catarata de Gocta, con 771 metros de caída.