Estaciones de ski imprescindibles

14 de diciembre de 2012 por Paco Almádena · Andorra, Aventura, España, Esquí - Ski, Europa, Montaña, Ocio, Turismo, Turismo Rural, Viajes

La localidad de Pradollano, punto de partida en Sierra Nevada. Foto: Javier martin, W. Commons.

Durante la última semana han abierto sus pistas casi todas las estaciones de esquí en España y, por supuesto, todas las más importantes. Sin embargo, entre las decenas de estaciones que hay entre España y Andorra lo mejor es establecer el top 10 de estaciones de ski de España y Andorra para que los viajeros más aficionados al deporte rey del invierno tengan presentes las diferentes opciones de que disponen. Además, durante este invierno han proliferado las ofertas de hotel + forfait, en vista del éxito que han tenido durante las últimas navidades esta clase de promociones. Este es el top 10 de estaciones de esquí de 2.0 Viajes.

 

Estaciones de esquí en los Pirineos Aragoneses:

  • Aramón Formigal: esta estación presume de ser la mayor de España, tal y como contamos unas entradas atrás. Por afluencia de esquiadores es además una de las más importantes, ya que al año pasan por sus 90 pistas de esquí cerca de medio millón de personas.
  • Aramón Cerler: nada más y nada menos que 72 kilómetros de pistas repartidos en 78 itinerarios diferentes. Es otra de las estaciones aragonesas más importantes por afluencia turística, a pesar de ser la de mayor altitud de los pirineos aragoneses. Los pueblecitos de los alrededores, como el propio Cerler tienen un cierto patrimonio monumental.
  • Aramón Candanchú: antaño una de las estaciones de esquí más queridas de España, en la actualidad está viviendo una época de declive provocada principalmente por la preponderancia de la estación de Formigal —el llamado «efecto Formigal»—. Posee 60 km de pistas y dos itinerarios fuera de las pistas con cierta fama entre los asiduos: el Tubo de la Zapatilla y la Loma Verde.
  • Aramón Panticosa: uno de los puntos que ofrecen un mayor atractivo a la estación de Panticosa es su balneario de aguas termales. Por lo que se refiere a lo estrictamente «esquiable», Panticosa presenta 39 km de pistas. Otra de sus peculiaridades es que posee una pista para practicar el ski de fondo.

Estaciones de esquí en los Pirineos catalanes:

  • Baqueira-Beret (Lérida): la Familia Real hizo famoso este destino de esquí leridano porque todos los años acudían para practicar un poco de esquí. Hoy se considera la alhaja de los Pirineos catalanes, por sus 78 pistas de esquí y por encontrarse en la cara norte de la cordillera.
  • Estación de La Molina (Gerona): otra de las estaciones más importantes de los Pirineos catalanes con sus 63 km de pistas repartidos en más de medio centenar de itinerarios de diversas dificultades. Como curiosidad, en La Molina se puede practicar el trineo tirado por perros.
  • Boí Taüll Resort (Lérida): Boí Taüll es una de las estaciones de esquí más clásicas de los Pirineos catalanes. Sus pistas están orientadas hacia la cara norte de la cordillera, motivo por el cual su nieve de una gran calidad durante toda la temporada. Boí Taüll presenta 46 km de pistas.

Estaciones de esquí en Sierra Nevada:

  • Sierra Nevada: la estación de esquí de Sierra Nevada es quizá la más mítica de las españolas desde que en el año 1996 acogiera el Campeonato Mundial de Esquí Alpino. El año pasado cerca de un millón de esquiadores viajaron hasta ella para recorrer sus 115 pistas de esquí y más de un centenar de km esquiables. El entorno natural de la misma es realmente espectacular puesto que se haya inmersa en el Parque Natural de Sierra Nevada.

Estaciones de esquí en Andorra:

  • Grandvalira: se trata de una estación con seis sectores diferentes de esquí (Grandvalira-Encamp, Grandvalira-Canillo, Grandvalira-El Tarter, Grandvalira-Soldeu, Grandvalira-Grau Roig, Grandvalira-Pas de la Casa), lo que la convierte en la mayor estación de esquí de los Pirineos. En total, son 193 km esquiables con 110 pistas diferentes. Con estas cifras, Grandvalira tiene garantizada una gran afluencia turística en invierno.
  • Vallnord: la estación de Vallnord es la segunda por tamaño de Andorra, con sus 89 km de pistas esquiables. Una de sus ventajas comerciales con respecto de las estaciones competidoras es que su temporada de esquí se prolonga algo más gracias a la altitud del sector Ordino-Arcalís, de entre 1.940 y 2.625 metros de altura, y a su orientación en dirección noreste.

 

Estas son las estaciones de esquí que, a nuestro juicio, pueden considerarse como las más importantes de España y Andorra, pero en ellas no solamente puede practicarse el ski tradicional, sino otros deportes de nieve menos conocidos como el skjöring, el blade running, el submarinismo de alta montaña o la vela sobre nieve… Aunque esto es materia de otra entrada diferente: «Deportes de invierno poco conocidos».

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Giethoorn, la «Venecia de los Países Bajos»

11 de diciembre de 2012 por Paco Almádena · Curiosidades, Europa, Naturaleza, Países Bajos, Turismo, Turismo Rural, Viajes

La semana pasada realizamos una recopilación de seis reportajes que tratan sobre ciudades conocidas como «venecias» por su estrecha relación con el agua. Sin embargo, no estaban todas las que se apodan así —más de uno se quedaría pasmado con el vasto número de venecias que hay por el mundo—, aunque todas las que estaban eran las más importantes. En cualquier caso, en esta ocasión vamos a hablar de un pueblito holandés llamado Giethoorn con la intención de agregar un digno corolario a la colección «Las venecias que no son Venecia». Giethoorn se encuentra en el tercio septentrional de los Países Bajos, a unos 120 kilómetros al noreste de Ámsterdam, y es famoso por sus numerosos canales de agua y los 176 puentes que lo cruzan en diferentes puntos. En esta parte de Giethoorn, que viene a ser el casco viejo, solamente se puede transitar a pie o en barca, salvo por un pequeño carril bici que la atraviesa el sitio, algo que contribuye a generar la atmósfera bucólica que  rodea el pueblo.

Localización de Giethoorn (Google maps). Clic para ir al mapa.

Foto de Huji, Wikimedia Commons.

Con esta carta de presentación, es fácil suponer por qué se ha apodado a la pequeña localidad fundada allá por el siglo XIII como la «Venecia de los Países Bajos». Los historiadores afirman que los fundadores de la localidad fueron ciertos miembros del movimiento de los flagelantes, individuos que se autoflagelaban en público a modo de penitencia con la intención de evitar la maldición de la peste negra. Perseguidos por la justicia y por las autoridades eclesiásticas, muchos terminaron refugiándose en zonas algo recónditas, como los colonos de Giethoorn, que procederían de regiones del Mediterráneo. A pesar de ser una población tan antigua, dio el salto a la fama después de que en 1958 se estrenara la comedia holandesa Fanfare, cuya trama se desarrolla en ella.

Fotografía de CrazyPhunk, Wikimedia Commons.

Foto de Michel Ehrenhard (Ehrenhard en Flickr), W. Commons.

Uno de los molinos de viento de Giethoorn. Foto de Willemjans, Wikimedia Commons.

La localidad tiene poco más que sus idílicos canales, aunque resulta muy agradable recorrerlos tranquilamente en barca de un lado a otro en plena calma, sin ruido de coches ni polución. Algunas personas piensan que la perfección que desprende el lugar genera una impresión de irrealidad, como si no fuese posible que exista algo tan inmaculado y perfecto, y a pesar de que la región tiene numerosos yacimientos de turba —precisamente los canales nacieron de la explotación turbera de Giethoorn— el paisaje ha ganado en lo bucólico con dichos canales. En cualquier caso, resulta demasiado evidente que Giethoorn se ha propuesto convertirse en una especie de decorado turístico, al estilo del que existe en Nueva Zelanda de El señor de los anillos; pero no se puede negar lo bonito que es.

Foto de JB, Wikimedia Commons.

Foto de Bj.schoenmakers, Wikimedia Commons.

Como curiosidades, en Giethoorn se puede visitar la Olde Maat Uus, una antigua fábrica del siglo XIX en la que ha quedado plasmada la vida cotidiana de ese siglo, así como el museo De Oude Aarde (La Vieja Tierra), en el que todavía se exponen diversos minerales que se han encontrado en la región y que permite comprender cómo ha influido la presencia de la turba en la historia de Giethoorn. Los viajeros más intrépidos también pueden disfrutar de la naturaleza de la región, como la Reserva Natural De Wieden, o en la de De Werribben, mientras que quien así lo prefiera, puede adentrarse en la campiña holandesa para conocer algunos de los numerosos molinos de viento holandeses que pueblan la región.

Para aquellos que planeen un viaje a Ámsterdam u otra ciudad de Países Bajos, la opción de visitar Giethoorn merece bastante la pena.

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Las venecias que no son Venecia

7 de diciembre de 2012 por Paco Almádena · Asia, Curiosidades, Europa, Naturaleza, Ocio, Turismo, Turismo Rural, Viajes

Los asiduos de esta bitácora —gracias mil y una veces a quienes nos siguen fielmente cada semana— saben que, de cuando en cuando, su autor rescata un conjunto de reportajes escritos hace tiempo que tienen un lazo en común. Así nació, en abril de 2012, la marca «2.0 Viajes viaja al pasado» que hasta hoy ha recuperado VIII colecciones de reportajes unidos por un plan de publicación integral, como «Tres vértices de Centroamérica», «Regreso a la Edad Media de la Toscana» o «La naturaleza de Sudáfrica». En ese detalle del plan integral de publicación radica la diferencia con respecto a la recopilación de reportajes que publicamos hoy con el título de «Las venecias que no son Venecia», ya que de todas las que hemos tratado ninguna ha respondido a un plan integral de publicación.

«Las venecias que no son Venecia» reúne aquellas ciudades del mundo con un nexo común fortuito: todas, independientemente de su ubicación geográfica, han adquirido el sobrenombre de «Venecia» por una configuración urbanística profundamente supeditada a la presencia de agua. Así, a Estocolmo la conocemos como la «Venecia del Norte», a Udaipur como la «Venecia de la India», o a Wuzhen como la «Venecia de China». Y es que Venecia es mucho más que un destino increíble: es una forma de entender el mundo, y de resumirlo. Estas son las siete venecias que no son Venecia (clic en las fotos o en los títulos para acceder a la información):

Pasado, poder y cultura en Estocolmo *

Aquel que alguna vez en la vida visita Estocolmo descubrirá por qué el síndrome que sufren las víctimas de un secuestro lleva su nombre. Sus canales, su Gamla Stan, sus museos y su auténtico sabor escandinavo secuestran al turista para luego dejarle, de algún modo, en la cuneta. En total, son 59 los puentes que cruzan los canales de Estocolmo, como «zurciendo las heridas abiertas» de sus canales de agua del mar Báltico.

 

La Venecia del Este está en La Canea, Creta **

La ciudad cretense de La Canea, conocida en griego como Chaniá (χανιά), es tan antigua como la civilización minoica. Esta civilización, los bizantinos, los turcos y, sobre todo, los venecianos, han dejado profundas huellas en la ciudad que todavía hoy admiran a los viajeros, como la mezquita de Hassán o el impresionante puerto veneciano. El paseo marítimo es la vía más concurrida de la ciudad y punto de encuentro de sus habitantes.

 

Udaipur, la Ciudad de los Lagos, en la India ***

La Ciudad de los Lagos es comúnmente conocida en Occidente como la «Venecia de la India», aunque los naturales no reconocen este alias. Udaipur está inmersa en un complejo sistema lacustre que emerge en cinco enormes lagos de los que el mayor es el de Pichola. Capital del viejo reino de Mewar, el patrimonio histórico-artístico de la ciudad es verdaderamen- te asombroso, como el palacio de Jag Mandir o el de Jag Niwas, en el Pichola.

 

La «Venecia de China» se llama Wuzhen ****

Wuzhen se encuentra en la parte central de China, pero a pesar de todo el potencial turístico que posee no se trata de un destino masificado. Se trata de una ciudad muy antigua cuyo encanto reside en encontrarse en medio de numerosos canales de agua que los habitantes salvan desplazándose en barcas. Wuzhen también se conoce con los nombres la «Ciudad de los Puentes» y «la ciudad del pescado, el arroz y la seda».

 

Giethoorn, la bucólica «Venecia en los Países Bajos» *****

A unos 120 km al noreste de Ámsterdam se encuentra Geithoorn, un pueblecito holandés famoso por sus numerosos puentes y canales. La comedia Fanfare lo lanzó a la posteridad al reflejar con todo detalle los encantos de esta localidad que solamente se puede recorrer en barca o a pie. La perfección de su urbanismo a veces transmite una impresión de irrealidad algo desconcertante.

 

Bangkok, la ciudad de los rascacielos ******

Bangkok es una ciudad sorprendente por sus contrastes. Los antiguos templos budistas, llamados wat, se mezclan con modernos rascacielos que le han dado otro de sus sobrenombres a la ciudad. Entre ambos, hay innumerables canales y vías acuáticas que la han hecho merecedora del apelativo de «Venecia de Oriente». En realidad, Bangkok es un alias occidental para el auténtico nombre de la ciudad: Krung Thep Mahanakhon.

 

Brujas, la ciudad de la cerveza, los encajes y el chocolate *******

El nombre de Brujas hace justicia a la hechizante atmósfera de una ciudad surcada por canales y granada de preciosos edificios históricos. La Unesco esgrimió este conjunto de factores para aprobar la candidatura de Brujas al Patrimonio de la Humanidad con la denominación «Centro histórico de Brujas». El chocolate y las cervezas se avienen a la perfección con el típico carácter de la ciudad, entre dulce y amargo.

 

Procedencia de las fotografías:

* Foto de Andreas Trepte (www.photo-natur.de), tomada de Wikimedia Commons.
** Foto de Olaf Tausch, Wikimedia Commons.
*** Foto de Philbrest, Wikimedia Commons.
**** Foto-de-韩笃一, Wikimedia-Commons.
***** Foto de CrazyPhunk, Wikimedia Commons.
****** Foto de Neitram, Wikimedia Commons.
******* Foto de Jean-Christophe BENOIST, Wikimedia Commons.

 

Colección completa de «2.0 Viajes viaja al pasado» (a 7 de diciembre de 2012):

→ I. Tres vértices de Centroamérica

→ II. Regreso a la Edad Media de la Toscana

→ III. San Martín, una isla de dos países europeos

→ IV. La naturaleza de Sudáfrica

→ V. Túnez

→ VI. Encantos de Croacia

→ VII. Alguer, un pedazo de Cataluña en Cerdeña

→ VIII. Las venecias que no son Venecia

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Sigüenza milenaria: el nexo entre patrimonio histórico y naturaleza

4 de diciembre de 2012 por Paco Almádena · Cultura, España, Guadalajara, Naturaleza, Ocio, Paradores, Rutas, Turismo, Turismo Rural, Viajes

En la villa de Sigüenza se plasma la conjunción de dos importantes factores turísticos: un patrimonio monumental envidiable y un entorno natural con diversas zonas protegidas. Del primero casi no nos podemos extrañar si tenemos en cuenta que Sigüenza ya existía en la época prerromana con el nombre de Saguntia, aunque su emplazamiento no era exactamente el actual. De lo segundo dan buena cuenta el Parque Natural del Barranco del Río Dulce y el valle y salinas del Salado. Esta pequeña localidad de en torno a 5.000 habitantes se encuentra al norte de la provincia de Guadalajara, a unos 75 kilómetros de Guadalajara capital, y a unos 100 km al sur de Soria. Goza de un fácil acceso a través de la carretera Nacional II (A-2), por lo que recibe bastante turistas procedentes de las grandes localidades presentes en ese eje, como Madrid o Zaragoza. El rico patrimonio, el precioso entorno natural y la facilidad de acceso impiden hasta a los más perezosos renunciar a visitarla cualquier fin de semana.

Localización de Sigüenza (Google maps). Clic para ojear el mapa.

Panorámica de Sigüenza. Foto de José Ibañez (Flickr: Operacion Malaya), en W. Commons.

Según las excavaciones realizadas en el valle de Sigüenza, nombre con que se conoce al alto valle del río Henares donde se ubica la localidad, la zona estuvo poblada desde la Edad del Hierro. Siglos después, la celtíbera Segontia se convertiría en una de las principales poblaciones de Celtiberia y jugaría un papel importante en los siglos III y II a.C, durante las guerras púnicas primero, entre romanos y cartagineses, y durante las guerras celtíberas después, entre celtíberos y romanos. Ya durante la era romana, Sigüenza creció al calor del tráfico generado por la calzada del Henares y en el siglo VI los visigodos la convertirían en sede episcopal. Esta circunstancia incidió decisivamente en la creación del excepcional patrimonio histórico-artístico de la villa: Bernardo de Agén, primer obispo de Sigüenza tras su reconquista, ordenaría construir en 1124 la catedral de Santa María; y el cardenal Mendoza, obispo de la villa antes de llegar a cardenal de Castilla, mandó construir en el siglo XV la preciosa plaza Mayor porticada de Sigüenza, adyacente a la catedral.

Sigüenza presidida por su castillo, que hoy es uno de los paradores nacionales con más éxito en España. Foto de Cillas, Wikimedia Commons.

Patio interior del parador. Foto de Joergsam, Wikimedia Commons.

Entrada al castillo. Foto de Joergsam, Wikimedia Commons.

Sin duda el monumento más famoso de Sigüenza es la catedral basílica de Santa María, que se proyectó en estilo románico cisterciense —a pesar de que Bernardo de Agén era de la orden de Cluny—, pero que hubo de concluirse en estilo gótico hacia el siglo XVI. Las torres parecen haber pertenecido a la antigua estructura defensiva de la ciudad en la Edad Media, motivo por el cual presentan un aspecto tan robusto. La nave alberga varias capillas con conjuntos artísticos muy interesantes, como la capilla del Doncel o la capilla de la Anunciación. Si bien la catedral se erige en el principal símbolo de la villa, no es menos cierto que el castillo de Sigüenza es otro de los monumentos más destacados: aunque sufrió muchos destrozos durante las guerras del siglo XIX y la Guerra Civil, se reconstruyó en su totalidad siguiendo los planos originales para convertirlo en el Parador Nacional de Sigüenza. El resultado no es otro que el haberse convertido en uno de los más exitosos paradores de España, por lo imponente y llamativo de su construcción.

Plaza Mayor de Sigüenza. Foto de Cruccone, Wikimedia Commons.

Puerta del Hierro, uno de los accesos a Sigüenza. Foto de Cruccone, W. Commons.

El palacio del Doncel de Sigüenza. Foto de Cruccone, en Wikimedia Commons.

Otros monumentos saguntinos de interés turístico son la ya citada plaza Mayor, que es de estilo renacentista, y que alberga el Palacio Municipal, o la casa del Doncel, otro de los emblemas civiles de la villa y que se conoce también con el nombre de palacio de los marqueses de Bédmar. Por otro lado, merece la pena recorrer el barrio barroco de San Roque y visitar el Palacio Episcopal y el monasterio de Nuestra Señora de los Huertos, una joya arquitectónica a caballo entre el estilo gótico y el renacentista. Aunque los lugares más destacados de Sigüenza se resumen en lo escrito hasta ahora, el sabor de la villa se paladea a cada paso por sus viejas callejuelas y sus placitas de antaño granadas de antiguas iglesias.

Iglesia basílica de Santa María. Foto de Cruccone, Wikimedia Commons.

Monasterio de los Huertos. Foto de Zarateman, Wikimedia Commons.

Parque del Barranco del Río Dulce y el valle y salinas del Salado

El Parque Natural del Barranco del Río Dulce se extiende a lo largo de más de 8.000 hectáreas que presumen de tener una biodiversidad muy rica, por eso pertenece a la red Natura 2000 —la red ecológica que engloba aquellas áreas naturales que gozan de un alto grado de conservación de la biodiversidad—, y es además Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). En esta zona rodó muchos de sus reportajes sobre la naturaleza el famoso naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. En la actualidad existen cuatro recorridos por el parque que permiten conocer a fondo este precioso entorno natural:

  • Ruta de AragosaLa CabreraPelegrina: 11 kilómetros de recorrido junto al curso del río Dulce.
  • Ruta de la Hoz de Pelegrina: el itinerario discurre a lo largo de unos 4 km por el que puede considerarse el espacio más abrupto del parque natural.
  • Ruta de Sigüenza a Pelegrina: comienza en la misma Sigüenza y atraviesa un bosque de robles para concluir aproximadamente en el centro geográfico del parque. El recorrido es de unos 5 km.
  • Ruta para invidentes: específica para personas ciegas, se tata de 1,5 km en línea recta desde La Cabrera.

Roquedos del mirador de Félix Rodríguez de la Fuente. Foto de Tuispi, Wikimedia Commons.

Por su parte, el espacio natural del valle y salinas del Salado también está incluido en la red Natura 2000 y posee una extensión de 11.585 hectáreas. En este valle se pueden avistar grandes aves, como los buitres leonados, los alimoches y los halcones peregrinos, principalmente en la amplia zona de roquedos y laderas escarpadas presentes junto al lecho del río Salado.

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¿Falto de ideas para viajar? Prueba con las escapadas

30 de noviembre de 2012 por Paco Almádena · Aventura, Cultura, Curiosidades, España, Europa, Gastronomia, Naturaleza, Ocio, Turismo

El barranquismo es una de las actividades que pueden practicar en las escapadas de turismo activo. Foto de rover0 (Flickr), tomada de www.everystockphoto.com.

Sale uno del trabajo todos los días y piensa en cómo engordar su colección de experiencias vitales, pero con frecuencia no encuentra ideas claras al respecto. Intuye que los tiros van por los viajes, por lo que el marketing ha denominado, sin consenso lingüístico, «descubrir experiencias nuevas a través de los viajes». No deja de resultar una minúscula paráfrasis del retorno de Ulises a Ítaca, pero todo se reduce al problema de «adónde ir, ¿cuál es mi Ítaca?». Nos sentamos frente al ordenador y escasean las ideas, aunque existen muchas fórmulas turísticas que nos pueden aportar una solución a esa inquietud. Entre ellas se encuentra la de las escapadas temáticas, que son viajes breves pensados para disfrutar de experiencias concretas.

Las escapadas se clasifican en función de las experiencias que proporcionan, no en función de los destinos: no sabemos adónde queremos viajar, pero sí lo que queremos hacer, y para eso están las escapadas. La mayoría de las veces estamos hablando de paquetes turísticos muy económicos que incluyen una o dos noches de hotel, por lo que se ha convertido en una fórmula turística que durante los meses de otoño e invierno tiene un gran éxito entre viajeros. Para ilustrar la variedad y el potencial de las escapadas, vamos a realizar una clasificación de las mismas. En general, se dividen en ocho clases:

  • Escapadas culturales: permiten disfrutar de los elementos culturales de un destino. La mayoría de las personas que adquieren una escapada de esta clase suelen ser personas maduras que quieren saciar su apetito cultural. Frecuentemente, el alojamiento es un edificio histórico relevante, lo que añade interés al viaje. En la actualidad, existe una elevada demanda turística de escapadas breves a ciudades europeas.
  • Escapadas enológicas: pensadas para conocer una región famosa por sus vinos y para degustar sus caldos típicos a través de visitas a las diferentes bodegas de la región. En determinados momentos del año, las escapadas enológicas se organizan con motivo de las vendimias de septiembre, por lo que se presencian los primeros pasos del proceso de elaboración de los vinos.
  • Escapadas gastronómicas: uno de los acicates para realizar escapadas gastronómicas en España es que cada región disfruta de un tipo de gastronomía que, por decirlo de alguna forma, es hija de su tierra. Así, la amplia riqueza de regiones y gastronomías que existe en España convierte a este tipo de escapada en una de las más importantes de todas: según la última encuesta anual sobre los movimientos turísticos de los españoles (Familitur 2011): «Ir de compras y ver escaparates fue la actividad principal en los viajes internos (64,8 %), seguida por las visitas culturales […] y las actividades gastronómicas, con pesos similares en torno al 50 %.»
  • Escapadas de ocio nocturno: están pensadas para los que gustan de descubrir la marcha nocturna de cada ciudad. Generalmente, los hoteles que preparan esta clase de escapadas suelen incluir consumiciones y permiten abandonar la habitación algunas horas más tarde de lo habitual.
  • Escapadas románticas o de pareja: prestan una especial atención a las relaciones de pareja con cenas románticas, botellas de champán y circuitos termales. Se han convertido en un clásico entre aquellos que quieren tener un detalle con su pareja y entre aquellas parejas que desean darle un nuevo impulso a su relación. Aunque de momento no lo hacen, las agencias de viajes tienen una excelente oportunidad para ampliar su penetración en el mercado de escapadas románticas mediante una relación de partnership con los nuevos sites de búsqueda de pareja.
  • Escapadas de turismo activo: el motivo principal de este tipo de escapadas es practicar uno o varios deportes de aventura. Es habitual que se monte en quad o a caballo, que se realicen circuitos de pruebas, paseos en globo aerostático, espeleología, travesías en canoa… En resumen, las escapadas de turismo activo son aquellas en las que todo tiene que ver con realizar actividades de aventura.
  • Escapadas de wellness y spa: traducidas al castellano, estas escapadas se llamarían de «bienestar» y «balneario», dos palabras lo suficientemente gráficas como para entender cómo son. Podrían resumirse como la máxima aspiración de aquellos a los que les gustan los fines de semana tranquilos y relajados.
  • Escapadas familiares: son una combinación de las escapadas de turismo activo y cultural, pero con actividades adecuadas para los más pequeños, como mini-golfs, parques temáticos, o visitas a monumentos.

También existen varios tipos de escapadas, más específicas, que surgen con motivo de ocasiones especiales y puentes:

  • Escapadas de fin de año: permiten disfrutar de la tradicional Noche Vieja en otro lugar, aunque haciendo básicamente lo mismo: grandes cenas, cotillón, copas y bailar hasta altas horas de la madrugada.
  • Escapadas de Halloween: para disfrutar la noche del 31 de octubre en otra ciudad, pero con las mismas experiencias basadas en los sustos y el terror.
  • Escapadas de Semana Santa: para conocer algunas de las semanas santas culturalmente más importantes de España.
  • Escapadas a la playa: consisten en pasar unos días de tranquilidad en la playa. Ganan mucha fuerza durante los meses de verano, aunque están disponibles durante todo el año.

Lógicamente, puede haber ingredientes propios de una escapada en otro tipo de escapada, como por ejemplo en las familiares o en las románticas, creándose así nuevas combinaciones de escapadas. Gracias a esta flexibilidad, existe un abanico lo bastante amplio como para satisfacer casi cualquier nichos de demanda.

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Bellinzona: una perla enrocada entre castillos medievales

27 de noviembre de 2012 por Paco Almádena · Cultura, Curiosidades, Europa, Historia, Montaña, Naturaleza, Ocio, Patrimonio de la Humanidad, Suiza, Turismo, Turismo Rural, Viajes

La preciosa ciudad de Bellinzona es la capital del cantón suizo de Tesino (Ticino, en italiano), que se encuentra en la parte italiana de Suiza, a orillas del río Tesino. Se trata de una ciudad muy antigua que disfruta de una importante posición estratégica gracias a su privilegiada localización a las puertas del paso de San Gotardo, por el cual discurre una de las rutas más importantes que atraviesan los Alpes. Actualmente conserva su importancia en las comunicaciones a través de los Alpes, pues pasan por ella diversas vías ferroviarias que conectan Suiza con Italia a través de Lugano, y llegan hasta Milán —desde España hay vuelos directos al aeropuerto de Lugano—. La localidad de Bellinzona es muy conocida por su patrimonio histórico-artístico, ya que conserva un interesante casco antiguo y contiene diversos monumentos que pertenecen al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco: Los tres castillos, muralla y defensas del burgo de Bellinzona. Es un destino muy querido por los amantes de la historia y quienes practican turismo cultural.

Localización de Bellinzona, en Suiza (Google maps).

Bellinzona nocturna, desde Castelgrande. Foto de Ikiwaner, Wikimedia Commons.

La localidad de Bellinzona pasaría inadvertida a lo largo de la historia, a pesar de que en la zona ocurrieron acontecimientos de gran importancia, como el cruce de los Alpes por parte de Aníbal Barca. El general cartaginés, tras sorprender a los romanos al trasladar la guerra a suelo italiano, derrotó por primera vez a las legiones en el 218 a.C. en las cercanías del río Tesino, en lo que sería la primera de un rosario de victorias cartaginesas que culminarían en Cannas. El enclave se cita por primera vez en el año 590 a causa un enfrentamiento entre tropas francas, que pretendían acceder al norte de Italia, y tropas lombardas, que defendían el paso de San Gotardo en diversas fortificaciones erigidas por ellos mismos. Con el paso de los siglos la región entraría en la zona de influencia de Milán hasta la conquista por parte de los suizos en el siglo XVI.

Los castillos de Bellinzona. Foto de Massimo Macconi, Wikimedia Commons.

Torre Bianca de Castelgrande. Foto de Jungpionier, Wikimedia Commons.

Adarves de Castelgrande. Foto de Jungpionier, Wikimedia Commons.

Lo que ha hecho de Bellinzona un destino de cierta relevancia turística es su conjunto monumental de castillos medievales que la Unesco catalogó como Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. El argumento fue que «Bellinzona constituye un ejemplo excepcional de una estructura defensiva tardomedieval que protege un paso clave en los Alpes». Aunque parece que los romanos habían construido una fortaleza en Bellinzona mucho antes, los artífices primigenios de las fortalezas fueron los lombardos. En total son tres castillos que se llaman castillo de Castelgrande, castillo de Montebello y castillo de Sasso Corbaro —estos últimos se erigieron en los siglos XIV y XV respectivamente—. El primero de ellos se halla en la cima de un promontorio rocoso que domina el valle; el segundo, ubicado en un repecho cercano, es parte del mismo conjunto defensivo; y el tercero se encuentra en al sureste del antiguo burgo y pretendía proteger la parte más vulnerable del mismo. La muralla del viejo burgo también pertenece al Patrimonio de la Humanidad, pero solamente queda en pie el trazado meridional.

El núcleo del casco antiguo, con la colegiata de los santos Pietro y Stefano en el centro de la imagen. Foto de G. Salluzzi, Wikimedia Commons.

Claustro de santa Maria delle Grazie. Foto de Laurom, Wikimedia Commons.

Escena en santa Maria delle Grazie. Foto de Laurom, Wikimedia Commons.

Aunque la principal visita turística a Bellinzona son los complejos defensivos tardomedievales, el casco viejo esconde varias joyas patrimoniales. Además de las construcciones señoriales típicas del norte de Italia, como el precioso palazzo Civico, que hoy alberga el Ayuntamiento, existen numerosos rincones y placitas cargadas de encanto, como la plaza Nosetto o la plaza del Sole, donde hay terrazas para tomar algo. Al encontrarse Bellinzona entre los distintos promontorios fortificados, el casco antiguo es bastante estrecho, por lo que no necesitamos mucho tiempo para recorrerlo.

Iglesia de San Biagio. Foto de WPestana, Wikimedia Commons.

Iglesia de San Rocco. Foto de Roland Zumbühl, Wikimedia Commons.

En Bellinzona encontramos también una importante arquitectura religiosa, con ejemplos que comprenden desde la Edad Media hasta el siglo XIX. La iglesia colegiata de los santos Pietro y Stefano, de estilo renacentista con detalles barrocos, es quizá el ejemplo más sobresaliente de arquitectura religiosa en la ciudad. También en el interior del casco viejo, en la plaza Indipendenza, se encuentra la iglesia de San Rocco, de la Edad Media, y por último, la iglesia de Madonna delle Grazie, que conserva varios arcos góticos del claustro del convento y una impresionante decoración interior.

Por otro lado, en la cercana localidad de Ravecchia, municipio de Bellinzona, también hay otra iglesia construida en el siglo XIII que resulta bastante interesante: la iglesia de San Biagio, un templo de estilo gótico erigido sobre una antigua iglesia románica que conserva varios frescos medievales.

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El World Wonders Project acerca el Patrimonio de la Humanidad a los usuarios de Google

23 de noviembre de 2012 por Paco Almádena · Cultura, Curiosidades, Noticias, Patrimonio de la Humanidad, Turismo, Viajes

Google no deja de sacar partido a sus aplicaciones. La última iniciativa de la marca de Mountain View se llama World Wonders Project y está estrechamente relacionada con Google Street View, una de sus aplicaciones más exitosas. La idea es tan sencilla como atractiva: utilizar la base de datos y fotografías de Google Street View para acercar a los usuarios de la red los lugares considerados Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Por eso la nueva aplicación se llama Proyecto de las Maravillas del Mundo, porque únicamente se centra en mostrar y difundir aquellos lugares del mundo destacados por la Unesco por su excepcional riqueza natural, por representar momentos históricos y culturales de excepcional relevancia o por constituir expresiones culturales únicas en la historia del ser humano.

La aplicación permite conocer los principales monumentos del mundo a través de la galería fotográfica ubicada en la parte superior de la home, o bien a través del mapamundi interactivo de la parte inferior. Aunque la aplicación ya contiene datos y fotografías de varias decenas de lugares que son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, todavía quedan muchos por incluir. En ese sentido se percibe claramente que Google ha preferido comenzar por aquellos lugares con más facilidad de acceso turístico: Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón son las regiones más trabajadas hasta ahora. Por el contrario, muchos lugares de Iberoamérica, Asia y África continúan ausentes.

La propia compañía describe el World Wonders Project como «un recurso valioso para estudiantes y eruditos, ya que permite descubrir virtualmente algunos de los lugares más famosos de la Tierra», a través de fotografías y   . «Ofrece una forma innovadora de enseñar historia y geografía a estudiantes de todo el mundo». Hace apenas algunos días el escritor galés Ken Follett afirmó que, mientras escribía el segundo volumen de su trilogía The Century, utilizaba la aplicación Street View para explorar visualmente los lugares donde se iba desenvolviendo la trama de su novela…

La lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco incluye 962 lugares de 157 países del mundo, por lo que todavía  queda un cierto recorrido para concluir el proyecto. Por el momento, Google integra recursos de sus distintas plataformas multimedia, como Panoramio, Youtube o Google Earth, permitiendo una experiencia de 360º a la hora de descubrir las maravillas del mundo. Aunque ya dispone de contenido multimedia para todos los lugares patrimonio de la humanidad, la empresa del buscador trabaja en coordinación con la Unesco y la World Monuments Fund para implantar nuevos lugares en su ambicioso proyecto.

No cabe duda de que World Wonders Project es una nueva forma de explorar el mundo, pero una forma esencialmente low cost. A más de uno le despertará una curiosidad impulsiva por conocer las maravillas del mundo. El lector puede visitar el site de este proyecto de Google clicando en la fotografía superior.

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Aramón Formigal: la mayor estación de esquí de España

21 de noviembre de 2012 por Paco Almádena · Alojamientos, Aragón, Aventura, España, Montaña, Naturaleza, Ocio, Turismo, Viajes

Diciembre, tiempo de nieves, comienza a vislumbrarse en el calendario. Los cielos tapizados de nubes, el lánguido impulso de los mercurios, los vientos tercamente helados revelan la inminencia de las nieves y la irrupción de la tan esperada temporada de esquí 2012-2013. Aunque en muchas de las estaciones de esquí españolas la nieve ya ha hecho acto de presencia—«por Todos los Santos, la nieve en los altos», anuncia el refrán— simplemente se trata de un primer lecho sobre el que se recostarán las próximas nevadas para crear las pistas de ski de 2012-2012. Ante estas circunstancias, hablar de estaciones de esquí no puede resultar impertinente al lector.

Localización de Formigal (Google maps).

Valle de Izas, en Formigal. Foto de Willtron, Wikimedia Commons.

Entre las diferentes estaciones que hay en los Pirineos aragoneses, vamos a tratar en esta entrada la estación de esquí de Formigal (Huesca), que en 2008 se convirtió en la mayor de España gracias a sus 137 kilómetros de pistas; así como de algunos lugares de sus alrededores que presentan un cierto interés turístico más allá del deslizante níveo. En la temporada 2011-2012 Aramón Formigal —así es el nombre comercial de esta estación— recibió 435.642 esquiadores, 2,4 veces los que recibió la de Aramón Cerler (176.831), la segunda por afluencia de esquiadores, y seis veces más que los que recibió la tercera, Aramón Valdelinares (algo más de 70.000). A pesar de la elevada concurrencia de esquiadores, hay suficiente alojamiento en Formigal y también numerosas promociones de hotel más forfait incluido.

Pista del Collado, en Formigal. Foto de Willtron, Wikimedia Commons.

Pico Anayent, en Formigal. Foto de Willtron, Wikimedia Commons.

Foto de Willtron (snowticias en Flickr), tomada de Wikimedia Commons.

Aramón Formigal se encuentra en Formigal, una localidad que surgió al calor de la demanda turística de invierno y que pertenece al término municipal de Sallent de Gállego. La estación, que emerge en pleno valle de Izas, se divide en cuatro zonas principales: la zona Tres Hombres o Crestas, la zona Sarrios, la zona Anayet y la zona Portalet. En la primera de ellas se encuentra el famoso recorrido de Tres Hombres, compuesto por pistas negras —las de mayor dificultad— que desciende rápidamente unos 800 metros desde la cota de 2.300 metros… En conjunto, la estación de ski de Formigal tiene 90 pistas: siete de ellas verdes —las de menor dificultad—, dieciséis azules, veintinueve rojas, y treinta y ocho negras. Lógicamente, también hay veintidós servicios de remonte: siete telesquís, once telesillas y cuatro cintas. La conjunción de estos factores han convertido a Formigal en la estación más popular y visitada de los Pirineos aragoneses de los últimos años y ha suscitado lo que se ha dado en llamar «efecto Formigal», causante del declive de estaciones antaño exitosas como la famosa Candanchú (también en Huesca).

Sallent se ubica a los pies del pico de Foratata. Foto de Willtro, Wikimedia Commons.

Formigal es una estación de ski perfecta para pasar una semana practicando el deporte rey del invierno y disfrutar de algunos días de vacaciones, ya no solo por la excelente oferta hotelera, sino también por las diferentes opciones de ocio que se habilitan cada año. En primer lugar, existen diversas instalaciones pensadas para practicar otros deportes de invierno como el tubbing, el trineo, el snake gliss, el ice karting, las motos de nieve, el cronoslalom y, por supuesto, el patinaje sobre hielo… En segundo lugar, la noche no está exenta de actividades, ya que existen diversos restaurantes, pubs y bares donde pasar una agradable velada. Además, se contrata una serie de grupos de animación que se dedican al entretenimiento de los más pequeños.

Casco urbano de Lanuza, a los pies de la montaña. Foto de Willtro, Wikimedia Commons.

El río Aguaslimpias a su paso por Sallent de Gállego. Foto de Willtron, Wikimedia Commons.

Las calles de Sallent, como estampas del pasado. Foto de France64160, Wikimedia Commons.

Fachada de la iglesia gótica de Sallent de Gállego. Foto de Miguel.sallent, Wikimedia Commons.

En cuanto al ámbito del patrimonio histórico-artístico, Formigal no tiene mucho que ofrecer. Sí se puede disfrutar un poco del encanto histórico del municipio de Sallent de Gállego, el cual no alcanza a albergar los 2.000 habitantes. Del municipio se puede destacar especialmente la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico tardío erigida en pizarra sobre los cimientos de un templo románico. No obstante, las viejas calles del pueblo, que nos transportan a una época que podría encuadrarse en la baja Edad Media, hablan por sí mismas. Por otro lado, Lanuza, otra localidad del término municipal de Sallent, merece una reposada visita por sus calles de antiguas casas de pizarra. Aparte de esto, hay que reconocer que el verdadero tesoro de esta parte de los Pirineos aragoneses es la impresionante riqueza natural, que se puede disfrutar también recorriendo los diferentes senderos de montaña que conectan unas localidades con otras.

La estación de esquí de Formigal es una de las más importantes de España; no sólo por la demanda turística y la afluencia de esquiadores, sino por la calidad de sus instalaciones, la variedad de pistas para todos los niveles de experiencia y la adaptabilidad de la dinámica de esquí para todas las edades, desde los más pequeños a aquellos más veteranos que deseen depurar ciertos rasgos de su propio estilo.

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Las rutas de Paradores vertebran la España más desconocida

16 de noviembre de 2012 por Paco Almádena · España, Gastronomia, Historia, Montaña, Naturaleza, Paradores, Patrimonio de la Humanidad, Rutas, Turismo, Turismo Rural, Viajes

Si buscas disfrutar de un fin de semana tranquilo, alejado de las grandes urbes, entre las opciones más deseables se encuentran los paradores. Los paradores tienen algunas características que los hacen especiales con respecto a otros alojamientos, como por ejemplo que se encuentran en algún edificio de gran valor histórico, que ofrecen unos artículos gastronómicos de gran calidad y típicos de la región en que se hallan, y también un entorno patrimonial o natural de excepcional belleza. En la actualidad existen 94 paradores en España —es una cadena hotelera propiedad del Estado español—, por lo que la variedad está servida y pensada para todos los gustos.

Paradores ha creado un programa de rutas temáticas que recorren España entera con una sola condición: pernoctar todos los días en paradores distintos. De esta manera, se pueden descubrir los matices que diferencian unas regiones de otras en aspectos tan sutiles como la historia, los conjuntos urbanos, el patrimonio monumental, los paisajes y la gastronomía. En total, existen 50 rutas de paradores que se dividen entre rutas de 3 noches y rutas de 7 noches. Algunas de las de 3 días se replican en las 7 días, con la única diferencia de los días que dura la ruta. En resumen, las rutas creadas por Paradores vertebran la España más desconocida y también más valiosa.

Hay 22 rutas de paradores de 3 noches, de las que vamos a destacar las siguientes:

· Ruta de los Castillos: se pernoctará en el parador de Ciudad Rodrigo (Salamanca), el parador de Jarandilla de la Vera (Cáceres) y el parador de Oropesa (Toledo). En la primera descubriremos el rico patrimonio medieval, mientras que desde la segunda podremos ir a conocer el monasterio de Yuste —donde el Emperador Carlos I buscó retiro— o la garganta de la Olla. En la tercera localidad descubriremos importantes obras de finales de la Edad Media y principios del Renacimiento.

Castillo de Enrique II, el Parador Nacional de Ciudad Rodrigo. Foto de Miguel A. Monjas, Wikimedia Commons.

· Ruta de los vinos de La Mancha y Parque Nacional de las Tablas de Daimiel: se hará noche en el parador de Manzanares y el parador de Almagro (ambos en Ciudad Real), de los cuales se encuentra muy cerca Valdepeñas, la capital del vino manchego. Es una ruta que mezcla ingredientes naturales, culturales y gastronómicos. Desde el parador de Manzanares se tiene un fácil acceso a entornos como el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera y el Parque Nacional de Tablas de Daimiel. En Almagro encontraremos un deslumbrante patrimonio monumental, con el Corral de Comedias, la Plaza Mayor o los palacios renacentistas.

La plaza Mayor de Almagro es una de las más valoradas por su conjunto arquitectónico único. Foto de Pusazul, Wikimedia Commons.

· Ruta de la Montaña Palentina y los Picos de Europa: el viajero se hospedará en el parador de Cervera de Pisuerga (Palencia) y el parador de Fuente Dé (Cantabria), desde donde se puede tomar un teleférico para subir a los Picos de Europa. Se trata de una ruta especialmente orientada a la naturaleza de estas regiones, pero con algunos destellos culturales. Cerca de Cervera se encuentra el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, Ruesga, el Valle Estrecho, La Pernía, la Ruta de los Pantanos… Fuente Dé es el centro de operaciones perfecto para peinar la grandiosidad de los Picos de Europa y el Parque Nacional de los Picos de Europa. Una ruta para dar rienda suelta a los sentidos e imbricarse estrechamente con la naturaleza…

Una de las lagunas del Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre: paisajes de otro planeta. Foto de Valdavia, Wikimedia Commons.

· Ruta del Camino de Santo Toribio de Liébana: se pernoctará en el parador de Limpias (Cantabria), en el parador de Santillana del Mar (Cantabria) y el parador de Fuente Dé (Cantabria). Es una ruta de ida y vuelta de la montaña al mar Cantábrico. Desde Limpias se puede visitar el Parque Natural de Cabárceno, Santander y también Bilbao. Por su parte, Santillana del Mar presenta un patrimonio histórico incomparable, mientras que Fuente Dé constituye el centro de operaciones ideal para conocer el precioso Potes y la iglesia de Santo Toribio de Liébana.

Santillana del Mar es una perla depositada muy cerca del mar. Foto de Dagane, Wikimedia Commons

Hay 28 rutas de paradores de 7 noches, de las que vamos a destacar las siguientes:

· Ruta Ciudades Patrimonio de la Humanidad: se dormirá en el parador de Cuenca (Cuenca), el parador de Alcalá de Henares (Madrid), el parador de Segovia (Segovia), el parador de Ávila (Ávila) y el parador de Salamanca (Salamanca), todos ubicados en preciosos edificios históricos de ciudades que pertenecen al Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Una ruta de paradores pensada especialmente para aquellos que disfrutan del turismo cultural y gustan de visitar ciudades con historia y patrimonio singulares.

El acueducto es uno de los principales monumentos históricos de Segovia. Foto de Josemanuel, Wikimedia Commons.

· Ruta del Quijote: se hará noche en el parador de Oropesa (Toledo), en el parador de Sigüenza (Guadalajar), en el parador de Cuenca (Cuenca), en el parador de Albacete (Albacete), y en el parador de Almagro y en el parador de Manzanares (ambos en Ciudad Real). Se trata de una ruta perfecta para descubrir aquellos lugares y ciudades más importantes en la vida de Miguel de Cervantes, todos ellos con un importante patrimonio monumental. Si se reserva régimen de media pensión para la ruta, se incluye una visita a Alarcón, entre Albacete y Cuenca, para disfrutar de su especial gastronomía.

El impresionante castillo de Sigüenza, llamado castillo de los Obispos, es el parador de Sigüenza. Foto de Pedro María Reyes Vizcaíno, Wikimedia Commons.

· Ruta de la España Verde I: el viajero se alojará en el parador de Limpias (Cantabria), en el parador de Santillana del Mar (Cantabria), en el parador de Cangas de Onís (Asturias), en el parador de Gijón (Asturias), en el parador de Ribadeo y en el parador de Vilalba (ambos en Galicia). Es una ruta que traza su itinerario por toda la cornisa cantábrica, a excepción del País Vasco, por aquella España en la que la naturaleza estalla en mil formas y colores. La Ruta de la España Verde II pasa por las localidades de Vilalba (Galicia), Cangas de Onís (Asturias), Fuente Dé y Limpias (Cantabria), y Argómaniz y Hondarribia (País Vasco).

Gijón combina playas (ahora mismo para los más valientes) y patrimonio histórico. Foto de Labé, Wikimedia Commons.

· Ruta del Parque Natural de Gredos y el Parque Nacional de Monfragüe: el viajero hará noche en el parador de Gredos (Ávila), en el parador de Jarandilla de la Vera y en el parador de Plasencia (ambos en Cáceres), y en el parador de Oropesa (Toledo). El motivo de esta ruta es combinar la arrolladora naturaleza de Gredos con lugares de gran historia, como Plasencia y Jarandilla de la Vera, en cuyos alrededores se desenvuelven los ríos Ambroz, Jerte y Tiétar.

Convento de Santo Domingo, el Parador Nacional de Plasencia. Foto de Lothar Wilhelm, Wikimedia Commons.

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Paradores organiza promociones especiales en diferentes temporadas del año. En la actualidad ya ha activado la de Navidad, que comprende varios paquetes turísticos destinados a la Nochebuena, el fin de año y Reyes. El lector puede encontrar aquí más información.

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Una decena de museos imprescindibles

13 de noviembre de 2012 por Paco Almádena · África, Alemania, América, Asia, Austria, Cultura, Curiosidades, Egipto, España, Estados Unidos, Europa, Francia, Italia, Japón, Madrid, Ocio, Reino Unido, Turismo

¿Qué sería de Madrid sin su Museo del Prado? ¿Qué sería de Berlín sin el Museo de Pérgamo? ¿O de Nueva York sin el Museo de Arte Metropolitano? Los museos siempre forman una parte imprescindible de los viajes que realizamos. Algunas veces puede suceder que incluso que el motivo de un viaje sea uno de los museos del destino, ya que en la actualidad las algunas pinacotecas son de tanta calidad que pueden incluso eclipsar momentáneamente a ciudades como San Petersburgo o Berlín. Sin ir más lejos, el Prado se considera el mejor museo en cuanto a la calidad de las obras pictóricas que alberga. ¿Quién, siendo así, no realizaría un viaje a la capital de España por el simple motivo de decir que ha estado en el mejor museo del mundo?

Para procurar tener una referencia importante de los mejores museos del mundo, en 2.0 Viajes hemos realizado una selección de diez museos que se pueden considerar imprescindibles, aunque seguramente alguno de ellos podría ser sustituido por otro. ¿Quién se siente capaz de rebatir esta lista de los mejores museos del mundo?

El British Museum, Londres:

Obras de la humanidad tan alucinantes como el friso del Partenón se encuentran en el Museo Británico. Foto de ChrisO, Wikimedia Commons.

Museo de Antigüedades Egipcias o Museo de El Cairo:

El Museo de El Cairo es el que alberga el mayor número de objetos del Antiguo Egipto en todo el mundo (unos 136.000 objetos). En él se conservan desde papiros y monedas a sarcófagos de faraones, esfinges, vasos canopos... En resumen, ¡el éxtasis de cualquier admirador de la vieja cultura egipcia! Foto de Daniel Mayer, Wikimedia Commons.

Galleria degli Uffizi, Florencia:

El museo más visitado de Italia es la Galería Uffizi, que se encuentra en Florencia, con su millón y medio de visitas al año. Muchas obras de los grandes artistas italianos, como Rafael, se encuentran aquí, así como numerosos objetos de la era romana. Corredor del Este de la galería. Foto de Sailko, Wikimedia Commons.

Museo del Hermitage, San Petersburgo:

Nombre francés para el museo ruso más impresionante. El Hermitage se distribuye entre el Palacio de Invierno, el palacio Menshikov y el Edificio del Estado Mayor, junto al río Neva. Foto de El Pantera, Wikimedia Commons.

El Museo del Louvre, París:

Quizá el sinónimo perfecto de museo sea el Louvre. A los ya de por sí famosos símbolos de la Ciudad de la Luz, como la Torre Eiffel o los Campos Elíseos, se suman muchas de las obras del museo del Louvre, como la Gioconda o la enorme colección de los antiguos borbones franceses. Foto de Benh LIEU SONG, Wikimedia Commons.

El Metropolitan Museum of Art, en Nueva York:

El Museo Metropolitano de Arte es, aunque se haya creado recientemente, uno de los más completos del mundo en cuanto a la variedad de las corrientes artísticas presentes en ellos. Se le conoce popularmente como Met y en él podemos encontrar cuadros de figuras tan importantes del arte como Braque, Velázquez o Rembrandt, así como objetos históricos desde la Grecia Clásica hasta el siglo XIX, pasando por el Imperio Bizantino o el mundo árabe. Foto de Arad, Wikimedia Commons.

Museo Nacional de Tokio:

Si alguien preguntara por la máxima referencia de la cultura oriental concentrada en un museo, quizá la respuesta más completa sería el Museo Nacional de Tokyo. Se trata del mayor museo de Japón y el más antiguo (1872). Contiene más de 110.000 objetos que abarcan desde el 10.000 a.C. hasta el presente. Foto de Wiiii, Wikimedia Commons.

El Pergamonmuseum, Berlín:

En la Isla de los Museos de Berlín, que es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, se encuentra el Museo de Pérgamo, que ha adquirido fama mundial por su impresionante colección de objetos del mundo antiguo desde la antigua Mesopotamia o Babilonia, hasta los periodos romano, griego, islámico. El museo se divide en tres dependencias: la colección de antigüedades clásicas, el Museo del Antiguo Oriente Próximo y el Museo del Arte Islámico. Foto de Yolo, Wikimedia Commons.

El Museo del Prado, Madrid:

El museo del Prado está entre los 10 más visitados del mundo, lo que corresponde a la máxima calidad de su colección. En él se pueden encontrar numerosas obras que pertenecieron a la Casa Real Española desde el siglo XVI, con cuadros de artistas como Velázquez, Zurbarán, Goya, El Bosco, Rubens, Tiziano... Los más grandes en el mejor museo del mundo por la calidad de sus colecciones. Foto de Brian Snelson (exfordy en Flickr), tomada de Wikimedia Commons.

Museo Kunsthistorisches, Viena:

La mayor colección de obras del pintor flamenco Pedro Pablo Rubens se encuentra en el Museo de Historia del Arte de Viena. El Bosco, Brueghel, Velázquez o Tintoretto son algunas de las primeras espadas presentes en este museo que puede destacar tanto por las obras que alberga como por la decoración del edificio. Foto de Andrew Bossi, Wikimedia Commons.

¿Queda algún museo en el mundo que merezca la pena competir con los 10 aquí presentados?

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